Recuerdo que escuche el ruido de nuestras respiraciones aceleradas, un vidrio subiendo, su cuerpo duro sobre el mío, su sonrisa rasposa en mi cuello, la sangre bombeaba en mis oídos saturando cualquier cosa que no sea él, su aroma, su tacto, su sabor. Un pequeño momento de lucidez.
-Yoon Gi... - oí una súplica en mi voz.
-No, no pienses, piensas y dejas de sentir no pienses T/N, no pienses-
Me dijo con la voz colapsada lo escuche susurrando como hablando solo mientras recorría con sus labios mis hombros bajando a mi escote, sus manos buscando piel. Las mías estaban bajo su camisa sobre su espalda, acariciando y apretando sus músculos duros en contraste con la piel suave, necesitaba algo de que sostenerme porque sentía que mi cuerpo flotaba.
Frustrado con mi vestido se sentó de nuevo y me arrastro sobre su regazo.
-Cuando lleguemos le prenderé fuego a este vestido-
Miraba odiando mi vestido mientras acariciaba mi cuerpo sobre la tela, buscando picos masajeando fuerte, sonreí abrazada a sus hombros, mi cabeza en el hueco de su cuello, lo besaba con piquitos sin repetir lugar, deslicé mis manos por su cabeza, hundiendo mis manos en su cabello largo, pelo suave y tomando un poco lo empujé hacia atrás y me di el gusto de lamer su cuello, el bulto de su manzana de Adán su sabor salino fue mi perdición. Necesitaba probar su piel de seda.
Hizo el ronroneo más delicioso de escuchar mientras sus manos seguían buscando donde encontrar piel, hizo incluso el intento de romper el vestido, me carcajeé y le detuve. El mohín y la frustración suya al bajar los hombros fue todo un espectáculo. Me recosté sobre su cuerpo, abrazándolo por los hombros nuevamente, descansando mi cabeza en su cuello.
-Min Yoon Gi esto es lo que me temía con esa invitación tuya a beber aquella noche-
Sus dedos con callos causados por la guitarra, recorrían mi espalda deliciosamente, tratando de distraerme.
-Todas las abogadas...son así de desconfiadas-
-No creo que haya una abogada inocente, pero eran muy obvias tus intensiones. Fue casi un insulto a mi inteligencia-
Dije mientras respiraba su olor y sentía su tacto por mi piel, repartiendo besos de aquí allá.
-Me disculpo si ofendí tu honorable inteligencia...-
Repitió en un susurro bajo que no se oía como una disculpa en realidad.
-Para evitar malos entendidos, te invito a pasar la noche en mi casa, sucederá lo que quieras, tratare de persuadirte, eso no lo voy a negar, pero si solo es tu compañía con una copa, me sirve por ahora...-
Esa determinación en su voz grave me advirtió que esto era extremadamente peligroso para mí, pero como deshacía el nudo que mi cuerpo estaba haciendo sobre el suyo. Respire profundo...
-Decías que puedes hacer terminar a una mujer con tu afilada lengua, era metafórico o literal-
Se quedó quieto un segundo entero y entonces me abrazo fuerte y se carcajeo tanto que su cuerpo vibraba contra mí.
-Serás mi ruina mujer, ese humor no es propio de una dama-.
-Latina querido-
Le dije levantando los hombros y sonrió.
Llegamos a su condominio, bajamos y como estaba al estacionamiento descubierto mire antes de acerarme el solo tiro de mi mano, me pareció ver flashes desde la calle, pero al volver a mirar no había nadie.
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Cuando crees que llegas tarde
General FictionMuchas veces pensamos que llegamos tarde a lugares o a personas. Esta es una de esas situaciones. Cuando el amor llega y crees que ya es tarde para tomarlo con ambas manos y disfrutar lo que dure de él. Tn es una mujer mayor, que fue tentada por e...