Las secuelas del pasado siguen atormentando a T/N, como si fuera un renacer,un patético renacer.
Viviendo una vida que no le pertenece,pero pagando los precios de sus pecados.
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T/N, una niña de 14 años, llevaba días esperando ansiosamente la visita de su hermana Zarif. No la había visto en dos años, desde que Zarif se marchó para estudiar en el extranjero y enlistarse en la milicia. La emoción y la impaciencia llenaban el aire, y T/N no podía dejar de imaginar el momento en que finalmente volvería a ver a su hermana mayor.
Aquella mañana, T/N se sentó en su silla favorita junto a la ventana, observando cada coche,cada autobús que pasaba por la calle con la esperanza de que fuera Zarif. El sol brillaba alto en el cielo y las horas pasaban lentamente. La nostalgia de los momentos compartidos con Zarif, sus risas y sus silenciosas charlas nocturnas, se mezclaba con la anticipación de su llegada.
Sin embargo, el tiempo no se detenía. La hora de volver a clases se acercaba inexorablemente, y Zarif aún no había llegado. Con el corazón encogido, T/N supo que debía irse. Antes de marcharse, sacó un pequeño parche que siempre llevaba consigo, un recuerdo de su hermana, y lo dejó cuidadosamente sobre su silla. Era su manera de decir "te estoy esperando",un objeto que obtuvo el día en que fueron libres,pero que tomaría un alto precio,la cara de aquel hombre que se lo obsequio,ya se había borrado de sus recuerdos,solo sabía que tenía un rato sombrero pescador.
—Tranquila T/N....quizás no será hoy,vámonos ¿Ok?.
De forma reconfortante,Angel le tomo de los hombros dándole un masaje para que se relajara mientras ambas caminaban por el pasillo chirriando de lo limpio que estaba.
Cuando entraron a clase,Zarif llegó apresurada minutos después de que T/N se hubiera ido. El corazón le latía con fuerza al pensar en el reencuentro, pero al entrar en el orfanato, sólo encontró el parche en la silla vacía. Lo recogió con delicadeza, sintiendo una mezcla de tristeza y cariño. Sabía lo que significaba para T/N y lo guardó como un tesoro.
La escena se desvaneció lentamente, y TN despertó. Era solo un sueño, una añoranza de los días pasados. Pero el sentimiento de amor y conexión con su hermana perduraba, como el parche que Zarif aún conservaba, un símbolo de su vínculo inquebrantable.
—Mmmh...
se despertó con una mezcla de melancolía y tranquilidad. Las imágenes del sueño sobre su hermana aún estaban frescas en su mente, llenándola de una nostálgica serenidad. Se levantó del sofa y se dirigió al pequeño cuarto del departamento donde solía pasar tiempo con König al ser este un tipo de taller. Ambos eran militares después de todo,y tenían una habitación exclusiva para esto.
König estaba sentado en un banco, puliendo su arma con movimientos meticulosos. Su casco descansaba sobre la mesa, y él lo miraba de vez en cuando, asegurándose de que todo estuviera en perfecto estado. T/N se sentó a su lado y empezó a limpiar su propio equipo, sus manos moviéndose de manera automática mientras su mente vagaba por los recuerdos del sueño.
Sin necesidad de palabras, König levantó la mirada y la observó. Sus ojos, llenos de comprensión, captaron al instante la tristeza velada en los de T/N. Sabía que algo la había conmovido profundamente.
König dejó a un lado su trabajo y, sin decir una palabra, puso una mano reconfortante sobre la de TN. Ella le sonrió débilmente y no opuso resistencia,aunque en unos segundos apartó su mano con gentileza para no ser grocesa con el, agradecida por su silencioso apoyo.
A veces, no se necesitaban palabras para entenderse. El simple acto de estar juntos, de compartir ese espacio y ese momento, era suficiente.
T/N continuó limpiando su arma, sintiendo el calor de la presencia de König a su lado. Sus pensamientos aún vagaban por los recuerdos de Zarif, pero ahora, con König junto a ella, esos recuerdos parecían menos dolorosos y más llenos de esperanza. Sabía que, sin importar cuán lejos estuviera, siempre tendría a su hermana en su corazón, y a König a su lado, comprendiendo sus silencios y apoyándola incondicionalmente.
La tarde avanzó, y la luz del sol que entraba por la ventana del taller se volvió más suave y dorada entendiendo ahora el porque del sueño,el cielo estaba pintado igual que esa tarde del horfanato. En ese momento de paz compartida, T/N sintió que, a pesar de las dificultades, no estaba sola.
Esa misma tarde, finalmente dejo soltar a su hermana, volviendo a velar su fallecimiento con naturalidad,pero está vez no sería como antes que se quedó solo con una respuesta vaga del gobierno,buscaría respuestas por su cuenta,con ayuda de sus nuevos amigos y compañeros,de ser necesario habría venganza,y está vez con más razón,ella misma había sido una víctima de la maldita humana.
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