Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
Palabras: 673.
17.- LatidoNo se sintió especialmente cómodo sentado en el banco entre Alix y Nathaniel. No fue porque alguno de los dos hubiera dicho o hecho algo que le molestase, era el hecho de saber que, Alix, había entendido de qué iba el diario de Ladybug. Le dio miedo a que ella hiciese algún comentario sin mala intención y que desencadenase el caos. Pero nada de eso pasó. Ambos se esforzaron por incluirle en una conversación que a Marc le costaba demasiado seguir.
Al sonar el timbre anunciando el final del receso, Nath, le devolvió el cuaderno en el que se plasmaba el borrador de la trama para el guión del cómic. Se sintió aliviado porque así podría seguir trabajando en ello sin recurrir a notitas y, también, porque eso aplacaba las ganas de continuar con el diario de Ladybug. Al sentarse en su mesa le echó un rápido vistazo. Había varios post-it amarillos con mensajes de Nath, le hizo sonreír. Podría haber escrito directamente en las páginas del cuaderno, pero había preferido respetar su espacio creativo y pegar notas. Leyó los dos primeros post-it en los que decía que le encantaba la idea y que ojalá se le hubiera ocurrido a él. Sintió el calor extenderse por sus mejillas y un suave cosquilleo en la boca del estómago.
Nathaniel le gustaba mucho y, aunque su primera conversación, había acabado en acusaciones y una akumatización, le alegraba saber que no le había juzgado tan mal y que se parecía bastante a la persona que él creía que era cuando le observaba de lejos.
Cerró el cuaderno en cuanto entró el profesor y se concentró en las pocas horas de clase que quedaban.
Cuando sonó el timbre anunciando el final de las clases Marc recogió sus cosas. Deseó poder irse a casa y encerrarse a escribir, pero no podía. Bajó las escaleras intentando ordenar sus ideas, estaba ensimismado, tanto, que casi chilla al notar una mano sujetándole por la manga de la sudadera.
—¿Nathaniel?
—¿Quieres que vayamos a tomar algo?
Reprimió el impulso de decir que sí, que se moría de ganas. Se frotó el brazo y le lanzó una mirada tímida.
—Hoy no puedo —musitó deseando que la expresión decepcionada de Nath desapareciese—. Tengo que hacer algo con mi madre.
—Ya, lo entiendo.
—Pero podemos hacerlo mañana como habíamos pensado, si es que te va bien.
Nath se encogió de hombros y, al hacerlo, Marc se dio cuenta de que el pelo se los rozaba. No se había fijado hasta entonces.
—¿Vives muy lejos? Puedo acompañarte hasta casa si te apetece, así hablamos un poco más.
—No llega a cinco minutos —contestó. Aunque la idea le ilusionaba le pareció extraño.
La conversación giró en torno a las clases, Marc se preguntó para qué había querido acompañarle si era de eso de lo que quería hablar. Justo cuando estaban a punto de cruzar el último semáforo antes de llegar a su casa, Nathaniel pronunció un nombre: Ladybug. Marc le miró sorprendido aún sabiendo que no debería estarlo.
—No quiero que pienses que soy raro porque me gusta Ladybug.
—No lo pienso —replicó con sinceridad.
—Sé que es una heroína y que nunca se fijará en mí. No es que tenga alguna esperanza de que eso cambie, pero...
—Marc, cariño. —Nath buscó el origen de la voz, era una mujer no muy alta con la piel muy blanca y unos chispeantes ojos verdes enmarcados por un flequillo azabache. No necesitaba preguntar quién era, el parecido con Marc hablaba por sí mismo—. ¿Quién es tu amigo?
—Mamá este es Nathaniel.
Los labios de la mujer se entreabrieron por la sorpresa y acto seguido se curvaron en una sonrisa sincera.
—Encantada de conocerte Nathaniel, mi hijo me ha hablado mucho de tus dibujos.
—¡Mamá!
El rostro de Marc estaba tan rojo como su sudadera. Nath volvió a tener aquella incómoda sensación de que su corazón se saltaba un latido. Igual no era un resfriado, igual iba a tener un infarto a pesar de ser un crío aún.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Alguien debería explicarle Nath que igual no es ni un resfriado ni un infarto, que deje de preguntarle cosas a Google.
Nos leemos.
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Viñetas de colores
FanficMarc observa de lejos a Nathaniel, no sabe cómo acercarse a alguien que ni siquiera es capaz de verle. ¿Será capaz de acercarse a él algún día?