Empezamos averiguar cada uno por nuestra cuenta, y cada vez que preguntábamos nadie nos daba razón.
Hasta que llego a oídos de los sabios que estábamos averiguando.
Al llegar a casa, estaba mi madre ahí esperándonos con mi abuela, mi padre, los Amauta Papo y Sancoyoc,
Llamaron a Illa Suyanna y su madre, reuniendo a los tres pequeños cómplices curiosos.
Estaban todos reunidos.
Hablando el Sabio Papo.
--- ¿De dónde sacaron eso de una MACH'AY QAWAQ? (cueva de los vigilantes)
Los tres nos mirábamos de reojo con cabeza agachada avergonzados, sin decir nada.
Con miedo del castigo que íbamos a recibir por ser tan curiosos.
--- Les pregunté de dónde sacaron esa idea de la MACH'AY QAWAQ o tendremos que castigarlos con el sincho (correa de castigo inca.)
Quyllur al ver que nos castigarían a los tres si no hablábamos, y ser él que habló de la historia de los ancianos, respondió rápidamente.
--- Escuché a sabio COLLAHUAYA hablar con otro anciano que su papá había desaparecido hace muchos años en esa cueva.
Por eso que nos dio mucha curiosidad de saber de esa cueva.
El amauta con voz alta y firme, habló.
--- Ustedes no deben... Porque averiguar de ello, es un lugar prohibido para todos, porque los que van allá ya no vuelven, así que está prohibido seguir preguntando sobre esa cueva, porque serán castigados y se lamentarán haber desobedecido.
--- Esta bien maestro, no volveremos a preguntar de la MACH'AY. (Cueva.)
Los tres, muertos de miedo porque ya estaban siendo advertidos del castigo que podía caerles si volvían a insistir en ello, prometieron dejar al olvido esa historia.
Mi madre de castigo nos mandó a ordeñar la vaca que recién había parido, a ordeñar el Calostro, la leche cortada de la vaca.
Lo hacía en postre con melaza para todos y para la abuela porque era un postre de nuestros ancestros lleno de vitaminas.
Illa con su madre, se la llevo y de castigo la puso a lavar toda la ropa al rio, para que dejara de estar de curiosa en meterse en travesuras que la exponen al peligro.
--- Illa a partir de ahora para que no andes de ociosa, serás la que lavará la ropa al rio y de ahí, darás de comer a las aves y limpiaras la granja tu sola.
A nosotros nos tocó un castigo por separado.
Yo tuve que ir a ayudar a mi madre a hacer la melaza, chancar la caña de azúcar y tener así la chancaca (melaza de la caña endurecida) para venderlo al mercado los días domingo de plaza, cuando bajábamos a la ciudad.
Quyllur, lo mandaban a pastorear a las ovejas, para que andemos separados y dejar de estar pensando en esa travesura. Nos mantenían más ocupados y separados.
Había días que me tocaba hacer queso con mi abuela, Quillur ordeñaba las vacas con mi madre y yo con mi abuela hacíamos los quesos para vender los domingos, con el suero que quedaba preparábamos la mantequilla para el consumo de la casa.
No desperdiciábamos nada de lo que la Pacha mama nos daba.
En las tardes, a Quyllur le tocaba cortar y traer leña con mi madre, a mí me tocaba acomodar toda la leña en la cocina.
Nos mantenían completamente ocupados.
Cuando íbamos a cama agotados de todo ese trabajo de esos días, hablábamos.
--- Quyllur, tan malo fue lo que hicimos...
¿Para qué nos castiguen tanto?
--- Creo que sí, pero igual no dejo de pensar en ello.
--- Yo igual, pero hay que dormir, estoy cansado y mañana toca despertarse temprano para ir a la escuela, estoy muy cansado. Hasta mañana Quyllur.
--- Yo también estoy muerto, también descansaré, hasta mañana hermanito.
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Amaru Auqui y los guardianes de la tierra
Fanfic"UNA NOVELA HECHO UN RETO A LO QUE CREEMOS DE LA REALIDAD" Un libro compuesto con lo místico, donde muchas de las cosas que hasta ahora estamos con dudas de lo que se puede o no hacer. Lo que es verdad o no... Donde en lo aprendido, conocí que hay...