10 | Capítulo Diez:Revelaciones

688 75 8
                                    


Olivia se encontraba en uno de los asientos de la barra que se encontraba en la cocina, mientras estaba preparando su inyección. Oliver, quien iba entrando a la cocina, miró con curiosidad lo que hacía su amiga.

— ¿Qué es eso? — preguntó.

— Insulina —respondió Olivia, concentrada en inyectarse.

— ¿Insulina? — preguntó Oliver, dudoso.

— Sí. Con lo que cenamos ayer me elevó la glucosa y ahora tengo que inyectarme.

— Entonces, ¿tienes diabetes? — preguntó Oliver.

Olivia asintió con la cabeza.

— Dios, no lo sabía. ¿Por qué no me lo dijiste? Podría haber evitado que se te elevara la glucosa.

— No me gusta comentar sobre ello y no te preocupes, tenía permiso para consumir azúcar de vez en cuando, no constante, pero al parecer los alimentos de ayer tenían mucha azúcar.

Olivia se levantó y guardó su insulina en el refrigerador.

— Por cierto, ¿crees que puedes esperarme un rato más aquí para que luego te llevemos al aeropuerto? Tengo una cita con el doctor ahora.

Oliver quedó pensativo.

— ¿Y si mejor te puedo acompañar? —propuso.

Olivia se sorprendió por la pregunta.

— Claro —respondió.

Después, ambos se subieron al carro de Olivia, conducido por su chofer personal, y fueron al hospital. Se encontraron con algunos fans y se tomaron fotos con ellos. Luego, Olivia pasó un rato con el doctor mientras Oliver la esperaba, entreteniéndose viendo publicaciones y tweets sobre el evento de la noche anterior. Después, apagó su celular y decidió pasear por el hospital. En una de las habitaciones, escuchó unos chillidos y se acercó para ver a una bebé.

— Es linda, ¿no? —comentó Olivia, que había aparecido a su lado.

— Sí, ¿la conoces? —preguntó Oliver.

— Sí, ella fue una bebé que nació antes de que yo entrara en la Fórmula 2, cuando estuve un rato hospitalizada.

— Pero eso ya tiene varios meses, ¿por qué sigue aquí?

— Su madre falleció cuando nació y nunca se supo del paradero del padre ni de algún familiar. Ella es la razón por la que vengo a este hospital.

— ¿A qué te refieres?

— Yo antes tenía visitas de los doctores en mi casa o en las carreras para revisarme y todo eso, pero tomé la decisión de seguir viniendo aquí, para verla.

— ¿Por qué?

— Le he tomado cariño, tiene algo especial. Y tengo el deseo de, cuando sea mayor, poder adoptarla.

Oliver seguía escuchando atentamente a Olivia.

— ¿Adoptarla?

— Sí, en mi vida no tenía planes de tener hijos en el futuro, y si los tenía, serían adoptados, ya que no quiero correr el riesgo de que contraigan mi diabetes. Y al conocer a esta bebé... solo quisiera ser mayor para cumplir mi sueño, aunque mi padre me dijo que me lo permitiría si me caso o, al menos, cuando tenga por lo menos 25 años.

En eso apareció una enfermera.

— Jóvenes, ¿me harían el favor de retirarse?

Ambos se retiraron y después se fueron al carro para ir al aeropuerto y dejar a Oliver. Oliver solo pensaba en todo lo que le había contado Olivia hasta que llegaron.

— Te veo pronto, Ollie —dijo Olivia, despidiéndose de él.

Él también se despidió y luego se fue.

Oliver se encontraba algo inquieto durante el trayecto de regreso. La conversación con Olivia lo había dejado pensativo. Había descubierto un lado de ella que desconocía por completo, y la idea de que estuviera lidiando con una condición médica seria lo golpeó con fuerza. No podía dejar de preguntarse qué más desconocía sobre su amiga.

Una vez en casa, Se sentó en el sofá de la sala de estar, con la mirada perdida en el vacío. El sonido del reloj de pared llenaba la habitación con su tic-tac constante, recordándole que el tiempo seguía avanzando, incluso cuando él se sentía atascado en sus pensamientos.

Recordaba la conversación con Olivia. Su decisión de querer adoptar a la bebé en el hospital lo había conmovido profundamente. ¿Cómo podía alguien ser tan generoso, tan desinteresado en su deseo de ayudar a otros? Oliver se sintió mas atraido por ella,al ver la hermosa persona que es Olivia .

Ahora, más que nunca, quería estar ahí para ella, apoyarla en todo lo que necesitara por lo de su enfermedad.

Tomo su teléfono y le marco a olivia desde su celular y ella respondió.

— Ollie? —respondió ella a través del teléfono.

— hola liv —respondió.

— ¿que tal tu regreso a casa,todo bien?

Oliver asintió, mientras miraba a liv desde la videollamada

— Oye liv... Quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que sea.

Olivia sonrió, agradecida por las palabras de Oliver.

— Gracias, Oliver. Significa mucho para mí. No es fácil hablar de estas cosas, pero sé que puedo confiar en ti.

Ambos se sumergieron en una conversación profunda, compartiendo sus pensamientos y sentimientos como nunca antes lo habían hecho. A medida que la noche avanzaba, su vínculo se fortaleció al igual que se aumentaba la química entre ellos.

Al final, Oliver colgó la llamada sintiéndose  más cerca de Olivia de lo que nunca había estado, y sabía que sus sentimientos estaban creciendo pero ahora no sabía que hacer y por supuesto que aún no está listo para hablarlos con liv.

Mellitus: drive for my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora