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ESCENA II: El Pasado Nos transportamos al año 3051, donde DeathGreen, un niño de apenas doce años, reside con su madre en el desolado país de Gronguishe. Después del tumultuoso divorcio con su padre, la madre de Green lucha por mantener a flote a su familia en un lugar donde las oportunidades escasean. En un día soleado pero opresivo, madre e hijo se aventuran por las polvorientas calles de su ciudad natal. La madre de Green señala con cariño una estatua en el centro de la plaza, dedicada a Nelferor, el descubridor del país. La estatua, desgastada por el paso del tiempo, aún irradia una sensación de esperanza y determinación. • "Mira, hijo, allí está la estatua de Nelferor", susurra la madre de Green con un toque de nostalgia en su voz. La inocencia radiante de Green responde con entusiasmo: • "¡Mami, cuando sea grande quiero ser como uno de los grandes liberadores!" La madre de Green sonríe con ternura, sus ojos llenos de orgullo y preocupación por el incierto futuro que enfrentan. Continúan su paseo por las concurridas calles, donde el bullicio del mercado contrasta con la tristeza que ocultan sus rostros. A medida que avanzan, un vagabundo se cruza en su camino, suplicando por ayuda con una voz ronca y desgastada por la vida en la calle. La madre de Green, con el corazón apretado por la compasión, lamenta no poder ofrecer más que unas pocas palabras de consuelo. • "Lo siento, estamos muy cortos de dinero", murmura la madre de Green con tristeza. El vagabundo comparte su propia historia de desesperación y desamparo, revelando la cruda realidad de aquellos que son olvidados por la sociedad. Mientras tanto, en el banco cercano, una serie de explosiones y disparos interrumpen la tranquila rutina de la ciudad. El caos estalla a su alrededor mientras las personas corren despavoridas en busca de refugio. La madre de Green, instintivamente, guía a su hijo hacia un callejón oscuro, donde se esconden temblando de miedo. El aire está lleno de humo y el sonido de los disparos retumba en sus oídos, recordándoles lo frágil que es su existencia. De repente, emerge de las sombras el temido villano FireOrDark, con su presencia amenazadora y su arma letal en mano. La madre de Green, paralizada por el terror, intenta negociar con el villano para proteger a su hijo. • "Dame el dinero ahora mismo, o pagarás las consecuencias", gruñe FireOrDark con un tono amenazante. Con manos temblorosas, la madre de Green entrega su modesta suma de dinero y un teléfono celular roto como pago por su vida y la de su hijo. Pero la ira del villano no conoce límites, y exige más de lo que pueden ofrecer. • "¡¿Crees que esto es un juego?! ¡Maldita sea, dame lo que quiero!", rugió FireOrDark, con los ojos llenos de furia. Sin darle tiempo para responder, FireOrDark dispara a quemarropa contra la madre de Green, cuyo cuerpo cae sin vida al suelo, dejando a Green desamparado y lleno de dolor y rabia. El sonido de las sirenas de la policía se acerca, y FireOrDark huye del lugar, dejando a Green solo en su dolor. • "¡Ven conmigo, corre!", grita un oficial de policía, pero Green, paralizado por la tragedia, se queda en el suelo, con el corazón roto y los ojos llenos de lágrimas. En medio de su dolor, un periódico se desliza sobre su rostro, con la noticia de la MegaRespiración destacada en la portada. Green, con el corazón destrozado pero una determinación incandescente, se levanta con renovada fuerza. Con la imagen de su madre grabada en su mente y el odio hacia FireOrDark ardiendo en su interior, se encamina hacia la biblioteca de Multonishe con pasos decididos. Cada paso que da está impregnado de una voluntad inquebrantable, determinado a encontrar respuestas y el poder necesario para hacer justicia en un mundo despiadado y cruel. Con los puños apretados y los dientes apretados, se adentra en el oscuro laberinto de libros, preparado para cualquier sacrificio con tal de alcanzar su objetivo final: la venganza.
