tú, yo y nuestras posibilidades - juantin /majos

Qué pasó... (III)

En época casting y pregala 0?

disclaimer: obviamente mi version edulcorada de lo que me gustaría/lo que creo que pasó, después de haber leido 400 teorías

estoy segura de que una vez suba esto, se añadirá algo nuevo a la cronología por algun comentario que hagan, pero de momento queda así :,)

La primera vez que Martin ve a Juanjo está tan rodeado de chicas que por un momento se plantea si no será uno de esos pseudo famosos/influencers que ha venido al casting final a cubrir el evento. Lo reconoce, sin embargo, a los pocos segundos. Varias amigas le han mandado el famoso vídeo del jotero y la gotera, y pudo ver su casting también.

No sabe su nombre con seguridad, pero puede afirmar que el chico, que le debe sacar media cabeza por lo menos, es bueno. Es muy bueno y tiene un pie ya dentro solamente con dar la primera nota.

Las chicas que le rodean se ríen de algo que él dice, una tontería, probablemente, pero le fascina cómo logra captar la atención de todas, que sonríen como si estuvieran viendo a la reencarnación de Jesucristo o algo por el estilo. Él aparta la mirada antes de que lo pille cotilleando y se va con Unai, un chico al que acaba de conocer, pero que es de Bilbao, y solo por ese detalle ya se siente un poco más cómodo.

La noche antes de que comience el casting final es tranquila, pero eso no impide a los aspirantes reunirse en zonas comunes del hotel donde se están alojando. Algunos se sientan en sillones, otros, menos afortunados, escogen el suelo, cerca de aquellos con los que más se lleva.

Martin ve de lejos a Paul y a Cris, sus compañeros de habitación. Estos, que van juntos, le invitan a unirse, pero él prefiere quedarse con su amiga de Bilbao, y Unai. Por cosas del azar, acaba frente a Juanjo, como descubre que se llama, y un par de chicas de su ciudad, con las que habla con mucha energía.

No tarda en descubrir, aunque ambos participan en la conversación, que al chico le gusta más hablar que a él el mar. Que monopoliza la conversación, pero no de un modo repelente, sino que no hay persona en esa sala que no se quede escuchando la anécdota más estúpida del mundo, porque, por cómo la cuenta, te hace quedarte embobado y queriendo saberlo todo.

Martin, que la cosa que más le gusta del mundo junto al mar es el silencio y la calma, no puede despegar los ojos de él.

Hay otros momentos en los que habla menos y escucha más, aunque parece que no lo haga. Nota cómo sus ojos pierden enfoque, aunque su cuerpo mire en la dirección de la persona que está contando cualquier cosa. Es como si no estuviera allí, como si su mente hubiera viajado a otro sitio, y su sonrisa y su mirada se vuelven más melancólicas.

Tampoco puede apartar los ojos de eso, pero intenta disimular, porque no quiere parecer un acosador.

Cuando Omar y otro chico sacan guitarras, no duda en unirse todos a una sesión improvisada. A Martin solo le confirma que ahí hay mucho talento y va a tener que luchar con las canciones que lleva para conseguir un puesto en esa academia.

La primera fase del casting empieza muy temprano, así que tienen que desayunar deprisa y corriendo para prepararse. Algunos, como comprueba con quienes se marchan cuando él llega, se han levantado mucho más temprano (todavía) para calentar la voz.

Sí, con algunos se refiere a Juanjo, que parece ejercer una energía gravitacional muy potente, porque siempre se lo acaba cruzando.

En el sitio donde se celebra el casting llega el caos. Son poco más de cien personas, más todo el equipo detrás de cámaras, más los presentadores del programa que emitirán más adelante. Si algo ha aprendido en ese mundo es que las cámaras revolucionan a cualquiera. Todo el mundo está más pavo de lo normal, pero él siente que tiene que aprovechar su capacidad para mantener la calma.