Las cosas del destino (Norminah Fanfic)

Dime la verdad

Normani POV

No sabía que hacer o que decir, era su hija, pero no podía decírselo, porque yo quería que me demostrara que me amaba por mí, no por la bebé, a quien amaba con toda mi vida. Pensaba en todo eso, cuando Dinah me saco de mis pensamientos.

Dinah: ¿Mani?, no tengas miedo de responder, no voy a juzgarte, enserio puedes responder.

Mani: Di, debo decirte algo, la verdad -dije suspirando-

Dinah: Dime, soy todo oídos Mani: La verdad es que... No recuerdo con quien me acosté la noche en la que quede embarazada, estaba borracha -Mentí de nuevo, no sabía que inventarle, y esto cada vez iba más grande-

Dinah: Oh, entiendo -dijo suspirando y bajo la mirada- De igual manera, Felicidades por la bebé. También quiero pedirte otra cosa... No tengo idea de porque me ponía nerviosa cada vez que me pedía algo, ir a vivir a su casa... ¿Ahora qué?

Normani: Claro, pide -dije suspirando, total, se estaba portando increíble conmigo.

Dinah: Ya que no sabes quién es el padre o la otra madre de esta pequeñita, me dejas hacerme responsable de Valerie? Tú necesitas ayuda y yo quiero hacerlo, y te juro que ya la quiero como si fuera mía. -dijo con una sonrisa tierna, que hacia mi corazón pequeño.

Normani: eres la persona más admirable que conozco, enserio. Lágrimas salieron de mis ojos al escuchar lo que me decía y la abracé, la pequeña era su hija y yo, con una mentira lo estaba ocultando. Por Dios, ¿Qué hago ahora?

Dinah POV

Pasó toda la noche y la pequeña dio una increíble mejora, y los doctores dijeron que con muchos cuidados, la podríamos sacar de ahí al día siguiente. Las enfermeras estaban haciéndose cargo de la bebé, por lo que decidí quedarme con Normani. Normani estaba cansadísima, por lo que durmió temprano, se miraba tan perfecta, incluso si se veía débil, lo sé, fui una estúpida al dejarla ir, pero ahora estaba segura de una cosa... Estaba enamorada de ella. Decidí acercarme y admirarla más de cerca; sus labios, por Dios, era toda una tentación besarla, pero ella no me pertenecía, por todas las estupideces que había cometido. La miré nuevamente y me decidí, iba a besarla. Me acerqué, cada vez más cerca y sentí sus hermosos labios, dejando un corto beso en ellos. Normani se movió y yo corrí rápida y silenciosamente hacia el sofá donde estaba durmiendo, fingiendo dormir.

Normani: ¿Di? ¿Estas despierta? -dijo con una voz adormilada.

Dinah: Si amor, si estoy despierta -dije abriendo los ojos y viéndola un poco sonrojada, la verdad, lo hice a propósito- la verdad, no he dormido mucho.

Normani: No estas cómoda, ven para acá, conmigo.

Dinah: Normani, si el doctor viene, nos ahorca y tú tienes que descansar bien

Normani: Pero tengo frío, necesito tu abrazo de oso –dijo riendo y quizá mentía, pero yo no me resistía a estar con ella y me acerqué a abrazarla, para esperar que se durmiera, dándole un beso en la cabeza y también me quedé dormida.

A la mañana siguiente, mi celular sonó y seguía con Normani, me caí de la cama y contesté la llamada, sobando mi trasero pues me dolió.

Dinah: ¿Bueno?

Jade: Mamá ¿dónde estás? Tenemos colegio y vamos a ir tarde si no llegas –dijo un poco desesperada-

Dinah: Amor, luego te cuento ¿sí? Dile a Mario que las lleve hoy y que las recoja, espero hoy llegar a casa –dije dando un beso por el teléfono y cortando la llamada. Normani había despertado y me veía sonriente-