☆Pҽɾҽʝιʅ☆

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─ Rey Had, que siga siendo así de bendecido su reino, como en todos estos años. Los regalos están llegando a su establo. Cincuenta caballos pura sangre, los mejores de mi reino, para usted.

─ Gracias Gred. Disfruta el baile.

Igualmente, Gred entró con toda su familia.

El castillo de los Had, estaba lleno de alfas. Sus aromas fuertes gobernaban el ambiente, seguramente a lo lejos se podía sentir el aroma de aquellos alfas.

El cumpleaños número diecisiete del príncipe, era el motivo de este baile. Además, de los cinco años junto a su futura esposa, la princesa Dalilah. Los planes de Harry, habían salido a la perfección. Aquel día del nacimiento de Zag, unos meses después los primeros reinos apartaron sus turnos para presentar a sus hijos, hoy con ya los cinco años de Zag, todos esos alfas se habían quedado sin oportunidad gracias al decreto de Harry. Todo estaba bien, casi todo.

─ Vanu, querida.

─ Grisel, hola. ─ Vanu, saludó a la madre de Dalilah.

─ ¿Sabes dónde está el príncipe? Mi hija lo ha estado buscando.

Vanu miró a los lados. ─ No lo sé. Posiblemente está saludando a los reyes.

Grisel preguntó tímida. ─ ¿No crees qué debería saludarlos con mi hija?

─ Si él no lo ve necesario, no lo creo, Grisel.

Grisel asintió juntando sus manos.

─ Reina Vanu. ─ Uno de los reyes, con su esposa, se acercó. ─ Estamos felices por el joven reinado de su primogénito.

─ Gracias Zaid. Reina Biggin. ¿Sus hijos han estado bien?

Grisel se inclinó un poco hacia Vanu. ─ Les... podemos ofrecer todo lo que necesiten.

Biggin miró a Vanu. ─ ¿Ofrecer?

Vanu sonrió serena. ─ Quiere decir que pueden pedirlo. Pero no es necesario, nuestros guardianes hoy sirven cada uno, especialmente para ustedes.

Biggin asintió. Con una sonrisa habló. ─ Claro. Era extraño ofrecerme algo como si no tuviera un lugar especial en este reino. Los guardianes siempre escuchan. Era extraño que nos tuvieran qué ofrecer algo.

Vanu sonrió.

─ Iré con el rey Had.

─ Adelante.

Vanu miró a Grisel, era extraña la forma en la que siempre se quedaba a su lado como una niña pequeña. A veces quería levantar su mano y lanzar su cuerpo con suavidad, bastante lejos.

─ ¿Y la pequeña Zag, Vanu?

─ Está con las princesas dando un paso en el jardín. Le encanta estar ahí en los bailes de su hermano.

─ Nuestro querido príncipe. Diecisiete años, es todo un alfa preparado.

─ Y mi hija. ─ Grisel asintió.

Biggin la miró. ─ Nunca los he visto juntos en los bailes del príncipe.

─ Es que ella... les gusta tener su espacio. Ya tendrán tiempo para estar juntos todo el tiempo.

Biggin miró a Vanu. Preguntó con una suave risa.
─ ¿Todo el tiempo?

Vanu la miró. ─ Quizás no pueda estar con ella todo el tiempo por sus ocupaciones, Grisel.

─ Oh, claro. Por supuesto.

Vanu miró a Jesfe a lo lejos. ─ Disculpen. ─ Ella caminó hacia él. Estaba solo, se suponía que debía estar siempre con su hijo. ─ Jesfe.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora