𝗢𝘂𝘁𝗲𝗿 𝗯𝗮𝗻𝗸𝘀 || 𝑹𝒂𝒇𝒆 𝑪𝒂𝒎𝒆𝒓𝒐𝒏 𝒚 𝒕𝒖

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Rafe: no, no. No puede estar pasando esto, no puede ser real. - Sarah va llorando hacia Rafe y ambos se dan un abrazo -

Pope: ¡John B! ¡T/n! - corrimos hacia nuestro padre -

En ese momento lo ayudamos a levantarse y todos nos largamos de allí para llegar al bote en el que volveríamos. Una vez allí mi padre ya se encontraba muy mal, no podía mantener sus ojos abiertos.

John B: oye, papá. Resiste, ¿sí?

T/n: vas a estar bien. - sostuve su mano llenando las mías de sangre -

Big John: pero lo hicimos juntos, mis niños. Solo... tal como siempre lo he deseado. - dice débil -

T/n: si, papá.

John B: lo hicimos..

Big John: oye, Rafe. Ven aquí, niño. - él se acerca y mi padre sostiene mis manos con las suyas -

Big John: sé que no hemos tenido tiempo de conocernos, y no he intentado aceptarte ni un poco. Pero porfavor, cuida a mi hija. Puedo ver que ambos se aman, eso no lo dudo. Entonces confiaré en que siempre estarás para ella.

Rafe: así es, señor.

Big John: prométemelo.

Rafe: lo prometo. Así será. La amo más que a nada.

Big John: me alegra escuchar eso.

Big John: ahora, Sarah. Ven aquí. - sostiene las manos de John B y Sarah -

Sarah: estoy aquí, Big John.

Big John: Bird, no la dejes ir.

John B: no lo haré. - Sarah quita sus manos y yo volví a sostener las manos de mi padre junto con mi hermano -

Big John: sé que no fui un gran padre.

John B: no sigas.

T/n: ya detente.

Big John: pero ustedes fueron los mejores hijos que cualquier padre podría desear. Quiero que lo sepan. - comencé a llorar -

John B: puedes decírmelo cuando lleguemos a casa. Ya casi llegamos.

Big John: está bien.

John B: oye, papá, mira esto. - pone el oro sobre él -

John B: tú lo lograste.

T/n: jamás estuvimos tan orgullosos, papá. Cumpliste tu sueño. Y eres el mejor padre, te amo mucho.

John B: te amamos muchísimo. - nos miramos entre lagrimas -

Big John: yo también los amo. Nos vemos en casa, mis niños.

En ese momento, mi padre cerro sus ojos, y murió. No tarde en darme cuenta de eso y comenzar a llorar sin poder parar. John B y yo nos mantuvimos abrazados por todo el trayecto.

Al llegar a casa, le hicimos un funeral a mi padre. Tal y como el se lo merecía. Luego de unos días de luto, teníamos que seguir pensando en como terminar lo que mi padre inició.