𝟷𝟶𝟷 • 𝙴𝚙𝚒𝚕𝚘𝚐𝚞𝚎 𝙸

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[ 𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊 𝙴𝚛𝚒𝚌𝚔 ]

Han pasado 6 meses desde que la esposa de Aidan se fue. No dejo ni un rastro aparte de la carta, se sospecha que escapo con ayuda de alguien. Es bastante claro que ya tenía tiempo planeando salir.

Aidan no es el mismo desde que ella se fue. Me llena de odio verlo en silencio con la mirada perdida. Quisiera poder volver el tiempo y no dejar que Aidan se casara con ella. No entiendo cómo es que puede haber tanta maldad en una persona como para hacer eso por la persona que, según ella, ama.

Pero eso no puedes ser llamado amor. El amor no debe de doler, no debe de lastimar a ninguno de los involucrados. La odio por lo que ha hecho, por abandonar al hombre que prometió cambiar cielo, mar y tierra por ella.

Ella espero a que Aidan estuviera en la cima, que fuera más feliz que nunca, así cuando lo obligará a caer, el golpe a la realidad fuera más duro que nunca. Y Aidan, como un idiota, no para de buscarla aunque ha pasado tanto tiempo. Ni siquiera la familia de T/n sabe el paradero de su hija, parece como si nunca hubiera existido o habitado la tierra.

He intentado animarlo, lo he llevado a distintos lugares e incluso he tomado el atrevimiento de presentarle a nuevas mujeres, pero Aidan simplemente las ignora, no hay mujer a quien no le muestre su anillo de matrimonio cuando se muestran interesadas en él.

Es como un perro domesticado esperando fielmente por su dueño. Ahora entiendo porque jamás me dio buena espina esa mujer, se encargo de domesticarlo para que esperara por ella el tiempo que a ella se le diera la gana.

Lo que más me duele, es cuando llora. Se arrepiente de todo lo que ha hecho cuando toma. Pide perdón una y otra vez. A inicios del año, entre el 12 y 18 de Enero, fue cuando busco con más urgencia a T/n, buscando en todos los hospitales que pudiera, con la esperanza de encontrarla ahora con su hijo en brazos.

Me lástima escucharlo rogarle a Dios que lo deje ver a su hijo. Se que eso es lo que más le duele, no poder conocer a la principal razón por la que trato de seguir adelante. No poder cargar a su hijo... Al niño que le dio una segunda oportunidad para vivir.

A Aidan le importa tan poco el resto de personas que incluso cuando le informe que los hermanos de Anahí pagaron para sacarla de la cárcel, ni siquiera se inmutó. Él trabajo tanto para tenerla ahí encerrada de por vida, sin embargo cuando la sacan a él no le importa.

Mesera: su café

Erick: gracias -sonrio agradecido y tomo del café, esperando con ansias a la persona que me pidió hablar, miro el reloj seguido, notando que han pasado 6 minutos a la hora acordada- mierda

Con algo de molestia me levanto, apunto de salir de la cafetería, cuando la puerta de la cafetería se abre y entra una mujer apresurada, lleva una carreola y está usando unos lentes oscuros, al mirarme sonríe y se acerca con rapidez.

Vuelvo a sentarme y muevo su silla para que se le haga más fácil sentarse.

Anahí: lo siento, ¿esperaste mucho?

Erick: estaba por irme -la miro. Su cabello que solía ser tan largo como para llegar debajo de su cintura, ahora está por encima de sus hombros- tardaste mucho

Miro fijamente la carreola con curiosidad mientras ella se sienta. ¿Tiene un hijo? Ella se ríe, causando intriga en mi, la miro con seriedad notando que ella me mira.

Anahí: lamento pedirte que nos viéramos tan derrepente y... Gracias por aceptar verme

Erick: no te emociones -aparto la mirada- estoy aquí solo para asegurarme de que no vuelvas a hacerle daño a Aidan, nada más

𝐌𝐲 𝐰𝐚𝐲𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐰𝐢𝐟𝐞 𝐀.𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora