☆คຖi๓ē☆

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─ ¡Vamos! ¡Qué no te haga dar un paso atrás! ¡Rápido, rápido, rápido!

El rey gritaba con presión, debajo en esa arena de entrenamiento, el pequeño alfa retó alegre.

─ ¿Es lo único que tiene Majestad?

─ No lo es ─. El pequeño príncipe se abalanzó contra el joven lobo. Los gruñidos del príncipe dejaban de ser un juego para mostrar autoridad en ellos.

El joven lobo empezaba a detenerse más que hace horas.

— ¿Has notado eso Atan? —. Con seriedad llamó la atención de su esposa, la reina.

— ¿Qué Íicham?

— En cada entrenamiento, Harry cansa a Jesfe. Siempre hace esto. Al principio va lento, y después... —. Extendió su mano notando la escena.

Vanu, la reina, miró a su hijo. El pobre de Jesfe soltaba gruñidos de dolor, huyendo de esos colmillos que trataban de morder su garganta. Finalizando las cinco horas de entrenamiento, Harry mordió la nuca de Jesfe llevándolo al suelo.

— Usted gana Majestad, usted gana —. Golpeó con su cola el suelo levantando polvo. El dolor empezaba a ser insoportable.

— ¿Te das cuenta? Tengo mucho más, pero no quiero hacerte daño —. Le dijo orgulloso al soltarlo.

— Agradezco su consideración, Majestad.

— Vayan a vestirse. Excelente entrenamiento Harry, buen trabajo Jesfe. Vayan ahora.

Harry jaló suavemente la oreja de Jesfe, haciéndolo correr detrás de él hasta llegar a los cuartos donde solían vestirse.

— Nuevamente no miró al rey, Majestad.

— No es necesario. A él solo le importa que haga esto bien —. Sacudió su pelaje para después volver a su forma humana. — No le afecta.

Jesfe hizo lo mismo. Al estar de pie, sonrió mirándolo ponerse sus prendas. ¿Debía dejar de sentir esto? No ser parte de la realeza y ser guardián, le hacía automáticamente inferior a él... pero, ¿tenía alguna esperanza?

Le ordenó mientras se ponía sus sandalias. — Vamos vístete. No te quedes denudo todo el tiempo, debemos irnos.

— Por supuesto, Majestad.

Con delicadeza Harry puso en su lugar todas las joyas y oro que debían ir en su cuerpo. Cuello, pecho, hombros, tobillos y muñecas. Por último, las joyas para su cabeza, aunque ya era suficientemente adornada con sus rizos.

— Usted es muy fuerte Majestad  —. Jesfe se acercó, con su vestimenta puesta. — Con solo cuatro años usted es un gran alfa. Estoy seguro que será un rey maravilloso.

— Lo sé, Jes. Ahora hay que irnos. Después de un mes aquí, ya quiero regresar al reino.

Jesfe lo seguía más que su misma sombra, lo protegía más que a su propia vida.

Abajo, los reyes los estaban esperando.

— Nos iremos lo más pronto posible. Debemos visitar a nuestro pueblo de omegas —. Haden, el rey, avisó empezando a caminar.

Antes de seguir, Harry miró el balcón desde donde sus padres lo observaban. Algún día, si tenía un hijo, él estaría en ese balcón y su hijo en la posición que él ocupaba ahora.

— Hiciste un buen trabajo, hijo —. Vanu le dio un suave gesto de cariño en su cabeza.

— Gracias madre.

Ella asintió y siguió los pasos de Haden. Pronto llegarían a su reino, ya no tendría más entrenamientos todos los días.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora