3 |Capitulo Tres : Kimi y Olivia

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— ¿Y cómo es Olivia, Ollie? La ha estado rompiendo en estas carreras — me preguntó Kimi mientras caminábamos hacia el área de entrenamiento.

— Es una chica increíble. Me cayó bien desde el día que la conocí, de hecho — respondí.

— ¿La vez que te contó ese chiste tan malo? — mencionó con una leve risa.

Recordé aquel día en que Olivia fue a firmar el contrato y compartimos unos minutos mientras esperábamos.

— Sí, precisamente por eso me cayó bien — reí al decirlo.

Kimi se rió también.

— ¿Y es cierto el rumor de que vas a correr en el GP de Arabia Saudita? — preguntó entusiasmado y a la vez dudoso.

— Sí, estoy esperando que comiencen las prácticas — respondí con una sonrisa entusiasta.

— ¿Y Olivia va a ir? — preguntó él, algo que me pareció sospechoso.

— No lo sé, quizás sí, por su padre. Pero, ¿por qué tanto interés en Olivia? ¿Acaso te gusta? — pregunté curioso.

— Amigo, esa pregunta ofende. No la conozco demasiado, pero se me hace linda. Aún no he tenido la oportunidad de hablar con ella para conocerla — respondió.

— Vaya, no me lo esperaba, pero quizás pueda ayudarte — le di una sonrisa.

Después de entrenar un rato, cuando íbamos saliendo, nos encontramos con Olivia.

— ¡Hey, Olivia! — la saludé — No sabía que estarías por aquí hoy — comenté.

— Oh, es que olvidé unas cosas — respondió ella.

Notó la presencia de Kimi.

— Cierto, Olivia, él es Kimi. No sé si ya lo conoces.

— Oh, sí, Kimi, te he visto pero nunca se me ha dado por presentarme. Mucho gusto, soy Olivia — saludó ella.

Kimi, por unos segundos, no supo qué responder hasta que le di un codazo. Soltó un leve quejido y luego se presentó.

— Mucho gusto, Olivia — dijo Kimi, un poco nervioso.

— ¿Les gustaría acompañarme a comer pizza? — preguntó Olivia, sonriendo.

— Claro, eso suena genial — respondí rápidamente.

Mientras caminábamos hacia la pizzería, no pude evitar notar que Ollie nos seguía con una expresión mezcla de curiosidad y algo más que no podía descifrar. Durante la cena, Olivia y Kimi comenzaron a hablar animadamente. Me alegraba ver que se llevaban bien, aunque me sentí un poco incómodo al sentirme algo excluido.

Justo cuando pensábamos que la noche estaba llegando a su fin, Olivia miró su reloj y dijo:

— ¡Oh! Casi se me olvida, mañana tengo una reunión importante temprano. Debo irme.

Kimi la miró con una mezcla de sorpresa y decepción.

— Vaya, qué lástima. Justo cuando la conversación se estaba poniendo interesante — dijo Kimi con una sonrisa.

Olivia le devolvió la sonrisa mientras se levantaba de la mesa.

— Bueno, siempre podemos continuar la charla otro día. Me encantaría seguir conociéndote, Kimi — dijo ella.

Kimi asintió, visiblemente animado por sus palabras.

— Definitivamente, eso suena genial — respondió.

Después de despedirnos de Olivia, Kimi y yo nos quedamos un rato más, hablando sobre la carrera en Arabia Saudita y los próximos entrenamientos. Pero no pude evitar tener una sonrisa algo forzada.

— Parece que alguien tuvo una buena noche — le dije a Kimi, dándole una palmada en el hombro.

Kimi se rió y asintió.

— No puedo negar que Olivia me dejó una buena impresión. Veremos qué pasa.

Al salir del restaurante, el aire fresco de la noche nos recibió, y mientras caminábamos hacia nuestros autos, ambos estábamos llenos de expectativas para lo que vendría.

Mientras conducía de regreso a casa, mi mente se llenaba de pensamientos. Sentía una mezcla de emociones que no terminaba de comprender del todo. La historia entre Olivia y Kimi apenas comenzaba, y aunque me alegraba por ellos, no podía ignorar una pequeña punzada extraña que me sorprendía a mí mismo. Estaba claro que tendría que lidiar con esos sentimientos y, tal vez, averiguar qué significaban realmente.

Mellitus: drive for my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora