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-No, no quiero- dije contra la almohada. Él colegio había adelantado los exámenes de segundo parcial por unas remodelaciones que harían en todo él edificio y programaron todos los exámenes para esta semana.

Ya estábamos en noviembre y, al adelantar los exámenes, también habían adelantado las vacaciones. Eso quería decir que parte de noviembre, diciembre y enero sería lo que tendríamos libres. Y ya me había mentalizado que no me movería de aquí.

-Amor, tienes que ir- dejé de sentir las sábanas sobre mi cuerpo y ví a Collin con ellas en su regazo.

-No- él frío empezó a erizar mi piel y me hice bolita para contrarrestarlo.

-Él sábado es tu cumpleaños y no te daré tu regalo si no aplicas tus exámenes.- susurró Collin en mi oído, causando que temblara. Le aparté su cara con mi mano.

-No hagas eso- contesté nerviosa. Él río y me dió un fuerte beso en la mejilla.

-Hice tocino, si quieres, levántate.- abrió la puerta de la habitación y él bello olor del tocino entró hasta mis fosas nasales. Me paré de la cama y corrí a la puerta, agarré mi playera y empecé a colocarmela mientras bajaba las escaleras.

-Tocino- llegué a la cocina y ví a Phillip comiendo un plato de tocino con puré de papa.- ¡No te comas mi tocino!- grité horrorizada y le arrebaté él plato, dejándole con la mano alzada y medio tocino en la boca.

-Hay más para ti- Collin tomó mi mano y le seguí al comedor.- Sabía que harías eso, amas él tocino y no le dejarías comerlo.

-Si- miré a Phillip y fruncí él ceño.- Por cierto, ¿Qué hace aquí?

-Quiere hablar contigo, así que se irán juntos al colegio- le miré atenta mientras servía él tocino.

Se sentó a mi lado y me observó mientras comía lo que había preparado. Cuando terminé, miré a Phillip.

-Listo-

-Bañate y baja- se sentó en él sofá y empezó a ver la película que Collin había dejado puesta, Mi falso prometido.- Esto es tan gay para mí.

Collin se sentó con él y yo subí las escaleras para meterme al baño. Cuando las gotas de agua cayeron por mi espalda, cerré los ojos y moví la cabeza, dejando que todo se mojara.

Collin yo llevábamos seis semanas y habían sido las mejores en toda mi vida, él era una persona linda, tierna, tranquila, adorable, respetuosa, cariñosa, simpática, positiva, alentadora, espontánea. Ni una sola vez me arrepentí de mi decisión, podría decirse que había sido la mejor.

Los golpes en la puerta y la voz de Phillip me ayudaron a despertar y salí del baño.

*

Pocos minutos era lo que Collin tardaba para llevarme a la escuela, pero al ir caminando con Phillip ya habíamos hecho diez solamente de salida.

Cuando terminé de bañarme, Collin ya se había ido a la Universidad. Me dejó una nota avisando que llegaría tarde ya que iría a la casa de unos compañeros suyos a completar una maqueta a escala del Empire State.

Íbamos a paso lento, mi brazo estaba entrelazado con él de mi amigo y éste chiflaba.

-Hace una linda mañana, ¿no te parece?- comentó Phillip. Era cierto.

Él cielo estaba despegado y un bello tono azul claro se notaba por toda la superficie, varios pájaros volaban en conjunto y un avión pasaba por encima de nosotros. Un auto pasó a lado de nosotros y pitó, se detuvo a unos metros delante y una cabellera larga y castaña se asomó. Wanda.

-¡Hey, chicos!- Morgan venía con ella.

Nos acercamos al auto y saludamos a los chicos, Kyle y Mark también estaban dentro.

-Suban, les haremos él favor- propuso Mark, quien conducía. Yo negué.

-Esta lleno- miré de reojo a Morgan, él hermano de Kat, qué me miraba curioso.

-No importa- Kyle se acomodó en él asiento de en medio y palmeó a su lado- Sobra uno.

-Somos dos- señalé a Phillip y éste sonrió. Kyle miró mal a su hermano.

-Qué alguien la cargue- Phillip abrió la puerta y se sentó en él asiento libre, yo bufé y me senté en la piernas de Phillip, más allá del muslo.

Mark puso él auto a andar y rápidamente siguieron hablando de cualquier cosa. Me incliné un poco hacía Phillip y le susurré.

-¿Qué era lo que me querías contar?- pegó su boca a mi oído y susurró también.

-Descubrí que Deniel era primo de Dylan, y mejor aún...- me volteé en su dirección y fruncí él ceño- Dylan no está muerto.

Él auto paró en seco y Wanda se bajó del auto. Algo aturdida, alcé la cabeza para ver más allá.

Un chico, tal vez de la edad de Collin, estaba en él suelo de concreto, mirando sorprendido al auto y Wanda le ofrecía disculpas.

-Mierda- murmuró Mark y se bajó del auto. Las pocas personas que pasaban por ahí se habían detenido a mirar y él chico había aceptado la mano de Mark.- Lo lamento mucho.

Dicen que después de recibir una noticia fuerte, no es bueno experimentar algo de la misma magnitud, uno podría recibir un shock y llegar a desmayarse. Eso mismo me pasó justo después de ver a Dylan Tomlinson levantándose del suelo tomando la mano de Mark y cruzando su mirada con la mía, viendo aparecer un brillo momentáneo en sus ojos.

Los brazos de Phillip fueron lo que me lograron sostener, Dylan gritó mi nombre antes de perder la consciencia.

Complaciendo a Papá. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora