22.- Sentir

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 782.


22.- Sentir

Alix le plantó un batido delante y se sentó en la silla contigua a la de Nath. Habían abandonado el Louvre para refugiarse en una heladería cercana. Terreno neutral. Un lugar en el que ni su padre ni su hermano pudiesen aparecer de repente e interrumpirles.

—Sabes que tienes que hablar con él, ¿verdad?

Nath asintió. Lo sabía de sobras.

—No serás el primero que huye tras besar a alguien. Pero lo que importa es ¿qué sientes por él? Y no vuelvas a decirme que no lo sabes.

—Es que no lo sé —replicó con el ceño fruncido.

La primera vez que Nath había mirado a Marc, Alix, se dio cuenta de que había algo diferente. Sus ojos no mostraban admiración, no le miraba como si fuera una obra de arte expuesta en un museo. Había visto a una persona que merecía atención por, simplemente, existir. No esperaba que lograse avanzar hasta aquel punto, pero lo había hecho y ahí estaba, hecho un desastre.

—Yo no soy una experta en amores —declaró encogiéndose de hombros—. Pero estoy segura de que te gusta. Y tengo que decirte que me alegro mucho de que sea así.

»Cuando te fijaste en Marinette lo hiciste porque era amable contigo. No te enamoraste de ella, sino de tu idea de cómo te hacía sentir. —Nath la miró con los ojos muy abiertos, sorprendido por aquellas palabras. Alix y él nunca habían hablado de aquello—. Después te fijaste en Ladybug y lo hiciste porque eclipsó el mundo de amabilidad de Marinette.

»No has estado enamorado de ninguna de las dos. Has disfrazado la admiración de amor y lo has hecho porque sabes que ninguna de las dos estará nunca a tu alcance.

»Y ahora está Marc —soltó y le dio un largo sorbo a su batido—. Es alguien que está ahí y que puede verte tal y como eres y que te adora, vete tú a saber por qué. Le tienes ahí, aunque prefieres no dejarte sentir algo por él.

»Estás muerto de miedo porque sería algo real, algo que te haría tener que esforzarte, arriesgarte y dejarte llevar. Terreno desconocido y alguien con quien explorarlo.

Él no se atrevió a decir nada, fijo la vista en su batido. ¿Alix tenía razón? ¿era eso lo que hacía?

—Te da miedo y lo entiendo. Pero... no sé, Marc parece una buena persona y creo que serías muy feliz si te permitieras sentir lo que sientes.

»¡Eso sí! Lo primero que tendrás que hacer es dar señales de vida para que no piense que le ignoras.

—Lo haré. Gracias.

Y pensaría en todas las cosas que le había dicho Alix.

º º º

Lo siento.
No tendría que haberme ido así.
Necesito pensar. Estoy un poco confundido, creo.
Lo siento. De verdad.

Marc respiró aliviado. Era absurdo, pero había temido que Nath se hubiese enfadado con él. Se había quedado petrificado, no había sabido reaccionar, no había esperado aquel beso. Así que, bueno, la idea de que se hubiese enfadado por su falta de respuesta empezó a crecer a marchas forzadas hasta oprimirle el pecho.

No sabía si esperaba una respuesta, aún y así se la dio:

No pasa nada.
Si necesitas hablar estaré aquí.

Bloqueó el móvil y se estiró en la cama. Tantas emociones juntas habían hecho que volviera a subirle la fiebre y el martilleo en las sienes era casi insoportable.

Sonrió ante la ironía de que estar enfermo fuese a darle a Nathaniel el espacio que pedía y necesitaba, dudaba estar recuperado para asistir a clase el lunes. No habría encuentros en el pasillo, ni secuestros en las escaleras para arrastrarle hasta el banco. Vuelta a los dos mundos que no podían cruzarse y coexistir. En parte era mejor así, porque si tuviera que volver a mirarle de lejos como lo hacía antes creía que iba a derrumbarse.

El móvil vibró a su lado. Lo miró con aprensión, pero se llenó de valor para alzarlo y comprobar la notificación de la pantalla. Era un mensaje de Alix, lo abrió:

No sé si ese idiota que tengo por mejor amigo te ha dicho algo.
Está bien y siente haber huido de ti como si fueses el mismísimo Hawk Moth. Necesita un poco de tiempo.
Mientras tanto, puedes hablar conmigo si lo necesitas. Soy buena escuchando y si necesitas una patada en el trasero te la daré encantada.

Le hizo reír. Había visto a Alix usando aquella sinceridad aplastante que parecía un auténtico golpe. Le contestó:

Estoy bien. Gracias igualmente.

Y lo estaría, en algún momento volvería a estar bien. Cuando todo aquello pasase. Cuando la situación se calmase. Cuando Nathaniel tomase su decisión, fuera la que fuese.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Este fue el primer capítulo que escribí para este fic, de aquí surgió el resto de la historia. Con este arrancamos la recta final de la trama.
Nos leemos.


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