Mi cuerpo era una pluma volando al vaivén del viento, sentía el algodón de la cama, como sus manos me acariciaban todo potenciado, no escuchaba nada, pero sentía todo.
Temblé cuando sentí de nuevo la humedad de su lengua, tenía las piernas abiertas, recogidas pero sostenidas por sus hombros, estaba segura que cuando me soltara se desplomarían.
Me recorrían descargas eléctricas que tenía su centro en mi intimidad y recorría todo mi cuerpo con cada pasada de su lengua o de sus dedos, incluso de aliento cuando soplaba. Y esperaba cada reacción de mi cuerpo, cuando le tomo el hilo a mis reacciones exploto cada una a su máxima posibilidad, sentía el sudor de mi cuerpo resbalar.
No sabía que se podía llegar al subespacio sin haber alcanzado el clímax, o lo había alcanzado ya tantas veces que no sentía las convulsiones.
Necesitaba alcanzarle para saber si era real, si no era un sueño, mis manos buscaron su cabeza entre mis piernas y alcance su cabello; antes sedoso, ahora mojado.
Cuando metí las hebras entre mis dedos y tire suavemente gruño, y ese gruñido vibro a través de mi cuerpo.
-Yooongi...-
Susurre, encontré mi voz luego de un grito, no respondió, fue como si no escuchara, lo llame de nuevo y tire más fuerte de su pelo.
-hmmmm-
Fue todo lo que obtuve, volvió a resonar en mi cuerpo, luego burlarse un poco más, les dio una lamida profunda a los labios vaginales, alcanzando el clítoris con la punta de su lengua, cambio su boca por sus dedos, descanso su mentón en el pubis y me miro, sus ojos ardían de placer, esa sonrisa de lado con sus dientes blancos, se relamió los labios mirándome, mientras sentía sus dedos penetrando afanosamente, grite, el solo sonrió y siguió escalando, mirándome fijamente.
-Porque simplemente no me matas-
Lloriquee desesperada, se rio, saco los dedos y se relamió mirándome, se movió lo suficiente para ponerse el preservativo y me estaco de una y me llevo al cielo, yo estaba más que lista y alcanzamos el umbral juntos.
Desperté porque escuche su voz en susurros llamándome, me removí y estaba en sus brazos. Me estaba dando pequeños pellizcos mientras me llamaba por mi nombre.
-hmmmm-
Respondí con una sonrisa, al instante sentí sus labios sobre los míos.
-Tenemos que trabajar tu resistencia, te necesito despierta toda la noche-
Susurro mientras besaba mi cuello, sentía tensas varias partes de mi cuerpo que no sabía que tenían algún musculo que ahora se encontraba contracturado.
-YoonGi, no va a haber mucho de mi si sigues con esta rutina, debo trabajar y ser funcional. -
Se rio, alegando que eso es solo cuestión de ponerme en forma y que sigo dándole mucho valor al descanso. Me deshice en sus brazos, pero luego fui a ducharme, cerrando la puerta en su cara, antes de que entrara. Había olvidado como los hombres jóvenes le dan un valor significativo al sexo, pero no pensaba que él fuera tan... caliente.
Otra vez salí de su casa de madruga con esa preocupación que alguien nos viera, y con la férrea determinación que esto no se haga costumbre.
A la mañana siguiente en la oficina estaba tomando un café, mientras Shiri me describía la agenda del día, me llego un mensaje de buenos días.
-No me dijiste ayer si respondí a tu pregunta. (Un emoji con signos de interrogación)-
-No preguntaste-
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Cuando crees que llegas tarde
General FictionMuchas veces pensamos que llegamos tarde a lugares o a personas. Esta es una de esas situaciones. Cuando el amor llega y crees que ya es tarde para tomarlo con ambas manos y disfrutar lo que dure de él. Tn es una mujer mayor, que fue tentada por e...