05.- Familia

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 535.


05.- Familia

Estaba totalmente inmerso en aquel diario. Había nacido de la necesidad de escribir algo diferente y se había convertido en una válvula de escape, una manera de soltar sus sentimientos y expresarlos abiertamente. Se había vuelto algo tan personal que ya no estaba seguro de querer que alguien pudiera leerlo.

¿Qué iba a hacer cuando acabase de escribir? La idea inicial era publicarlo en línea, en alguna plataforma para fans de Ladybug, pero a lo mejor no era buena idea. Si lo colgaba en un sitio así cabía la posibilidad de que Nathaniel estuviera suscrito y lo leyera. Si aquello pasase acabaría por preguntarse qué clase de persona escribía como si fuera Ladybug enamorada de Le Dessinateur, tenía que admitir que era raro. Y por desgracia, muchos ya le consideraban demasiado raro.

—Marc, baja a cenar.

Cerró el cuaderno y lo metió bajo la almohada. Se lavó las manos y bajó las escaleras, su madre estaba sacando una fuente con patatas gratinadas del horno. Le sonrió.

—¿Dónde está papá?

—En una reunión, así que hoy cenamos tú y yo solos.

Trabajaba demasiado, estaba haciendo horas extras. Marc era consciente de que tenían problemas económicos, aunque sus padres se esforzasen en ocultárselo. Se daba cuenta de que jamás faltaba un plato de comida en la mesa, pero también que estaban elaborados con ingredientes muy básicos y baratos. Si ellos se esforzaban para que no lo notase, lo mínimo que podía hacer era fingir que no veía lo evidente.

Observó a su madre mientras servía la comida y él llevó los platos a hasta la mesa.

—Dime, cielo, ¿cómo han ido las clases? —le preguntó mientras le servía agua—. Pronto empezaréis con los exámenes, ¿verdad?

—Ya sabes, como siempre. Hemos estado repasando algunos de los temas que saldrán y hablando de hacia dónde nos gustaría dirigir nuestro futuro.

—Déjame adivinarlo —musitó la mujer señalándole con el tenedor—: escritor.

Marc rió, era fácil de adivinar, nunca había ocultado su pasión por la escritura, incluso había hecho partícipes a sus padres permitiéndoles leer sus textos.

—Justamente. La profesora lo sabía, lo había apuntado incluso antes de que llegase a contestar.

—Serás un gran escritor, cariño.

—Mamá, estoy escribiendo algo nuevo —susurró nervioso—. Quería hacer algo diferente, así que empecé a escribir algo tipo diario.

»Al principio era algo normal, pero se ha acabado convirtiendo en algo demasiado personal y no sé si quiero llegar a publicarlo online.

—¿Qué tipo de diario?

Sintió como se le encendían las mejillas.

—Es el diario de una heroína que se enamora de un antiguo enemigo. No quería que fuese muy personal, pero...

—Has estado escribiendo sobre ese compañero del instituto que te gusta.

El hecho de que Nathaniel fuese Le Dessinateur había marcado la diferencia.

—Sí y me preocupa que si llego a publicarlo él acabe leyéndolo.

—¿Y eso sería malo?

—Ni siquiera sabe que existo, cuando estamos en el mismo espacio parece que estoy condenado a que no me vea.

—Cuando llegue el momento seguro que te ve, cariño.

Pero a él cada vez le parecía menos probable que Nathaniel llegase a advertir algún día su presencia.

—Y si no, pero para él —continuó la mujer revolviéndole el pelo.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Volvemos con Marc y hoy conocemos a su madre. Me imagino a sus padres supercompresivos y abiertos.
Nos leemos.


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