☆lค๖ēriຖt໐☆

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─ ¡Mira todo el desastre que estás haciendo! ¡Estás llenando de mierda todo el lugar!

Lanzó un palo, asustando a sus hijos y sin golpear a su objetivo.

─ ¿Dónde estás maldito animal?

Detrás de un bote, el diminuto cachorro se escondía. Su pequeño y débil estomago era incapaz de retener todo lo que tenía dentro. Chilló cuando la omega quitó el bote, sin poder evitar ensuciar el lugar.

─ ¡Deja de soltar tu mierda, animal asqueroso!

Trató de patearlo, pero corrió a esconderse. Unos toques en la puerta le hicieron detenerse para ir a abrir.

— Majestad.

Harry, Jesfe y su hermano mayor, estaban en la puerta. — ¿Por qué estaba gritando?

— Yo... Majestad... es que... .

Harry hizo un suave movimiento con su mano. Obedeciendo, Jesfe quitó a la omega, dejando el paso libre para que Harry entrará.

Rápidamente se notaba el pequeño rastro que dejaba el cachorro. Harry lo siguió, encontrando su diminuto cuerpo entre cosas incómodas, sus ojos aunque cerrados, humedecían el pelaje a su alrededor.

— No te haré daño —. Susurró al acercase y ver que luchaba por retroceder. Lo tomó entre sus manos.

— Majestad —. Jesfe se acercó, queriendo evitar que sus prendas se manchará, era tarde al escuchar chillar al cachorro sin poder evitar que su malestar saliera.

— Prepará una tina de baño tibia, Jesfe. Gafe, ve por medicina.

— Sí Majestad —. Ambos respondieron.

Preguntó molesto, acurrucando al cachorro en su pecho. — ¿Es por esto qué estaba gritándole? ¿No puede tener respeto por su vida?

— Lo siento Majestad, lo siento.

— ¿Es lo único qué puede decir? ¡Usted es peor que los animales sin conciencia!

Gruñó haciendo a le omega arrodillarse, su esposo miraba desde la habitación.

— Ahora guarda silencio, una omega cobarde es lo único que eres. Mereces ser tratada igual que un animal enfermo.

Sus manos cubrían el cuerpo del cachorro, que seguía soltando su molestar.

— Ahora no tienes palabras, así son las personas cobardes. Tan asquerosas como todo lo que hacen.

Mientras Jesfe ponía un fuego intenso, escuchaba las palabras de Harry. Nunca lo había escuchado hablar tan molesto. Podía ver al rededor en el piso, todo lo que había dejado el diminuto cachorro, parecía que había huido mucho de su madre. Era un milagro que no estuviera muerto por ella.

Al notar las burbujas en el agua, quitó la olla. — Majestad, el agua está lista —. Jesfe le avisó.

Harry se acercó. — Déjanos solos —. Le ordenó a la omega. Ella salió.

Jesfe puso agua normal en una tina y después la caliente, primero sintió el agua con su mano. No estaba fría y tampoco era demasiado caliente.

Harry sintió el agua también, él con su antebrazo. Con cuidado, fue mojando el pelaje del cachorro. Limpiando su colita esponjosa que era un desastre con todo lo sucio.

— Majestad, sus prendas... .

— Ahora no Jesfe, veremos eso después —. Respondió con su rostro serio.

Sin meter agua a sus orejas o su nariz, fue limpiando su diminuto cuerpo, sus costillas se sentían frágiles en su mano. — ¿Aún no abre sus ojos?

Jesfe miró a los demás cachorros. Se veían lo suficientemente sanos para ser omegas. — Han pasado dieciocho días, posiblemente sea por... su condición.

— ¿Crees qué va retrasado en su crecimiento?

— Es lo más probable, Majestad. Si ellos lo vieron como un cachorro que no... bueno, usted sabe. Puede que tenga muchas dificultades en su vida.

— Entonces trataré de hacer lo necesario para que pueda superar todas. Busca dos mantas, y algo para secarse.

— Sí Majestad.

Harry lo miró entre sus manos, era más pequeño que una de sus manos, ser una pequeña vida frágil, merecía ser más protegido. El cachorro se veía tranquilo, su pequeño hocico se abría, mostrando su diminuta lengua. Sus patitas mojadas dejaban ver sus pequeñas garras.

Con estos pocos días, no sabía si seguir, pero definitivamente no dejaría esto. Su orgullo y las ganas de mostrarle a su padre que estaba equivocado, era una razón para seguir.

— Aquí los tiene, Majestad.

— Gracias —. Le secó su pelaje, un extremo de la manta estaba entre sus patitas evitando que se volviera a ensuciar mientras esperaban a Gafe. Con la manta lo mantuvo envuelto en sus brazos,

En unos minutos, Gafe llegó con una medicina. Una medicina especial que ningún omega había tenido antes.

— Con una gota está bien, Majestad —. Gafe le explicó. — Para un Alfa joven es suficiente con dos gotas.

— Gracias Gafe —. Abrió el gotero mientras escuchaba lo siguiente.

— Chiich dijo que puede ser por la leche de la alfas. Es más pesada que la leche que producen las omegas.

Harry quitó la manta sucia limpiando hasta ver que no salía nada más. — ¿Eso le causó esto?

— Tal vez su estómago trató de procesarlo, pero después de tantos días... pudo llegar a su límite.

— Entonces buscaremos a una omega a quien tomarle leche para él.

— ¿Usted cree qué sea posible?

— Ofrescanle algo, pero debe de dar la suficiente leche hasta que este cachorro sea capaz de comer carne.

— Bien, lo haré Majestad.

Harry asintió, estaba dispuesto a todo para que el cachorro tuviera una vida casi plena.

— Además Majestad, la reina y su madre quieren verlo en El Espiral.

— Agh... iré. Antes de salir, quiero que corten el cuello de la omega, lo suficiente para que sea una herida que cure hasta dentro de una semana.

— Sí Majestad, yo lo haré —. Jesfe acepto sin dudarlo.

— Bien —. Harry se acercó a Gafe, dándole al cachorro. — ¿Mañana necesita más de esto?

— El medicamento es fuerte, no necesita más gotas, Majestad.

— Entiendo, gracias Gafe. Gracias Jesfe. Voy a adelantarme.

Jesfe se acercó angustiado. — Pero Majestad, debo cuidarlo.

— Tú debes hacer lo que ya te he ordenado, Jesfe —. Sin más, salió de la casa.

Gafe le dio una palmada en su espalda a su hermano. — Debes controlarte más. Es tu amo, no tu futuro esposo.

— Tengo alguna oportunidad. Solo soy un año mayor que él. Cuando cumpla veinte años y yo veintiuno, entonces le diré lo que siento por él desde que me asignaron como su guardián.

— Pueden pasar muchas cosas mientras llegan sus veinte años.

— Pero durante todo ese tiempo, estaré a su lado. Tendremos una conexión especial —. Acarició la cabecita del cachorro dormido. — Hasta podríamos llegar a ser padres de este pequeño.

Gafe rió. Su hermano tenía una imaginación grande.
— Solo los días te lo dirán. Ahora, ¿necesitas ayuda con la orden hacia la omega?

— No, yo lo haré solo —. Sacó una pequeña daga, estaba dispuesta hacer todo por Harry.

Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora