"Enemy" Pt. 4

930 120 8
                                    

[contenido/TW: +18, Dark Fiction, Angst, gore, lenguaje vulgar, violencia canon de CoD: MW2, friends to enemies; muerte, traición, desgaste de la salud mental de reader, secuestro, tortura
Agarren su traductor xd]

[contenido/TW: +18, Dark Fiction, Angst, gore, lenguaje vulgar, violencia canon de CoD: MW2, friends to enemies; muerte, traición, desgaste de la salud mental de reader, secuestro, torturaAgarren su traductor xd]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Han pasado un par de días desde tu secuestro, secuestro ya que te han mantenido cautiva por todo ese tiempo; no sabes en dónde estás, si es día o noche, ni siquiera hay televisión, radio o diarios. Pero... eres tratada con respeto, bastante irónico que el 'enemigo' te trate bien y quiénes eran tus 'amigos', no lo hicieron.

La comida es siempre lo que tú pides, la ropa es de tu agrado y aunque siempre te mantienen vigilada por un hombre llamado Diego, Valeria te ha dado bastantes libertades y privilegios.

-

Semanas después cuando ya te has recuperado, le has pedido ha Valeria seguir con tu entrenamiento, a lo que acepto. También han sido días en los que has tenido que acostumbrarte a tener una prótesis que intenta remplazar tu dedo meñique. Las pesadillas aunque recurrentes, no te distraen de tu objetivo.



[...]



Mientras entrenas, decenas de recuerdos mixtos llegan a ti. Desde los buenos momentos hasta la tortura sufrida a manos de tu equipo, te culparon de quebrantar la lealtad, pero fue al revés. La guerra comenzó a llevarse tu salud mental, tus amigos te la quitaron por completo.

—No hagas eso— la mujer habla en voz alta, sacándote del trance en el que estabas, detienes el movimiento del saco de boxeo y volteas para ver a Valeria.

Con una cara de desaprobación se acerca hasta ti, abre la botella de alcohol y deja caer el líquido sobre tus manos sangrantes.

—Las prótesis son muy caras, no quiero ir remplazando dedo por dedo— sonríe al escuchar tu gemido de dolor.

—Perdón— miras a la mujer, la diferencia de altura no es tan grande pero aún así, ella logra lucir imponente, sus músculos sobresalen incluso sobre su ropa.

—¿Quieres tocar?— la mujer te da una de sus características sonrisas.

—¡¿Qué?! Uh... yo... no...— dices sobresaltada, mirando a otro lado.

—I was kidding, vamos a curarte esas heridas así que primero vete a dar un baño— la mujer se da la vuelta, dejándote a solas nuevamente.

Miras a tu alrededor, ahora consciente de la sangre esparcida en el suelo, el saco de boxeo y tu cuerpo. Suspiras, buscando en la habitación algo para limpiar y cuando te encuentras frente a un espejo, puedes ver tu rostro completamente rojo y sabes que no es solo por el ejercicio.

-

Una hora después vas hasta la oficina de Valeria en donde trata las heridas de tus manos y después comienzan a charlar seriamente.

Hablan de tu culpa, de tu odio, incluso sientes nostalgia pero al final las palabras de Valeria, logran meterse en tu mente.


"No es venganza, es justicia".

Valeria te ha hablado de los últimos movimientos que ha hecho la 1-4-1. Te han buscado en segundo plano, pero aún así siguen con su plan de ir detrás de 'El Sin Nombre' y Garza te ha dicho que les darán lo que quieren.



[...]


El hombre continúa despejando la casa segura, caminando de un lado a otro sigilosamente. Pero su suerte termina al entrar a la habitación principal, detectando que algo raro ocurre, voltea rápidamente a la dirección de la otra persona presente, apuntando con su pistola Glock.

—¡¿Quién eres?!— el soldado del S.A.S reclama una respuesta que no obtiene por el momento.

El otro hombre vestido con ropa táctica negra solo mira al soldado, sin decir o expresar nada.

El soldado percibe que hay alguien detrás de él, pero ya es demasiado tarde, ya que cuando quiere girarse, le disparas con una taser para inmovilizarlo.
Miras con desdén como el soldado cae al suelo y que a pesar de no poder moverse correctamente, comienza sus intentos de lucha por liberarse, así que interrumpes sus acciones al noquearlo con un sedante inyectable.

-

Un par de horas después desde el primer encuentro, ves que el soldado comienza a despertar, entonces dejas tu café a un lado y te levantas de tu asiento, parándote frente al hombre.

—¿Y tu equipo?— cuestionas con un poco de curiosidad.

Pero no obtienes más respuesta que un simple quejido del hombre, haciéndote suspirar con cansancio.

—Mhm... ¿también te abandonó?— preguntas con un tono de burla al soldado, mirando la forma en la que está amarrado en la silla de metal.

—¿Qué..? ¿Qué está pasando..?— el hombre medianamente inconsciente intenta abrir sus ojos.

—¿No es obvio?— con su mismo cuchillo táctico comienzas a trazar las líneas de su mandíbula, bajando hasta su cuello.

—¡¿Red?! Tu... ¿Qué... qué vas a hacer?— sus ojos azules recorren tu rostro, estudiando tu expresión facial.

—Huh... pensé en matarte, pero, ¿sabes? Sería muy, muy ... fácil— haces presión con la punta del cuchillo sobre su cuello, hasta lograr que sangre salga instantáneamente, machando parte de su uniforme.

Ves por un momento su reacción, puedes ver una mezcla de emociones en su rostro. Sonríes al saber que se está experimentando lo mismo que tu pasaste hace meses.

'¿Así es como se siente el no poder hacer nada, Soap?' Piensas.

—Claro, a esos idiotas les dolería mucho en muchas maneras, ¿pero y después? Tu también te mereces sufrir y no puedo permitirte morirte así sin más— lo miras fijamente, tirando el cuchillo al suelo, lejos del alcance de ambos.

El escocés toma una respiración profunda, intentando liberarse de los amarres discretamente.

—Red... no, yo lo siento mucho, nunca quise que nada te pasara y no te merecías nada de lo que te hicimos, lo que te hice...— sus ojos se llenan de lágrimas de desesperación.

—Pero pasó— respondes sin emoción alguna, llevando tu dedo a la herida en su cuello, marcando con su sangre la inicial de tu nombre real en su rostro.

—Podemos hablar, puedes llevarnos a la corte marcial, pídeme lo que quieras, se que no me merezco tu perdón, pero... ¡pero esto no va a llegar a ningún lado! Es algo que ambos sabemos— su acento se hace presente al hablar rápidamente.

—No, no... Johnny... lo único que puedes hacer, es decirles que los espero a todos y que esto, apenas es el comienzo— te das la vuelta como para irte, pero rápidamente te giras, soltándole un puñetazo en la cara.

El golpe no lo deja inconsciente pero si muy desorientado, lo último que el hombre recuerda lucidamente es tu mirada de odio.

COD: MW2 (one shots) x fem! readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora