[21]

4.8K 236 6
                                    

Entré azotando la puerta y de paso ignorando completamente a Collin, me metí a su cuarto y comencé a gritar.

Estaba enojada y decepcionada, pero no sorprendida. Puede ser que una parte de mi estuviera al tanto sobre que Will y Bethany habían tenido sexo, tal vez lo supe desde que escuché la risa de ella en casa.

Me tiré a la cama de Collin y ahogué mis gritos en su almohada.

Will me había dicho que no era su novia pero la besaba para no tener que besarme a mi.

Pero...

¿Y si nuestro beso había sido solo un juego?

Con aquello de la lista ya no sabia que pensar. Pero de una cosa si estaba segura.

Willmer Hudson estaba muerto para mi.

*

Desperté en un cuarto diferente al mío y bostecé. Tampoco era tan tonta para no recordar de quien era, estaba consciente de donde estaba.

El cuarto de Collin.

A regañadientes salí de la cama y como la puerta estaba abierta bajé a la sala.

Empecé a andar lento cuando escuché una voz que claramente no era de Collin.

-¿Y tu sabes donde esta?- fruncí el ceño con enojo cuando reconocí la voz.

-Por décima vez, Hudson. No lo sé- reí internamente por el comportamiento de Collin- ¿O te lo deletreo?

-Mira, solo se lo que ví, antes no estaba seguro. Pero cuando al otro día la esperé para ir a la escuela, su padre me dijo que no me molestara. Que al fin se había desecho de ella. Así que ahí fue cuando lo supe.- se escuchó un golpe en la mesa y suspiré, sentandome en un escalón.

-Oh, y me repites. ¿Que viste?- el tono de Collin era de interés fingido. Ya lo veo alzar una ceja.

-A Carter Columbus en mi habitación, justo antes de estar completamente despierto- hubo silencio y después se escucharon pasos y la puerta siendo cerrada violentamente.

Tosí y continúe bajando las escaleras. Collin estaba en el sillón, encorvado y agarrándose la cabeza con sus dos manos. Sonreí ligeramente y me acerqué a el.

-Hola- me senté a lado suyo y lo abracé lentamente, pasando mis brazos alrededor de su torso. Descanse mi barbilla en su espalda, el se quedo en su posición y suspiró para después abrazarme.

Me subió a sus piernas y me apretó contra el, mi cabeza estaba en su cuello y podia sentir su respiración.

-Lo odio- exclamó.- No llevas ni un día conmigo y ya te quiere alejar de mi.

Le observé un segundo y sonrió.

No tenia ánimos en este momento para recalcarle que no éramos nada. Collin era muy dulce conmigo y ahora eso era lo que mas necesitaba.

-¿Como esta mi bella durmiente?- besó mi frente y acarició mi cabello.

-Durmiente, pero no bella- su expresión se endureció y me apuntó con su dedo.

-No vuelvas a decir eso- juntó su frente con la mía y sonrió de lado- Tu eres hermosa.

-Si... Claro-

-¿Quieres pizza?- ofreció Collin, enseñandome su celular.

-Shi- dije como niña chiquita.

El rió.

-Pizza será-

*

La pizza llegó a los cinco minutos, una chica la trajo esta vez. Alta, rubia, ojos miel, delgada.

Complaciendo a Papá. EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora