Sophie Leclerc de 20 años, nacida en Mónaco.
Hermana menor de el famoso piloto monagesco Charles Leclerc de F1 y Arthur Leclerc de F2. Consentida, berrinchuda y caprichosa. Los hermanos se encargaron de darle todo el amor que su padre al fallecer no...
Para el anochecer, llegamos a Mónaco. Apenas entre a la sala del departamento de mamá cuando esta estaba llena de flores. Arreglos de todos tamaños y flores de muchos colores, y solo había una nota que decía "Para la recién graduada más linda del mundo"
La verdad solo comencé a reír.
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- ¿Quién carajos te mando todo esto? - pregunto Arthur riendo y revisando todos los arreglos
- ¿Estas saliendo con Joseph de nuevo? - decía Lorenzo molesto.
- Mira que linda, que romántico ¿Quién es? - pregunto Charlotte, la esposa de Lorenzo
- Admirador secreto ¡he Sophie! - dijo Alex, guiñándome un ojo
- Este muchacho debe estar enamoradísimo de ti, mi niña. Mira todo lo que hizo - dijo mi mamá, abrazándome.
- Bueno solo diré que es lo menos que merezco, o ¿no?
- Claro, tú mereces aún más, guapa - respondió Charles, dejándome un beso en mi cabeza.
Me fui directo a mi habitación, era obvio que debía agradecer tan lindo gesto.
_Llamada saliente Chili baby_
- Hola, guapo
- Hola Sophie.
- Gracias por todas la flores que mandaste, no era necesario
- Bueno, es solo una parte para demostrarte de lo mucho que me importas
- ¿En serio?
- Si, Sophie en serio no lo dudes. ¿Nos veremos mañana?
- Claro, sí ¿En nuestro café?
- Claro, eso me gusta.
- ¿qué? - yo mordía mis uñas e intentaba no gritar de la emoción
- Que sea "nuestro"
- Sophie, ya se va Lorenzo - menciono Arthur
- Si, - tape la bocina - Dame un momento, voy Thur.
En cuanto vi que Arthur salió de la habitación, retomé mi llamada.
- Anda Sophie, Thur te habla.
- Gracias guapo. Nos vemos mañana, descansa.
- Un beso.
Colgué mi llamada con Carlos.
Sali de mi habitación y a la primera persona que le sonreí fue a Alex, obviamente en complicidad. Ella sabía perfectamente quien era la persona detrás de todo esto.
- Mañana nos vemos para desayunar - menciono Charles
- No puedo, saldré con unas amigas.
- ¿qué? Tú ni amigas tienes aquí - respondió Arthur
