Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮

☆ƈօքǟ☆

─ ¿Tienes la lista de las cosas qué necesito hacer?

─ Sí Majestad. Por ahora son pocas cosas, aún es un cachorro y tendrá tiempo para pensar en cómo explicar todo.

Harry asintió mirando llegar el carruaje al pueblo de los omegas. ─ ¿Tenemos aquí todos los jabones qué pedí para él? También las telas para secarlo.

─ Tengo todo aquí, Majestad. ─ Jesfe le mostró.

─ Bien, gracias Jesfe.

El carruaje se detuvo cerca de la casa. Sin esperar, Jesfe bajó para abrir la puerta del lugar donde estaba sentado Harry. Los dos guardianes empezaron a bajar la comida para la familia de la casa.

─ Gracias Jesfe. ─ Harry tomó una mediana caja donde llevaba una botella de leche, modificada para ser un tetero pequeño para el diminuto hocico del cachorro.

Con calma caminó a la casa, Jesfe ya estaba dentro poniendo un fuego fuerte para el agua.

─ Buenos días, príncipe.

Harry la miró, haciendo un pequeño gesto. Podía notar esa cicatriz en su cuello.

Fue al pequeño cuarto donde estaba el cachorro. Seguía en su forma de lobo, en esa manta que le había dejado desde hace un tiempo.

─ Majestad, el agua ya está tibia.

─ Gracias Jesfe. ─ Inclinándose, tomó con cuidado el diminuto cuerpo. Cuando él llegaba, nunca había nadie en la casa, de alguna manera eso era cómodo.

Jesfe siempre tenía todo listo, los jabones cerca, las suaves mentas, el agua y la botella de leche. Al verlos acercase, preguntó.

─ ¿Nota bien el estado del cachorro, Majestad?

─ Eso creo. ─ Harry revisó la temperatura del agua, al ser la indicada, acercó al cachorro y empezó a mojarlo, tomando un poco de agua con su mano. ─ ¿Crees qué sea malo el dormir mucho? Siempre lo encuentro así.

─ Si no tiene nada que hacer, si no tiene con quien jugar, o las fuerzas para hacerlo... creo que es normal que duerma tanto, Majestad. Incluso puede ser bueno, así su cuerpo se mantiene en calma y creando fuerza para el futuro.

─ Debes tener razón. ─ Suavemente y al estar despierto el cachorro, lo metió a la tina. Al menos se mantenía sentado, pero eso no evitaba que su mano se mantuviera en su pequeño lomo.

Tomó jabón y fue masajeando el pelaje, creando una espuma suave. En cada movimiento trataba de crear una conexión, una energía de respeto por su vida. Sabía que el contacto entre los padres y sus crías era muy importante en esta etapa, al no tenerlos presentes, él quería estar en ese lugar. Tratar de no dejarlo solo emocionalmente, tratar de hacerle saber que estaría seguro.

Jesfe sonría al ver cómo el cachorro movía algunas veces sus patitas, o su diminuta lengua reaccionando para limpiar su nariz. Harry se veía totalmente responsable y atento con el cachorro, limpia su carita sin abrumarlo con la sensación de tener la nariz llena de agua.

─ Te ves muy lindo, estar recién bañado es algo muy cómodo. ─ Le habló mientras limpiaba sus diminutos ojos cerrados. ─ Después vas a comer y podrás dormir nuevamente. ¿Está bien?

Pasó su mano desde su diminuta cabeza hasta su cadera, quitando el exceso de agua.

─ Aquí tiene, Majestad. ─ Jesfe le dio las mantas.

─ Gracias. ─ Suavemente pasó la tela por cada parte del diminuto cachorro. Tenía un pelaje que era fácil de secar. Así que, al dejar de estar tan mojado, salieron de la casa.

─ ¿Te gusta tomar el sol? Es claramente cálido. ─ Dejó salir una pequeña risa. ─ El sol nutre nuestras células... aunque muchos Clanes no lo crean.

Jesfe se acercó con la botella de leche, la había sumergido en un poco de agua tibia.

Harry le sonrió un poco mientras asentía. Tomó la botella, acercando el pequeño tetero al diminuto hocico del cachorro.

Con movimientos torpes, lo tomó. Su pequeña barriguita se movía con su respiración.

─ Espero que no le haga tanto daño, mas bien, espero que ya no le haga daño. ─ Dijo mirando al cachorro.

─ Después de la medicina, seguramente tendrá mejor resistencia. Las omegas no están dispuestas a dar de su leche.

─ ¿Debería empezar a matar omegas?

Jesfe miró a Harry, su expresión era sorprendente.

─ Estoy bromeando. ─ Sonrió con una risa. ─ Nunca podría matar a nadie. No quiero hacerlo, quiero ser el primer rey sin mancha de sangre inocente.

─ Había creído totalmente sus palabras, Majestad. ─ Suspiró aliviado. ─ A pesar de eso, yo estaría totalmente a su lado si decide hacerlo.

─ Gracias Jesfe, por tu lealtad. Pero no creo que eso suceda.

Él asintió. Sus ojos miraron al cachorro. ─ Creo que una botella mediana es suficiente para él.

─ Es bueno que su apetito sea así. ─ Con cuidado le quitó el tetero. ¿Vendrás por la noche para darle de cenar?

─ Así es Majestad.

Harry asintió.