Capítulo Noventa y cinco.

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La oscuridad está volviendo, la siento deslizándose por mi piel lentamente, la corrupción desea atraparme y temo volver a sumergirme en ella.

La oscuridad está volviendo, la siento deslizándose por mi piel lentamente, la corrupción desea atraparme y temo volver a sumergirme en ella

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— ¡Maldita sea! Estoy cansada de esto.

Tomó una botella de vino del carrito lanzándola con todas sus fuerzas, esta se estrelló en el rostro de la delgada mujer que servía la comida, haciéndola soltar un alarido de dolor al sentir esquirlas clavándose en su piel cortándola, las hermosas facciones de la pelinegra se deformaron al grado de hacerla parecer mucho más desequilibrada.

— Sácala de aquí. Joon-young le dijo al hombre que se ubicaba a su derecha, quien asintió levantándose de inmediato.

— ¡Espera! Iré yo, con su caminar grácil y exhumando finura, se deslizó como una sombra hasta la chica, tomándola del rostro casi desfigurado por los vidrios, le sonrió. — Eres una debilucha. Sacó una almarada, comenzando a apuñalarla en repetidas ocasiones mientras la mujer trataba de defenderse sin éxito, cayó al suelo donde aún se movía. La risa de Young-nam flotaba en el aire, junto a los gritos ahogados por los borbotones de sangre que salían del cuello y boca de la mujer mientras lentamente perdía la vida.

— Ya está muerta. Habló su esposo.

La mujer se levantó observando su reflejo, su traje blanco se encontraba lleno de sangre, al igual que sus manos y algunas gotas en su rostro. — Detesto a estas imbéciles que no saben hacer nada más que temblar y ser serviles, me dan asco, dejan a una mujer como una simple idiota que sirve sólo para obedecer, deberían morir todas.

— ¿Estás más tranquila? Le peguntó con una actitud seria su esposo.

— ¿Acaso me ves tranquila? Su voz nuevamente se mostraba alterada.

— Debes tranquilizarte y pensar las cosas con claridad.

— ¿Claridad, Joon-young? Ese estúpido general se burla de nosotros a cada paso, es un maldito tope para avanzar, lo peor es que ha esquivado todas y cada una de las trampas que le hemos puesto, ¿quieres que me tranquilice? Tráeme su cabeza en una canasta de merienda y sólo así me tranquilizaré.

— Sabíamos que no sería sencillo, a pesar de su edad, no es un amateur, ese hombre es inteligente, cauteloso y un experto en lucha, no es un niño a quien podemos engatusar con la promesa de una recompensa.

— ¡Por eso hay que matarlo!

— No es tan fácil, ninguno de nuestros guerreros podría con él.

— Tenemos uno que tal vez podría, estos días que han pasado desde nuestro fracaso en dirigir el ejército de Il-sung, Jungkook nos ha estado buscando, ¿has visto los videos?

— Sí, y no me impresiona.

La risa irónica de la mujer se hizo presente. — Debes aceptar que nuestra obra maestra volvió y con más fuerza que antes, es menos errático, mucho más preciso, inclusive parece mucho más confiado, creo que Jungkook podría matar a Lee fácilmente.

Cuando te olvide ♥️Kookmin♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora