17| Capitulo diecisiete: Desaparición en Suzuka

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El Gran Premio de Japón había sido un evento memorable. Las luces del circuito de Suzuka brillaban intensamente bajo el cielo nocturno mientras los fuegos artificiales estallaban en celebración de la victoria de Olivia Pérez. Había sido una carrera intensa y emocional, y Olivia había mostrado una destreza impresionante al volante, llevándose la bandera a cuadros para Red Bull. Los fans en las gradas vitoreaban y agitaban sus banderas, coreando su nombre.

Después de la ceremonia de premiación y las entrevistas de rigor, Olivia se unió a la fiesta de celebración organizada por su equipo. El ambiente era electrizante; la música retumbaba y las risas llenaban el aire. Oliver Bearman, el joven piloto de Ferrari, estaba presente también, compartiendo en la euforia del momento. Ambos habían desarrollado una relación cercana durante la temporada, y aunque aún no habían confesado sus sentimientos, las chispas eran innegables.

En la pista de baile, Olivia y Oliver se movían al ritmo de la música, riendo y disfrutando del momento. La proximidad entre ellos aumentaba la tensión, y en un instante, estuvieron lo suficientemente cerca como para que sus rostros casi se tocaran. Sin embargo, ninguno de los dos estaba seguro de dar ese paso y cruzar esa línea. La multitud a su alrededor no ayudaba a calmar sus nervios, y ambos decidieron mantener las cosas tal como estaban.

—¿Te diviertes? —preguntó Oliver, inclinándose un poco para que Olivia pudiera oírle por encima de la música.

—Sí, mucho —contestó ella, mirándolo a los ojos. Había algo en su mirada que la hacía sentir segura, a pesar del caos a su alrededor.

—Me alegra escuchar eso. Te mereces esta celebración —dijo Oliver, apretando suavemente su mano.

La noche continuó con risas y bailes, pero eventualmente, el agotamiento de la carrera comenzó a pasar factura. Olivia decidió que era hora de retirarse a su motorhome para descansar. Se despidió de Oliver con un abrazo, prometiéndole que hablarían pronto.

De camino a su motorhome, Olivia sintió una mezcla de emociones: la euforia de la victoria, la calidez de la compañía de Oliver, y una creciente inquietud que no lograba identificar del todo.

Cuando llegó a su motorhome, notó que las luces estaban encendidas. Al acercarse, escuchó la voz de su padre, Sergio "Checo" Pérez, que estaba al teléfono.

—No te preocupes, lo del dinero seguirá en pie,seguiré pagando por su asiento.

Olivia se quedó paralizada al escuchar esas palabras. ¿Comprado su asiento? ¿Su éxito no era realmente suyo?

—Sí, entiendo. Pero me aseguraré que siga para siempre en Red Bull—continuó Checo, ajeno a la presencia de Olivia.

Con el corazón latiendo en sus oídos, Olivia retrocedió lentamente, tratando de asimilar lo que acababa de escuchar. Toda su vida había creído que sus logros eran fruto de su esfuerzo y talento, pero ahora todo se desmoronaba.

Retrocedió unos pasos, asegurándose de no hacer ruido, y se dirigió a su habitación. Se sentó en la cama, todavía en shock, intentando procesar la conversación que había escuchado. Su mundo entero parecía desmoronarse alrededor de ella. Las imágenes de las victorias pasadas y los momentos de esfuerzo y sacrificio pasaban por su mente, ahora teñidos por la duda y la desconfianza.

Sin decir una palabra, se dirigió a su armario y comenzó a empacar sus maletas. No podía quedarse allí, no después de lo que había descubierto. Con lágrimas en los ojos y la mente hecha un torbellino, tomó sus pertenencias esenciales y salió silenciosamente del motorhome, dirigiéndose al aeropuerto.

Ella se dirigió hacia la entrada del circuito, tratando de pasar desapercibida. Sin embargo, algunos fans que aún merodeaban por la zona la reconocieron. A pesar de la distancia y la oscuridad, los flashes de las cámaras comenzaron a iluminar la noche.

—¡Es Olivia! ¡Está aquí! —gritó un fan.

—¿Por qué lleva una maleta? —preguntó otro, mientras tomaba fotos apresuradamente.

Las fotos de Olivia caminando sola, con la maleta en la mano, comenzaron a circular rápidamente en las redes sociales. En cuestión de minutos, los rumores y especulaciones empezaron a volar.

"¿Olivia Pérez deja Red Bull?"

"¿Problemas entre Olivia y su padre?"

Mientras tanto, el rumor del casi beso entre Olivia y Oliver también comenzó a circular en las redes sociales. Los fans se volcaron a las plataformas, comentando y compartiendo videos del momento en la pista de baile. La noticia de que Olivia había dejado el circuito también comenzó a difundirse, creando un torbellino de especulaciones.

En el aeropuerto, Olivia compró un boleto para el primer vuelo disponible, sin importarle el destino. Solo quería alejarse de todo y de todos. Mientras el avión despegaba, Olivia miró por la ventana, sintiendo que dejaba atrás no solo Japón, sino también una parte crucial de su vida.

Oliver, por su parte, se quedó en la fiesta un poco más, disfrutando de la compañía de sus compañeros de equipo y amigos. Sin embargo, no podía dejar de pensar en Olivia. Decidió enviarle un mensaje, esperando que ella estuviera bien.

"Felicidades de nuevo por la victoria. Espero que estés descansando. Hablamos mañana :)".

Pero al recibir el mensaje, Olivia solo pudo sentir más dolor. Apagó su teléfono, decidida a enfrentar este desafío sola.

La noche en el aeropuerto fue larga y solitaria para Olivia. Sentada en una silla de la sala de espera, intentaba encontrar un sentido a todo lo que había escuchado. ¿Qué significaba todo esto para su carrera? ¿Podría alguna vez volver a confiar en su padre y su equipo?

Mientras tanto, Oliver comenzó a preocuparse seriamente. Intentó llamarla varias veces, pero siempre iba directo al buzón de voz. Finalmente, decidió hablar con su compañero de equipo, Charles Leclerc.

—Charles, ¿has visto a Olivia? —preguntó Oliver con preocupación en su voz.

—No, no desde la fiesta. ¿Por qué? —respondió Charles, notando la seriedad en el rostro de Oliver.

—Estoy preocupado. No responde a mis mensajes ni a mis llamadas. —Oliver mostró su teléfono a Charles, quien frunció el ceño.

—¿Quieres que la busquemos? —sugirió Charles, ya listo para actuar.

—No sé dónde podría estar. Quizás deberíamos preguntar a su equipo. —Oliver se dirigió rápidamente hacia el área de Red Bull, con Charles siguiéndolo de cerca.

En el área de Red Bull, encontraron a Max Verstappen, quien también parecía preocupado.

—Oliver, Charles, ¿qué hacen aquí? —preguntó Max, sorprendido al verlos.

—Estamos buscando a Olivia. No responde a nuestras llamadas ni mensajes. —explicó Oliver.

—Sí, nosotros también estamos preocupados. Nadie la ha visto desde que se fue de la fiesta. —Max se pasó una mano por el cabello, claramente inquieto.

—¿Han revisado su motorhome? —preguntó Charles.

—Sí, no está allí y su maleta no está. —dijo Max, lo que hizo que Oliver y Charles intercambiaran una mirada de preocupación.

—Vamos al aeropuerto. Si se ha ido, ese sería el lugar más lógico para encontrarla. —sugirió Oliver, y todos estuvieron de acuerdo.

Mientras tanto, en el avión, Olivia miró por la ventana, sintiendo una mezcla de dolor y determinación.










Nota de la Autora: chau,no me gustó como platee el capítulo pero pues Nimodo 😞

Mellitus: drive for my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora