☆єภгє๔ค๔єгคร☆

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─ Abran la puerta a su príncipe ─. Pidió Jesfe.

Ya se habían perdido las cuantas de todas las veces que llegaban a esta casa. Los inviernos habían sido ya numerosos.

La puerta se abrió levemente, mostrando el rostro asustado de la omega. ─ Majestad, alfas del reino...

Jesfe dio un paso adelante. ─ ¿No nos piensa dejar pasar?

─ Ha ocurrido una maldición. Ese niño, es un espíritu salvaje del mal.

─ ¿De qué estás hablando?

Flexionando sus rodillas, le respondió al príncipe. ─ Majestad... ese niño está maldito por alguna fuerza. No es normal, nadie había estado así...

─ Déjanos entrar.

Sin poder negarse, los dejó pasar. Era aún más respetable que cuando era niño, aunque Harry tenía a apenas doce años, su altura y el cuerpo que había trabajado desde que tenía memoria, lo hacían temible.

─ ¿Aún sigue durmiendo en este lugar?

La omega juntó sus manos temerosa. ─ Majestad... yo no podría dejar que duerma con mis hijos.

También es tu hijo. Pensó el joven príncipe con disgustado. Se puso de cuclillas, para descubrir lo que estaba debajo de ese montón de hojas.

─ Majestad...

─ Tranquilo Jesfe. ─ Sus manos quitaron las hojas, eran un montón de hojas un poco grande, el cachorro no había crecido tanto a pesar de tener ya siete años y de tener meses en su forma humana.

Al descubrirlo, Harry trató de mantener su semblante lo más tranquilo. Detrás de él, Jesfe y dos guardianes más, murmuraban impactados.

─ Aún tiene los ojos grises... ¿por... por qué? ─ Preguntó evitando lo más importante.

Jesfe se acercó un poco. ─ Su... supongo que su crecimiento sigue lento.

El cachorro lo miró, reconocía ese aroma. Era el único aroma que lo trataba con cuidado, estaba cerca de él y no lo maltrataba.

Todo en él era normal, el cuerpo de un niño, a excepción de esa cola esponjosa que se movía como la de un perro feliz.

─ No puedo verlo, es desagradable, eso no es natural, Majestad. ─ La omega se dio la vuelta y salió de ese pequeño y sucio lugar.

─ ¿Por qué nadie a venido a hacer el aseo de este lugar? ─ Harry preguntó.

─ Se supone que ella debe de hacerse cargo, Majestad.

Harry asintió. Acercó su mano al niño, lo sentó sombre el montón de hojas. ─ ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien?

El niño abrió con temblor sus labios, los movía pero no lograba crear un mínimo ruido.

Harry suspiró. ─ ¿Alguien le podría enseñar a hablar?

Jesfe se puso de cuclillas a su lado. ─ No creo que solo sea enseñarle a hablar, Majestad. Es muy notorio que tiene algún trauma, no sé si solo en los músculos que se encargan del habla o algún trauma cerebral. ─ Susurró tímido. ─ Recuerde que por eso los dejan morir.

Harry bajó su mirada. Una parte de su corazón temía hacer vivir al niño en un estado de sufrimiento.

─ Ya tiene siete años, si fuera un cachorro débil, hubiera muerto a pesar de lo que he hecho. Es fuerte.

Jesfe asintió.

Harry se levantó cargando al niño. ─ Quiero que construyan una habitación para él. ─ Sus ojos miraron afuera de este pequeño lugar. ─ El árbol que está en medio de esta casa, sube. Quiero que quiten el techo de esa esquina y hagan una habitación.

Los dos guardianes hicieron una reverencia. ─ Lo haremos Majestad.

─ Gracias. ─ Todos salieron. ─ Jesfe, ven conmigo.

─ Sí Majestad. ─ Con pasos rápidos lo siguió.

Harry salió de la casa, todos los omegas lo veían y hacían una reverencia, si pasan cerca lo saludaban con total respeto. En generaciones, Harry era el único de la familia real de alfas que pasaba tanto tiempo entre ellos.

Las visitas de los antiguos reyes, eran escasas.

─ Le gusta el sol. ─ Mencionó Harry acomodando el cabello del niño.

─ Debe ser así. Le ha enseñado esto desde bebé.

─ Cuando regresemos, quiero que le digas a Mortte que haga una ropa de su medida, aunque tiene siete años, tiene el cuerpo de un omega de cinco.

─ ¿Entonces ropa para un omega de cinco años?

─ Sí. ─ Frunció sus cejas mirando al frente. ─ Es indigno que lo tengan desnudo entre hojas. ─ Bajó su mirada al sentir como acomodaba su rostro en su pecho.

─ Lo es. Además, le podría causar problemas, pequeñas cortadas que podrían infectarse. ¿Ha pensado en alguien para qué lo cuide?

─ Lo había pensado después de que lo mencionaste. Debería de ser un omega hombre, debe de saber más como tratarlo. Una omega mujer pasa por cosas diferentes.

Jesfe lo miró. ─ ¿Quiere qué empiece a buscar omegas?

─ Sí. Alguien joven, con respecto ante las cosas diferentes, que sea cariñoso, cuidadoso y responsable.

─ Bien. Lo buscaré.

─ Majestad.

Harry y Jesfe voltearon.

Gafe y el otro guardián, llegaron con ellos. ─ Ellos están dispuestos, Majestad. Podemos empezar hoy mismo, si lo desea.

─ Lo quiero así. Gracias.











♡♡○°●•《☆Jesfe lo miró

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♡♡○°●•《☆Jesfe lo miró. ─ ¿Quiere qué empiece a buscar omegas?

─ Sí. Alguien joven, con respecto ante las cosas diferentes, que sea cariñoso, cuidadoso y responsable ☆》•●°○♡♡

 Alguien joven, con respecto ante las cosas diferentes, que sea cariñoso, cuidadoso y responsable ☆》•●°○♡♡

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Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora