Amaru fue al caserío, donde él vivía a la colina, a ver su antiguo hogar, aún seguía siendo casi la misma casa de adobe y quincha, el techo de troncos, cañas y tejado, prácticamente la casa donde vivía Amaru, no había cambiado nada, si un poco más deteriorada por los años.
Al acercarse ve salir un anciano con un bastón y un balde para sacar agua del pozo, aparentemente vivía solo, con sus animales que estaban alrededor de su casa, sus patos y gallinas, que eran su compañía y distracción.
--- Buenas tardes señor, ¿cómo está?
El anciano voltea a ver quién lo saludaba.
---- Buenas tardes ¿Qué se les ofrece?
--- Vine a visitar esta casa, porque aquí yo vivía cuando era niño.
--- El anciano sorprendido al escuchar eso, quedando por unos segundos en silencio… con voz quebrante y cuerpo tembloroso, solo respondió:
--- Amaru Auqui, ¿eres tú?
Amaru sorprendido al escuchar mencionar su nombre, con muchos sentimientos encontrados y con un mar de dudas de que si era su padre o alguien que lo conocía de niño.
--- Sí, soy Amaru Auqui, ¿cómo sabe mi nombre?
---Soy Jacinto Ancajima, soy tu padre, Amaru Auqui.
Amaru sin poderlo creer y soltando unas lágrimas, solo fue abrazarlo, de pensar que había muerto en batalla, y de haberlo dejado solo muchos años, entro en un gran sentimiento de culpa.
--- Perdóname padre, me habían dicho que habías muerto junto con todos los que fueron a enfrentar al terrorismo.
--- Todos nos creían muertos, sobrevivieron algunos incluido yo, porque los militares llegaron a repeler el ataque justo cuando ya estábamos rodeados y muy mal heridos, nos rescataron y nos llevaron al hospital después de unos meses que estuve en coma reaccioné, si quedé muy mal herido, perdí la movilidad de una de mis piernas, por una de las balas, me rompió la rodilla y los tendones, después de meses de recuperación, volví a mi pueblo.
--- Papá, pero yo estuve meses en un Orfanato, ¿Por qué no me buscaste?
--- Hijo era mucho riesgo, con todo lo que estaba sucediendo y yo ya discapacitado no podría mantenerte. No quería que te sucediera nada, ya había perdido a toda mi familia.
Yo siempre supe que volverías. Porque tus raíces y tu destino estaban escritos, porque el Amauta que te bautizo, me dijo que en tu destino pasarías por muchas pruebas fuertes, que todo estaba ya escrito.
Solo dejé que tu destino tuviera su curso y esperar que volvieras aquí con nosotros.
No podía interferir con tu destino, el amauta Papo me dijo que todo se da por consecuencia y que tu tenías un propósito y que no debía interferir en ella.
--- ¿Con nosotros? ¿Quién más está aquí Padre?
--- Illa Suyanna, está aquí conmigo, ella cuando se enteró que yo estaba vivo, le dijo a su madre que estaba vivo, volvieron al pueblo y me estuvieron cuidando.
Amaru estaba sorprendido porque Illa estuvo aquí todo este tiempo y cuidando a su padre.
--- Papá estoy feliz saber que no perdí a toda mi familia, que estás aquí ahora conmigo, es un regalo que me está dando la vida, tengo muchas cosas que contarte de mi vida y quiero saber todo lo que ha pasado en este tiempo…
Papá, ¿dónde está Illa?
--- Ella está en su casa con su madre y sus hijos.
Vendrá a dejarme la cena, ella todos los días me trae mi comida y está pendiente en mí.
El sorprendido porque ya Illa tenía una familia, pero a la vez agradecido con Illa porque cuido a su padre todos esos años, de su ausencia, tenía muchos sentimientos encontrados y sentía que su mundo estaba aquí. Que tenía muchas cosas por resolver y sentía que su estadía aquí seria por un buen tiempo.
--- Papá le presento a mi otra madre, se llama Montse, fue la que me crío, cuido, me dio todo su amor y por ella soy el hombre que soy ahora.
--- Muchas gracias señora por haber cuidado de mi hijo, que hizo que sea un hombre de bien. Porque no hubiera podido criarlo como usted lo hizo, le agradezco mucho.
--- No tiene porque señor Jacinto; Amaru nos dio mucha alegra a mi vida y la de mi esposo, que en paz descanse.
--- Pasen a mi humilde casa, en mi pobreza… pero hay mucho amor.
--- Padre aquí yo viví y fui muy feliz, aquí no hay pobreza, es un hogar hermoso y lleno de paz.
¡Déjame ayudarte!
Su padre con mucha dificulta al caminar por las heridas que le dejó en esa guerra y por su edad.
Al llegar a casa vio que había muchas carencias, que era una casa muy humilde a la vida que Amaru tenía con sus padres adoptivos, tuvo tanto sentimiento de culpa de no haber podido llegar antes.
Su madre se dio cuenta de cómo se sentía Amaru, acercándose.
--- Hijo mañana podemos ir a comprar varias cosas que necesite tu padre y poder darle las comodidades que deseas que tenga.
--- Gracias madre, porque lo dudo que mi padre desee ir a vivir algún lugar mejor… ¡Este es su mundo!
Conversando Amaru con su padre en la casita, llegan unos niños a casa. Gritando y llamando.
--- Achachi Jacinto, ¿dónde está? ¡Ya llegamos!
Llegaron y lo abrazaron, Amaru quedó sorprendido.
--- Achachi, ¿quiénes son ellos?
--- Él es mi hijo Amaru Auqui, la señora es su mamá que lo crio desde niño, saluden a su tío.
Los niños muy temerosos y vergonzosos se acercaron a saludar.
--- ¿Cómo están? soy el tío Amaru. ¿Su mamá dónde está?
--- Hola tío Amaru, mi mamá ya está por llegar, está trayendo la comida y un poco de leña.
--- Aquí tengo unos chocolates en mi mochila, les voy a regalar, mientras esperamos a su mamá que llegue.
Los niños ahí felices y Amaru conversando con su padre. Llega en ese momento Illa y sorprendida al ver a Montse y Amaru, al verlos.
Llego con leña en su espalda con una tela amarrada al pecho para sujetar la leña, dejando en el suelo, ve una señora y Amaru ahí sentados, en silencio por unos segundos, Amaru se levanta.
--- Illa, ¿cómo estás? Soy Amaru Auqui.
Ella sorprendida, pero con una sonrisa y lágrimas en los ojos de felicidad al ver que ya Amaru había vuelto.
---A maru Auqui ¡sabía que volverías!
Corre a él dándole un abrazo fuerte y empezó a soltar lágrimas de alegría.
Al soltarse, después del fuerte abrazo, unas sonrisas de alegría y emoción.
--- Illa te presento a mi madre, Montse.
--- Buenas noches, señora soy Illa Suyanna.
--- Mucho gusto Illa, Amaru desde niño me habló mucho de ti, eres la única amiga que siempre te tuvo presente en sus recuerdos.
¡Tus niños quieren mucho a su abuelo!
--- Gracias señora, si son la alegría de don Jacinto, todos los días vienen a jugar con él y alegrarle los días, porque les hacía recordar mucho a sus hijos, dice don Jacinto.
Amaru con Illa empezaron a conversar y recordar todas las anécdotas de la infancia.
Montse y Jacinto riéndose de las cosas que recordaban de niños, los traviesos que eran y era un trio, en las travesuras con Quyllur.
Ya anocheciendo tocó despedirse y con la condición de encontrarse mañana en la hora de almuerzo, porque Illa es maestra en la escuela.
Al día siguiente, Amaru y Montse fueron a comprar, varias cosas para su papá, entre ellos una cama, frazadas, víveres.
Llegando a casa empezó de acomodar todas las cosas que había comprado, Jacinto sorprendido y alegre que Amaru tuviera ese lindo gesto con él.
Amaru trajo para almorzar todos juntos, llegando Illa y sus hijos.
Conversando y recordando todo el pasado y todos sus viajes que Amaru había hecho por el mundo y su trabajo que hacía.
Illa sorprendida con el mundo que Amaru había vivido, y lo preparado que era.
Al poco rato los niños salen a jugar al campo, Illa va a verlos y Amaru acompañándola.
Conversando con Illa.
--- Illa, ¿y el papa de tus hijos?, ¿Por qué no lo invitaste?
--- No tienen papá, soy lo único que tienen.
---- ¿Falleció su padre?
--- Ambos fallecieron, son los hijos de mi prima que fallecieron en un autobús que venía camino al pueblo y hubo un Alud (deslizamiento) en plena carretera y se llevó ese bus donde iban sus padres y todos los demás pasajeros y nadie sobrevivió.
--- Me apena escuchar eso. Pensé eran tus hijos.
--- No… nunca pensé en casarme.
Recuerdas que hicimos una promesa que siempre estaríamos juntos.
--- Si lo recuerdo, y nunca lo olvidé Illa.
--- Yo siempre supe que algún día volverías, solo sé que tú algún día llegarías, al tener a mis sobrinos a mi cargo, mi madre falleció hace dos años y solo me concentré en ellos y me ayudaron para calmar mi tristeza y no tenía cabeza para rehacer mi vida.
--- No solo tus sobrinos… también te hiciste cargo de mi padre. Illa nunca tendré palabras para agradecértelo.
--- Tu padre solo me tenía a mí y a mi madre, él también sabía que volverías, porque tu destino estaba ya escrito, los Amautas siempre dijeron que tu tenías un propósito y que vendrías a tu pueblo hecho un Amauta y tenían razón, te escuche hablar y eres muy sabio, aprendiste muchas cosas.
--- Gracias Illa por todo, no me creo que soy un Amauta, en todo lo que aprendí, entendí que mientras más aprendía, más ignorante soy del mundo.
--- Puedo decirte Amaru, que a lado de todos los que vivimos en este pueblo eres el sabio entre todos de aquí.
Riéndose ambos mientras observaban a los niños jugar, Amaru en su mente una alegría de que Illa no estuviera casada.
--- Dime tú… ¿Por qué no te casaste?
¿No había ninguna francesa o extranjera que te cautivó?
--- No, solo llegué a tener dos novias, pero me dejaron, porque viajaba mucho y nunca tuve tiempo para estar con ellas. Mi vida fue trabajo y estudios.
--- No te creo…
--- Cierto Illa... me la pase trabajando y estudiando.
No tenía tiempo para hacer vida social.
--- Pero tu novia debió apoyarte, para un futuro para estar siempre juntos.
--- Mi segunda novia, me llamaba día tarde y noche.
Era súper celosa y desconfiada.
--- ¡No te creo!
--- Mira que en esos tiempos no había ubicación satelital como ahora hay en estos tiempos, pero si hubiera existido… hubiera enviando ubicación satelital cada media hora, según ella tenía mi harén en el medio oriente…
--- ¡No te lo puedo creer!
Entre risas dijo.
--- Sí Illa, la verdad era una mujer muy absorbente y llego a un extremo que sentí tanta presión y acoso que no pude más y preferí terminar.
¿Y tú? ¿Nadie conquisto tu corazón de verdad?
--- La verdad, nunca tuve cabeza para tener a alguien, me dediqué a estudiar, mi madre, tu papá siempre acompañándolo, mis sobrinos, la verdad nunca tuve cabeza para enamorarme. Hubo pretendientes, intenté con uno, pero vi que no estaba todavía preparada y preferí terminar.
--- Te entiendo Illa, sabes nunca voy a poder pagarte todo lo que hiciste por mi padre.
--- Lo hice con mucho amor Amaru Auqui, no tienes por qué.
¿Te acuerdas del Waq’a?
Si me acuerdo de él, que era siempre un mar de locuras y fue el que nos habló del QAWAQ MACH’AY.
--- ¡Aun esta con vida! sigue igual de loco y no ha cambiado mucho…
Sorprendido Amaru riéndose de cada anécdota.
--- Illa quiero que sepas que unos de mis propósitos fue venir a los QAWAQ MACH’AY iré a esa cueva e investigar y buscar respuestas.
--- Amaru no deberías ir, porque es peligroso y aquí ya nadie habla de ello.
--- Debo ir Illa, tengo muchas preguntas y sé que una vez que llegue las tendré y cerraré un ciclo de mi vida.
---- Entiendo Amaru, solo quiero que te cuides mucho y si puedes vayas con otras personas.
--- Descuida Illa, iré con todo un grupo de técnicos y yo, como arqueólogo, sé que le encantaría estudiar a los QAWAQ MACH’AY, todo ese equipo.
Riéndose de la broma de Amaru.
--- Yo estoy segura, que se morirán de miedo…
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Amaru Auqui y los guardianes de la tierra
Fanfiction"UNA NOVELA HECHO UN RETO A LO QUE CREEMOS DE LA REALIDAD" Un libro compuesto con lo místico, donde muchas de las cosas que hasta ahora estamos con dudas de lo que se puede o no hacer. Lo que es verdad o no... Donde en lo aprendido, conocí que hay...