tú, yo y nuestras posibilidades - juantin /majos

Qué pasó... (VIII)

Hablan de cómo van a llevar la relación fuera a días de la final

—Tu padre me ha llamado yerno.

Pronunciar esas seis palabras alivia un poco al mayor. Se ríen y es bonito por un momento, frente a cámaras. Pero sabe que Juanjo tiene mucho en la cabeza, que la final está a menos de dos días de suceder y dar comienzo a una nueva vida para ambos.

Se arriesgaron empezando una relación dentro de la academia, pero una vez crucen esas puertas por última vez, ya no habrá marcha atrás. Serán una pareja fuera, con todo lo que eso implica. Martin, que tiene experiencia en fandoms, sabe que puede ser intenso, y necesita saber si están en el mismo punto.

Cuando se apagan las luces, Paul se dirige al piano para aprovechar sus últimos días en hacer su cosa favorita dentro de la academia. Lucas acaba de salir de la ducha, así que Martin coge toda la valentía que puede recopilar y tira de la mano de Juanjo.

El maño se deja guiar, dócil y silencioso por una vez, hasta una de las duchas. Ruslana los observa entrar y alza una ceja, pero no dice nada. Les da igual lo que piensen que van a hacer ahí, es su espacio seguro para hablar sin tener cámaras u otros oídos delante.

Juanjo suelta todo el aire acumulado en cuanto se ven lejos de cámaras, que les agobian más desde que saben que también graban de noche. Se mesa el pelo con el ceño fruncido.

—¿Cómo estás? —empieza Martin. No deja de observarlo.

—¿Bien? Me ha pillado completamente por sorpresa, pero no ha ido mal, ¿no? Parece que nuestras madres se llevan bien. Y tu padre me ha llamado yerno, así que tienen que estar muy acostumbrados a vernos. Vale, que sí, que al principio me he agobiado un poco, espero que no haya parecido que os evitaba.

—Juanjo. —Lo corta de golpe, porque ha entrado en su bucle y es difícil callarlo cuando se pone así. El maño se relaja al notar su sonrisa—. No iba por ahí, aunque supongo que nos acabamos de quitar la ansiedad inicial de conocer a los suegros.

—Tu madre ya quiere que vaya a Getxo —musita el mayor.

—No vas a tardar mucho en pasearte por allí. —Toma sus manos—. Juanjo, vamos a centrarnos.

—¿Qué pasa?

Martin vuelve a coger aire. Por la cara de susto que empieza a poner, su novio se teme lo peor.

—Tenemos que hablar de lo que va a pasar cuando salgamos de la academia.

—Que... tú tendrás un precioso tercer puesto, yo me conformaré con el sexto y seremos felices y comeremos perdices.

—Juanjo. —Entrecierra los ojos—. vamos a salir a la calle, donde hay periodistas, opiniones..., veremos todo lo que se ha dicho de nosotros y lo que dirán una vez estemos fuera. —Hace una pausa. Juanjo traga saliva—. ¿Has pensado en ello?

—Llevo dos viernes seguidos hablando con la psicóloga de eso. —Su sonrisa es amarga—. No sé cómo lo estoy llevando, pero ya he planteado todas las posibilidades.

—¿Y cuáles son esas posibilidades?

—Mi madre dice que la gente sí me quiere, pero yo qué sé. —Se encoge de hombros y baja la barbilla. Se puede adivinar un toque triste en su mirada y en cada palabra que dice—. No creo que sea de los más populares, no cuando ni siquiera pude salir favorito el lunes pasado... La otra opción es que mi madre me esté suavizando y en realidad me odian, que he llegado aquí sin ayuda del público, no tengo ni idea de cómo va a ser fuera, si recibiré odio, si será todo una puta mierda... No sé ni siquiera si me voy a poder dedicar a esto, si haré un single decente, porque no me gusta el de ahora... A lo mejor no le importa a nadie y tampoco tengo que calentarme tanto la cabeza.