𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑣𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑐𝑢𝑎𝑡𝑟𝑜

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Aunque muchos de los invitados de la boda real habían regresado a sus reinos al amanecer, otros se habían quedado como huéspedes de la pareja... o más bien de la princesa.

Entre ellos estaban los señores del Norte, incluyendo a su líder, Lord Creegan Stark.

Creegan paseaba solo por los jardines del Red Keep, disfrutando de la tranquilidad del lugar.

—Has descubierto uno de los rincones más hermosos de la capital —dijo Daenerys, acercándose lentamente hasta situarse junto a su amigo.

—Es realmente hermoso —admitió Creegan, girando hacia ella con una sonrisa antes de inclinarse en una reverencia—. Princesa.

—No tienes que hacer eso, no hay nadie más aquí —respondió ella, riendo suavemente.

—¿Cómo ha estado todo? —preguntó Creegan mientras comenzaban a caminar juntos por el jardín.

—todo ha estado tenso, para ser honesta. El reino teme quedarse sin gobernante. Es un caos.

—Pero el reino no se quedará sin gobernante... tú eres la heredera —dijo él en un tono suave, viéndola.

-aja...si...- dijo ella dudando y mirando a su alredor.

-no estás segura de eso, no?

Ella se detuvo y lo miro suspirando leve. -no, me aterra honestamente. Pero  no quiero hablar de eso otra vez, tu cómo estás, cómo está el norte ?

-el invierno se acerca...debemos estar listos para eso.

-ha ocurrido algo más allá de la muralla ?- Daenerys estaba al tanto de la situación del Norte, la muralla y lo que hay más allá.

Había visitado esos lugares con Creegan varias veces, pero nunca cruzo la muralla, ya que había oído esas historias incontables veces, y sabía que eran ciertas.

Ella admiraba mucho al joven Stark, no solo por su lealtad y su buen corazón, sino también por sus servicios. Aún sin tener una corona en la cabeza, aún sin tener un alto reconocimiento, cuidaba al los siete reinos como nadie.

-no aún no ha pasado nada, solo cae la nieve, del fin del verano.  pero pronto la nieve cubrirá todo, y todos los recuerdos del calor se olvidarán.

-me gustaría verlo por mi misma- el norte es uno de sus lugares favoritos en los siete reinos. No solo por los paisajes,   y la gente amable. Sino también por la tranquilidad que hay allí, la paz.
Y Creegan es una agradable compañía, especialmente para conversar.

-sabes que eres bienvenida cuando quieras -dijo el con una sonrisa

-lo se, a penas pueda iré. Gracias por venir, se que es un largo viaje y tienes mucho por hacer.

-no hay de que, ya empezaba a extrañar a mi compañía -dijo el riendo leve, contagiando la a ella.

-si yo igual -dijo ella con una sonrisa.

-bueno, debo ir a hablar con mi gente, pero luego nos vemos, me quedaré unos días más - dijo el despidiendose.

-de acuerdo Creeg -ella hizo lo mismo.

-algun consejo para mi estadía aquí ?-pregunto viéndola.

-ten cuidado, mantén la mente clara, esto no es el norte- dijo ella viendolo. -y disfruta lo que queda del verano, ten vendrá bien un poco de sol.

El asintió con una sonrisa y luego se fue.
Ella se quedó unos minutos más caminando por el jardín y luego volvió a interior del palacio.

Estaba algo aburrida, ya que en ese momento no tenía algo que hacer, y Aemond estaba entrenando, así que decidió visitar a su tía, Haelena.

Ellas se llevaron siempre muy bien, si bien, no eran tan cercanas. Ambas se tienen cariño.

Tocó la puerta dos veces y una criada la dejo entrar.

-princesa- dijo la criada saludando a Daenerys, para luego voltear hacia Haelena y mirarla. -princesa- le dijo a ella también para luego dejarlas solas.

-hola, como estás ? -pregunto Daenerys con una leve sonrisa.

-hola, bien -dijo Haelena viendo a su sobrina con una leve sonrisa tambien.

-como va el embarazo?

-bien, el maestre dijo que debo descansar y evitar hacer esfuerzos. Aún es muy pronto para saber que será

-me Alegra oír eso Lena -dijo ella mientras se sentaba frente a su tía en el sofá. -tienes algún nombre en mente ?

-gracias, me gusta Jaehyra - dijo en un tono suave. -tu cómo estás?

-no hay de que, es un lindo nombre. -su tía estaba bordando, era una actividad que realizaba bastante seguido. -bien

-tu cabeza pesará -dijo bajito mientras bordaba concentrada

Ella siempre creyó en lo que Haelena decía, no estaba muy segura de que era en realidad, solo tenía un par de suposiciones.
Aún así creía que ella tenía un don.

-espero que sea para bien... -dijo suave mirando a su tía.

Ambas pasaron el resto de la tarde leyendo, bordando y tomando té.
Eso relajo un poco a Dany, pues Haelena era un mujer que transmitia mucha paz, y eso era lo que necesitaba.








𝐿𝑒𝑡 𝑇ℎ𝑒 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 𝐵𝑢𝑟𝑛 (𝐴𝑒𝑚𝑜𝑛𝑑 𝑇𝑎𝑟𝑔𝑎𝑟𝑦𝑒𝑛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora