Juguetes nuevos 1

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No podía levantarme de la cama, no porque estuviera cansada, sino porque no había dormido y había descubierto un lado de Yoongi que, si bien me esperaba, no planeaba conocer tan pronto.

Llegamos al departamento la noche anterior, luego de la fiesta y ni bien entramos fui arrastrada a la pared, él tenía un fetiche con mis botas de chanel, nos besamos intensamente, provoco mis labios con los suyos, suavemente mientras su mano estaba levantando el vestido buscando el bikini para arrancarlo, sus dedos se arrastraban por mis nalgas tentando la separación, mientras sus labios estaban bailando en mi cuello, me levanto contra la pared y me separo las piernas las que cruce en sus caderas, lo que permitió a sus dedos una mayor exploración por primera vez no evadió el ano, acariciando y tentando sus bordes, grite primero de la impresión porque nunca había sido tocada ahí, pero mis terminaciones nerviosas hicieron que todo mi cuerpo lo percibiera.

Me llevo a nuestra habitación y me saco el vestido en un solo movimiento, él no se desvistió, solo se sacó los zapatos.

-Quería hacer esto tiernamente nena, pero querías llamar mi atención, llamaste mi atención-

Gruño por lo bajo, ansioso. Estaba acostada en el borde de la cama donde me dejo, toda caliente y frustrada, el solo sonrió, me acostó y con pequeñas caricias y lamidas subió por el muslo, sensibilizando mi cuerpo, se saltó el botón concentrándose en el perineo, recogió mi rodillas a la base de mis nalgas, de repente sentí algo metálico y frio bordeando mi abertura como lubricando y finalmente tentando mi agujero posterior, trate de cerrar las piernas pero sus anchos hombros los separaban y para distraer mi atención empezó a lamer mi canal mientras dilataba despacio el ano.

Hizo un ruido de succión, fue incomodo al principio, pero no era grande o al menos no se sentía así. Lo sentía ahí pulsando, mientras comenzó a hacerme sexo oral como si no hubiera un mañana, con sus dedos abrió la hendidura acariciando los labios mientras su lengua hacia un contrapunto con el juguete en mi interior, eran dos masajes sobre el mismo espacio, uno por dentro y otro por afuera.

Progresivamente fue construyendo el calor, cuando metió sus dedos sentía que buscaba a través de mi matriz al tapón y eso solo me puso más caliente, no podía evitar los gemidos, me hormigueaba el cuerpo, sentía la piel sensible, cada vez que me tocaba era peor, sus dedos estaban llenándome incómodamente, pero no podía evitar la ola.

De repente, se separó de mí, dejándome ansiosa por su ausencia física.

-YoonGi-

Susurre abriendo los ojos y reflejándome en su mirada de éxtasis. Se desvistió despacio, sin prisa, mientras el tapón calcinaba mis músculos del ano que se juntaban con las pulsaciones de mi vagina, el cuerpo tenso, contraído mientras le miraba desvestirse.

Traía una enorme erección, se calzo el preservativo y volvió a mí, tentando mis pezones, barría de lado a lado con la lengua para llevar el duro punto a su boca y succionar fuerte antes de morder la base, encorve mi cuerpo, pero al bajar las nalgas a la cama sentía la presión del tapón y me recorrían llamas por la espalda.

Sin dejar de atender los pezones con sus dedos y su boca, su otra mano bajo por mi abdomen hasta encontrarse con mi intimidad, estaba empapada.

Se acomodó sobre mí y lentamente empezó a penetrarme, proteste, porque estaba increíblemente llena de él, solo se detenía para darme oportunidad de acogerlo y luego avanzaba hasta que se metió completamente, se movía despacio, pero era demasiado sobre estimulando mi cuerpo, una de sus manos bajo para comprobar el juguete, lo movió despacio y ambos gemimos, el sentía la contracción de mi útero y el masaje del tapón, todo a la vez.

Incremento lentamente la velocidad y una vez pasada la incomodidad de él llenándome, alcance un nuevo nivel de fuego, era como tener manos desde adentro, salía a la mitad y se estrellaba de nuevo, haciendo que se contraiga el musculo anal y eso me volvía loca.

Cuando la ola estaba por romperse reducía la velocidad de nuevo, matándome, negándome la liberación.

-Yoongi, por favor por favooor-

Suplicaba sostenida de sus bíceps, sonrió, haciendo aún más lentos sus estocadas.

-Solo si prometes no hacer lo que hiciste hoy. Tú cuerpo es mío y no puedes exhibirlo como se te dé la gana. Así como te sientes ahora me sentía yo, sin poder tomarte mientras me instaban con intensión-

Gruño mientras nos torturaba a ambos.

-Entiendes TN, así de frustrado, así de ansioso-

Asentí. En ese momento le daría lo que me pidiera. Tomo impulso y empezó a empalarse tan fuerte que el choque de caderas solo aceleraba el movimiento del juguete, no tarde mucho en explotar como fuegos artificiales, siguiéndome él enseguida.

Nos tumbó de lado, era yo una gelatina de los temblores del remanente de las ondas, cuando estaba empezando a respirar, me abraza y me susurra.

-Respira-

Al soltar la primera bocanada de aire, palpa mis nalgas y de una tira del tapón, colapse, volviendo a una explosión en mis ojos, todo me sensibilizaba, incluso el contacto con las sabanas, fue consciente de sus manos acariciando mis senos de manera perezosa, de tener todo el cuerpo agarrotado y la palpitación dolorosa en mi ano.

Él estaba exultante, con una sonrisa de oreja a oreja. Necesitaría de semanas para recuperarme de este run. Me beso en los labios y luego fue a por la toalla húmeda para refrescarme.

-Me portare bien, lo prometo-

Susurre contra su pecho cuando volvió a la cama a abrazarme, descansado en su pecho.

-Me alegra escucharlo, pero ahora que sé que la pasaste bien, no pienso privarme de este este descubrimiento-

Dijo abrazándome más fuerte, sobre la mesa estaba el artefacto del demonio, tenía forma de fresa grande, de metal quirúrgico y estaba decorado con una enorme piedra negra que era lo que evitaba que se desplace todo el juguete hasta adentro y a su vez hacía presión cuando lo apoyaba, mientras lo observaba me reclamaba el sueño en sus brazos. Aún estaba ahí, a pesar de que la claridad entro a la habitación, no podía moverme, proteste cuando trate de desperezarme.

-Aish. Duerme nena, es temprano-

Susurro sobándome la espalda. Me acomode mejor a su cuerpo, estaba tibio, pero incluso ese pequeño movimiento tenso todo mi cuerpo.

-No sabía que te gustaba eso-

Susurre apenada, no podía levantar la mirada pensando en lo que me hizo anoche.

-He descubierto cosas divertidas de tu cuerpo, nunca me negaste mis exploraciones y como fuimos a comprar cosas con JungKook, tome algunas para mí-

Levante la mirada de golpe.

-Oh por su puta madre (español)-

Y me tápela boca con la mano. El solo sonrió, abrazándome, sus manos bajaron por mi cintura y me de la nada me dio una nalgada, tensando el agujero. Me mordí una maldición. Mientras él se reía y nos acomodaba para seguir durmiendo.

-Veras que a medida que sigamos jugando será menos el dolor posterior-

Involuntariamente se me cerraron los músculos del ano por efecto reflejo. 

Cuando crees que llegas tardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora