Viñetas de colores

08.- Escaleras

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 646.

08.- Escaleras

No estaba del mejor humor, lo sabía. Tampoco se había concentrado en clase, algo que empezaba ya a ser habitual y molesto.

Alix le había lanzado un bolita de papel aprovechando que la profesora Bustier escribía en la pizarra. Iba a lanzársela de vuelta cuando con mímica le dijo que la desplegase. Lo hizo había una sola frase escrita «¿qué es lo que te pasa?» Nath se encogió de hombros y sacudió la cabeza, eran demasiadas cosas como para escribirlas en un pedazo de papel tan pequeño.

Al acabar la clase Alix le asaltó.

—¿Qué? —le soltó con impaciencia apoyando las manos en la mesa—. ¿A qué viene esa cara de estar a punto de ponerte a gritar y pegar a la gente?

—No tengo esa cara.

—Oh, sí que la tienes. Escupe, qué te pasa.

—Creo que voy a dejarlo.

Alix le miró con el ceño fruncido.

—Ya sé que no estás muy concentrado últimamente, pero de ahí a querer dejar el insti...

—¡No estoy hablando del insti! —Ella rió y él entendió que estaba gastándole una broma—. Creía que querías hablar en serio.

—No estabas en modo hablar, ese era tu modo refunfuñar —Alix le sonrió divertida—. Venga, vamos afuera y me lo cuentas todo, te sentirás mejor.

En clase o fuera el resultado iba a ser el mismo. No podía seguir ya no se sentía con ánimo suficiente, aunque era probable que con el tiempo aquel nubarrón de desánimo se evaporase.

—Me refería al cómic.

—Lo suponía —confesó abriendo la puerta—. Te estás rindiendo demasiado pronto, nadie dijo que fuese fácil.

—No es sólo lo que no cuadra, es todo —espetó moviendo las manos frustrado—. Mi madre me pilló en la habitación con los papeles y los bocetos, se sentó en la cama y puso aquella cara de me gusta, pero deja de hacerlo. A mi padre sólo le importa que estudie.

»Alix, estoy harto. Sólo quiero poder hacer algo que me gusta y poder compartirlo, hablarlo en casa. Poder estar cenando y decir algo como «oye, no se me ocurre cómo solucionar esto de la trama» o «he diseñado un personaje nuevo basado en el presidente». Yo qué sé, lo que sea. Sólo quiero poder ser yo mismo.

—Pues hazlo, plántate y diles: aquí estoy yo, este soy yo; quiero dibujar, es lo que me gusta —contestó con firmeza—. ¡Plántales cara! Puedes hacerlo durante la cena.

—¿Qué? ¡Claro que no! ¿Es que te has vuelto loca?

El sonido de algo cayendo por las escaleras le sorprendió.

—¡Nath! No chilles así asustas a la gente —declaró Alix agachándose para recoger lo que había caído y que resultó ser el cuaderno aquel tal Marc que siempre se sentaba sólo en las escaleras—. Perdónale, creo que creció en la jungla.

Puso los ojos en blanco, se pasó un mechón de pelo rojo tras la oreja y dio media vuelta muerto de la vergüenza. ¿Cómo se le ocurría a Alix decir algo así? La mataría.

—No pasa nada —susurró Marc en un tono de voz suave que no se parecía en nada al que había empleado con Chloé.

—Nath, no tienes nada que perder.

—Eso lo dices tú. Será un desastre si lo hago.

Se dejó caer en el banco. Devolvió la mirada al chico de las escaleras que ahora estaba encogido sobre sí mismo y parecía a punto de tener un ataque de pánico. Debería volver a las escaleras y disculparse por haberle asustado, también por haberse preguntado si le akumatizarían por quedarse sin rímel. No lo hizo. se tendría que haber disculpado en el momento, ahora ya era tarde para hacerlo.

—Tierra llamando a Nathaniel. —Alix chasqueó los dedos frente a sus ojos—. Vuelve a la tierra.

—¿Qué?

—Que dejes de huir y hables con tus padres. Tienes todo mi apoyo.

Ojalá fuera así de fácil.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Hoy toca saber de qué hablaban Alix y Nath al pasar junto a Marc. Los dos mundos acaban de topar oficialmente, así que se acerca el momento juntarles.
Nos leemos.