20 | Capitulo Veinte: Recuerdos en el Caos

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El ajetreo de la temporada continuaba, y el equipo se trasladó a la siguiente carrera, en el circuito de Silverstone. A pesar de la tensión no resuelta entre Olivia y Oliver, ambos se mantenían enfocados en sus entrenamientos y preparación.

El circuito británico era conocido por sus curvas rápidas y el clima impredecible, lo que siempre añadía un extra de emoción y peligro a cada sesión en la pista.






El sol brillaba intermitentemente entre las nubes, creando sombras que se movían rápidamente por el asfalto. Olivia estaba realizando una vuelta rápida cuando un fallo en la suspensión la obligó a regresar al garaje antes de lo planeado.

—¡Liv! ¿Estás bien? —gritó Kiley mientras Olivia salía del coche.

—Sí, solo un susto —respondió Olivia, quitándose el casco y sacudiéndose el sudor de la frente.

Oliver, que había terminado su sesión antes, se acercó para ver qué había sucedido. A pesar de la tensión, no podía evitar preocuparse por Olivia.

—¿Qué pasó? —preguntó con seriedad.

—Problemas con la suspensión. Nada grave, pero preferí no arriesgarme —explicó Olivia.

—Buena decisión. La seguridad primero —asintió Oliver, con una mirada de alivio.

Más tarde, mientras el equipo trabajaba en las reparaciones, Olivia decidió hacer una pausa y tomar algo de aire fresco. Caminando por el paddock, se encontró con Oliver, quien parecía estar buscando un lugar tranquilo también. Ambos se dirigieron a una zona menos concurrida, intentando despejar sus mentes.

—A veces, necesito alejarme del ruido —dijo Olivia, suspirando mientras se sentaba en un banco cercano.

—Te entiendo. Esto puede ser abrumador —respondió Oliver, sentándose a su lado.

De repente, un ruido fuerte los sobresaltó. Ambos giraron la cabeza al mismo tiempo y, en su sorpresa, tropezaron entre sí. Oliver perdió el equilibrio y, en un intento por no caer, atrapó a Olivia, que también estaba a punto de caerse. El movimiento los dejó en una posición incómoda, con Oliver sosteniendo firmemente a Olivia, sus rostros a solo centímetros de distancia.

El mundo pareció detenerse. En ese instante, ambos recordaron aquella noche en la discoteca. La proximidad, el calor, la confusión... y finalmente, el beso. El reconocimiento fue casi instantáneo.

—Olivia... —murmuró Oliver, sin apartar la mirada de sus ojos.

Olivia, sorprendida y con el corazón acelerado, susurró

—Fue tú... el chico del beso... eras tú.

Oliver asintió lentamente, el alivio y la angustia mezclándose en su expresión.

—Sí.. ahora lo recuerdo,fui yo... perdóname liv,no fue mi intención,de verdad.

—No es tu culpa. Ambos estábamos... fuera de nosotros —respondió Olivia, su voz temblorosa pero sincera.

Se quedaron en silencio por un momento, la cercanía creando una burbuja de intimidad que contrastaba con la tensión de las últimas semanas. Finalmente, Oliver la soltó suavemente, pero no se apartó mucho.

—Desde hace mucho, no he dejado de pensar en lo que siento por ti, Olivia —confesó Oliver, su voz baja pero decidida.

Olivia lo miró, sintiendo que una carga se levantaba de sus hombros.

—Yo también, Oliver. Pero no sabía cómo decírtelo.

—Tal vez no fue el mejor comienzo, pero al menos ahora lo sabemos —dijo Oliver, con una pequeña sonrisa.

Mellitus: drive for my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora