☆Ỽҽɾժҽ☆

115 14 24
                                    

─ Está es tu habitación. ─ Harry habló con cariño.  ─ Debes subir y bajar las escaleras con cuidado, las hicieron grandes, así que no hay mucho peligro.

Tenía una gran vista del pueblo y a lo lejos el reino. Habían puesto un musgo suave en todo el piso, para cuando estuviera en su forma de lobo, la cama tenía mantas suaves, incluso habían puesto plantas.

En el techo, habían puesto madera ligera y dejaron un espacio donde las hojas del árbol cubrían y dejaban pasar el sol.

─ ¿Te gusta? ─ Sentó al niño en la cama. Hoy no tenía esa esponjosa cola. La ropa que hizo Mortte, ya estaba en él.

Harry acomodó su cabello. ─ ¿Te has sentido bien? ¿Ellos te han tratado bien?

El niño abrió sus labios, siempre temblaban. Pero no salía nada de ellos.

─ Sabes, puedes confiar en mí. Tienes que encontrar una manera en la que me digas como te han tratado. ¿Entiendes lo qué digo?

El niño acercó su mano a la muñeca de Harry, tocando con curiosidad esos adornos de oro que siempre tenía.

─ Son llamativos, ¿cierto? Siempre los he usado. Cuando era pequeño pesaban a pesar de que eran menos y más pequeños.

Harry se sentó cerca. ─ ¿Tienes problemas para ir al baño?

El niño inclinó su rostro.

Al ver eso, preguntó otra vez. ─ ¿Ir al baño? ¿Tienes problemas?

Ya que la cama estaba al lado de esa gran ventana, podía ver todo, señaló.

Harry frunció sus cejas. ─ ¿Baño?

El niño se acercó a la orilla, señalando al lado de la casa. Harry se acercó y miró un pequeño lugar con tierra.

─ ¿Ahí vas?

El niño, pensó. Parecía que acomodaba las palabras con dificultad. Hizo una especia de orejas sobre su cabeza.

─ En tu forma de cachorro.

Miró al frente. Sus ojos aún grises, se perdían en lo que miraba y sus... pensamientos, tal vez.

─ Tienes que aprender a hablar, puedo ayudarte por ahora. Aún no encontramos a ese omega especial para ti.

De una pequeño mesa, tomó un plato con un suave caldo de verduras con unos pequeños trozos de carne.

─ Vas a comer, ven.

Se acercó un poco. Mirando el plato.

Con la cuchara llena de caldo, la acercó a su boca. Suavemente comía. Aunque era lento, Harry no estaba molesto por eso, la gustaba darle su tiempo. Hacerlo sentir tranquilo y respetado en las cosas que hacía a su ritmo. Estaba feliz de notar su cuerpo más sano. Antes sus pequeños huesos se notaban más. Tenía fe en que los años siguientes podían ser mejores para la salud del niño.

Le dio ahora una cucharada de caldo con carne, los pequeños trozos eran adecuados para sus pequeños dientes. Todo era comida que preparan las alfas. Al ser comida para alfas, tenía nutrientes que ningún omega había probado antes. Era un caldo lleno de sabor y nutrientes.

─ ¿Quieres agua? ─ Acercó un pequeño traste hondo con agua. ─ Te traeré vasos la próxima vez que venga.

El niño puso sus manos sobre la de Harry mientras tomaba agua.

Harry sabía que podía hacer esto solo, pero en esta etapa los padres estaban cerca de sus hijos, mostrando amor en cada acción. No quería que el cachorro creciera sin ninguna muestra de cariño.

─ Cómo las verduras también. ─ Sonrió al ver que las comía igual que los trozos de carne.

─ Eres un niño excelente, no importa lo que esté a tu alrededor. No eres nada diferente, eres maravilloso.

Sonrió cariñoso al tener sus ojos grises en él. Poco a poco, el plato fue bajando. Harry habló un poco más hasta que notó que tenía un poco de sueño, sonrió al ver cómo subía más a la cama y se acostaba.

─ Seguramente es cómodo tener esto. Mientras yo esté aquí, te voy a cuidar. Cuando esté seguro que un omega es el indicado, entonces... bueno, te cuidará mejor que yo.

Al verlo cerrar sus ojos, con cuidado se levantó. A veces su corazón se sentía desanimado al dejarlo, pero no podía llevarlo con él. Bajó las escaleras y salió de la casa encontrando a Jesfe.

─ Majestad. ¿Le gustó su habitación?

─ Yo creo que sí, Jesfe. También creo que entiende bien las palabras.

─ Bueno, usted siempre le habla cuando venimos. Seguro que eso ha ayudado mucho.

Saliendo de la casa, Harry preguntó. ─ ¿Les dieron a ellos la comida acordada?

─ Así fue, Majestad. Aunque... no me parece lo mejor, ellos realmente no cuidan a su cachorro.

Harry sonrió. ─ ¿Mi cachorro?

─ Bueno... es que prácticamente usted lo está criando, Majestad.

─ Se que no hacen nada por el niño, pero es un acuerdo para que ellos lo mantengan en su casa. No puedo creer que realmente hacen como si no fuera su hijo.

─ Los omegas se dejan llevar por sus aromas, Majestad. Su cachorro no recibió el aroma de la madre o el padre, así que... ellos no lo reconocer, mucho menos sus omegas.

Suspiró pensando. ─ Para tener hijos se debe tener... una buena preparación que nadie da. ─ Miró a Jesfe asentir. ─ ¿Tú quieres tener hijos?

─ Yo... no lo sé. No sé si sea posible.

─ Será posible. He visto que Zudi te mira y le gusta hablar contigo... bueno, cuando no tienes que estar conmigo.

─ ¿Zudi? No, no. ─ Rió y negó. ─ Ella no me gusta. No quiero decir que no sea una linda alfa, pero... no es mi tipo.

─ Encontrarás a tu tipo, entonces.

─ Sí... mi tipo. ─ Observó sus pasos, sintiendo palabras que aún no se atrevía a decir.

Quizás Harry no era un alfa raro como él, y sus pensamientos estaban siendo inapropiados al pensar que... podían llegar a sentir lo mismo.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora