Siendo solo una fan

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Cuando estaba por terminar el concierto vinieron a por mí para llevarme a camerinos y esperarle. Llego muerto de cansado, porque lo daban todo, pero siempre la misma sonrisa.

Subí a la camioneta a esperarle mientras se duchaba y se arreglaba, tuve muchos me gusta en mis publicaciones, me había tomado fotos con Halsey en su palco y su marido, le pregunte si podría enmarcar la foto y ponerla en mi oficina y dijo que sí; también te tome muchas con YoonGi, en el banner mientras estábamos sentados en el sofá, esas no eran para publicar.

Estaba afónica como consecuencia del concierto, pero miraba emocionada la tableta rememorándolo todo, cuando escuche el griterío y levante la mirada, tenía una sonrisa muy bonita para Army, caminando despacio para darse el tiempo, mañana habría otro show, pero él se despedida como si fuera el último.

- ¿Que? -

Pregunto sonriente cuando subió a la van, me dio un beso y se acomodó a mi lado.

-Es que es muy bonita la sonrisa para Army, y tú no sonríes a menudo. Son sonrisas valiosas-

Negó con la cabeza y miro hacia los vidrios, la cantidad de gente alrededor que obligaba al chofer a ir despacio a pesar del vallado de seguridad, para evitar situaciones complicadas mi lado llevaba puestas las cortinas y además un tapabocas y la gorra. Era innecesario sí, lo haría cada vez, sí.

Llegamos al hotel y fuimos a cenar con los miembros de la banda. Para ellos era una forma de desestres y de revisión del show. Me encantaba escucharlos hablar, ellos le rodeaban y yo me acomode en el extremo de la mesa conversando, con las chicas del staff sobre cosas de como definen el vestuario y el maquillaje, me pasaron los códigos de sus bálsamos y labiales; también estábamos pensando mi outfit de mañana para evitar lo que ellas llamaron "mi indigente" presentación, me sonrieron porque entendieron la naturaleza del intercambio con Halsey, así que me iba a ayudar a elegir que llevar puesto mañana. Levante la mirada y YoonGi tenía esa mirada profunda que siempre me desarmaba, como si estuviera escaneando mi alma.

Me disculpé con las chicas y quedamos que llevarían opciones para las pruebas y para el concierto, se sentía extraño que alguien me arreglase vestuario, pero iba a aprovechar la oportunidad, casi colapsaron cuando les conté mi edad. Viniendo de ellas, eso fue un halago.

Me despedí de todos y avance hacia los elevadores, no estaban los custodios, solo vi al Señor Lee, le sonreí y me hizo un gesto de mirar detrás; al girar vi que venía mi pequeño gatito gruñón. Corrí hacia los elevadores apretando los botones, pero nada de bajar y abrirse.

Cuando se abrió me tire dentro y se cerró la puerta junto cuando llego él. Corrí al cuarto muerta de risa, eran las 2 am, me duché para relajarme, cuando salí para buscar el pijama, el Señor estaba sentado en el sillón frente a la cama, se veía precioso. Avance hacia él con la bata ceñida.

-Porque corriste cuando me viste venir-

Pregunto tomándome de la cintura y descansando su cabeza en mi vientre.

-No sé, solo se me ocurrió correr cuando te vi venir-

Hice una carcajada mientras acariciaba su cabello, era suave a pesar de que no se lo había lavado, luego bajé a su cuello con ambas manos acariciando, masajeando con presión los hombros.

-Voy a cambiar de planes si sigues así-

Susurro hurgando dentro de la bata con su rostro y sus manos.

-Ah tienes planes. Vamos cuéntame.

Le inste bajando por los hombros, volviendo al centro de su espalda para alcanzar sus omoplatos y subir de nuevo hacia su cuello.

Cuando crees que llegas tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora