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—Pues es lindo, sí. —él frunció el ceño y me miró curioso.

—¿Lindo?

—Sí, lindo. —insistí, tratando de parecer tranquila.

—¿Solo eso?-—la curiosidad iba en aumento, la suya, y la mía había aparecido. Asentí con desconfianza.— Oh, qué bien.

—¿Qué te traes? —él me miró nervioso.

—¿Yo? Nada —evitó mi mirada sospechosamente y se paró de la cama.— Debo irme, te veo después. —se acercó a la puerta y la abrió.— Tutora.

—Eso es patético, soy menor que tú. —dije mientras me paraba de la cama también. Me crucé de brazos.

—Da igual, besos, chaito. —cerró la puerta tras de él y segundos después escuché a mi padre.

"¿Ya te vas? Es una lástima, después ven para jugar un partido."

Y escuché un auto alejarse.

(...)

Estaba tirada en mi habitación escuchando a Lady Gaga. Phillip seguía jugando basquetból con papá y Collin se había marchado hace ya dos horas, estaba aburrida y sola.

Estiré un poco el brazo hacia arriba y tomé mi teléfono, el cuál de pronto comenzó a sonar.

Que bueno que contestas el teléfono.

¿Deniel?

¿Quién más preciosa? Ahora concédeme un deseo y trae tu trasero a mi vertedero. ¡Oh, santas mandarinas eso rimó!

¿Acaso estás borracho?

Drogado sería la mejor definición.

Es bueno saberlo.

Mira, la gata...

¿Kat? ¿Qué sucede con ella?

Digamos que alguien la convenció de venir a una fiesta de universitarios con muchas hormonas y ahora esta llorando sola en MI habitación y va a llenarla de lágrimas hormonales.

Claro que está llorando, imbécil. ¿Qué le hicieron?

Yo solo le quité su teléfono y te llamé, no conozco la historia completa.

Oh, carajo. Ahora no puedo ir.

Lástima dulzura, se queda en mi pieza.

¿Están en la residencia?

Claro, nena.

¡¿Y cómo los dejan hacer fiestas ahí?!

Es un secreto~

Y para mi mala suerte, colgó.

Bueno, ésta era una buena excusa para usar un automóvil.

(...)

—¡Mamá, voy a salir! —agarré las llaves de su Bronco y salí de casa.— Y me llevo tu camioneta —susurré.

Me metí al auto y lo encendí. Esperaba que Kat estuviera bien y que aquellos chicos no le hubieran hecho nada.

Puse la camioneta en reversa y salí a la carretera a toda velocidad.

Complaciendo a Papá. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora