Mellitus: drive for my life

12 | Capitulo Doce : Entre la Nieve y los Sentimientos

Olivia se encontraba en la ladera nevada, grabándose para un nuevo vlog después de varios años de haber dejado de subir contenido a su canal de YouTube. El aire frío y limpio de las montañas llenaba sus pulmones, y su corazón latía con emoción al volver a conectarse con su audiencia.

—¡Hola a todos! —dijo alegremente a la cámara—. Sé que ha pasado mucho tiempo desde mi último vlog, pero estoy muy emocionada de estar de vuelta. Y hoy, tengo algo muy especial para ustedes. ¡Estamos en las montañas con el equipo de PREMA! —giró la cámara para mostrar a los chicos jugando en la nieve a unos metros de ella.

El equipo estaba lanzándose bolas de nieve y riendo, disfrutando del día libre. La camaradería y la diversión eran evidentes en cada movimiento y risa.

—Y bueno, ahorita los chicos están jugando en la nieve —continuó Olivia, girando nuevamente la cámara hacia ellos. De repente, notó que Kimi estaba caminando de regreso hacia donde ella estaba.

—Y ahí está Kimi. ¡Hola, Kimi! —saludó mientras seguía grabando.

Kimi la miró brevemente con una expresión seria y luego desvió la mirada, continuando su camino sin decir nada. La frialdad en su actitud la tomó por sorpresa.

—Hmm, parece que alguien no está de humor hoy —dijo a la cámara con una risa nerviosa, tratando de restar importancia a la situación—. Bueno, seguiré grabando más tarde. ¡Nos vemos pronto! —dijo, cerrando el vlog y guardando la cámara en su bolso.

Desconcertada por la actitud de Kimi, Olivia decidió seguirlo. Lo alcanzó mientras él se dirigía hacia un sendero más apartado.

—Ey, Kimi, ¿todo bien? —preguntó ella, tratando de romper el hielo.

Kimi no respondió, manteniendo su mirada fija en el suelo mientras caminaba. Olivia, al ver que seguía sin hablar y con esa actitud seria, se sintió más preocupada.

—Kimi, ¿de verdad qué tienes para ignorarme así? Desde ayer has estado raro conmigo. ¿Hice algo?

Kimi se detuvo abruptamente, obligando a Olivia a detenerse también. Luego, señalando el collar de estrella que Oliver le había regalado, dijo con seriedad:

—Esto.

Olivia lo miró, sorprendida y confundida por la intensidad de su tono.

—Kimi, Oliver me lo regaló, igual que tú me diste tu anillo. Son regalos de amigos.

Él bufó con desdén, su rostro mostrando una mezcla de frustración y tristeza.

—¿Amigos? Entonces, Liv, ¿por qué llevas puesto el collar de él y no el anillo que te di?

Olivia se quedó en silencio, sin saber qué decir. Las palabras se le atascaban en la garganta, incapaz de encontrar una respuesta adecuada.

—Por eso —continuó Kimi, dispuesto a marcharse, pero Olivia lo detuvo, agarrando suavemente su brazo.

—Kimi, no lo entiendo. Habíamos aclarado las cosas.

Kimi la miró, sus ojos brillando con una mezcla de dolor y esperanza.

—Exacto, pero tú también, Olivia. Al inicio de este viaje me has tratado como si quisieras algo más.

Olivia recordó y se dio cuenta de que quizás había estado enviando señales confusas. Kimi era un chico lindo y especial, y sí, le gustaba, pero no tanto como Oliver.

—Entonces, Liv, necesito que seas sincera y me aclares qué es esto.

Olivia se quedó en silencio, pensando. Kimi era alguien especial para ella y le gustaba, pero sus sentimientos por Oliver eran más intensos, aunque parecía imposible que algo sucediera entre ellos. Oliver nunca había dado señales claras de que sintiera lo mismo, y había muchas barreras entre ellos.