Cuando te olvide ♥️Kookmin♥️

Capítulo Cuarenta y seis.

Tengo miedo, tengo tanto miedo de perderte, que me vuelvo loco de pensarlo, fui tan ciego al no darme cuenta de tú sostenías mi alma, eres la única persona que puede salvarme de los demonios que intentan arrastrarme al inframundo.

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— Capitán lo lamento, los he perdido, pero los buscaré hasta dar con ellos.

— Tranquilo Hyun-woo, Jimin estará bien.

— Pero...

— Ve a la villa Park y vigila, él regresará ahí con su... Con Jeon.

El castaño apretó los labios en forma de molestia, le dolía escuchar aquel atisbo de tristeza en lo profundo de la voz de su capitán a pesar de parecer impasible, por lo que Park ya no le parecía tan agradable.

— Entendido capitán, le daré un reporte mañana por la mañana.

En cuanto la llamada finalizó, el pálido se dejó caer en la silla giratoria, apretando el receptor del micrófono que había puesto en la ropa de Jimin antes de que partiera, girando la silla hasta dar la espalda a la puerta, suspiró frustrado, poniendo sus pensamientos en palabras, por lo que su voz inundó la soledad de su oficina.

— Qué demonios te pasa Min, por qué te duele tanto, él jamás te ha dado un motivo, no te prometió nada, tú solo decidiste desear un corazón que latía por otro hombre. Suspiró nuevamente su nivel de frustración era tangible — acaso debería darme por vencido antes de que este dolor me sobrepase.

Una voz molesta lo hizo girar.

— Y desde cuánto el gran Min Yoongi se da por vencido, ¿serás un cobarde?

— Nadie te enseñó a tocar Jackson.

— No cambies el tema, ¿te rendirás?

El pálido no contestó, sólo regreso a su lugar, desviando la mirada a la pantalla del computador.

— Demonios Yoongi, si te rindes lo lamentarás toda tu vida.

— Èl está casado y enamorado de su esposo, punto se acabó.

— Jeon es un hijo de puta insensible que le es infiel, tú vales diez veces más que ese cabrón...

— Jackson modérate.

— En ocasiones me exaspera esa parquedad en tus acciones, por una ocasión podrías intentar ser más imprudente.

— Ya he sido demasiado imprudente con lo referente a Jimin, es hora de volver a ser mesurado, de demostrar la templanza de la que siempre me he jactado, no quiero hablar más de esto, cierra la puerta al salir.

— No puedes hacerlo.

— Si puedo Jack, lo que tú no deberías hacer es colmarle la paciencia a tu capitán, sal ahora.

El castaño dio media vuelta rendido, dispuesto a salir, se quedó parado por unos milisegundos, podía ver el dolor en el fondo de esa coraza inquebrantable que mostraba su amigo, así que se arriesgaría, regresando a su posición inicial, le habló.

— No debes hacerlo, esfuérzate, si te has enamorado, lucha por él y si lo escoge a él sobre de ti, por lo menos sabrás que lo diste todo, que le demostraste cuanto podrías haberlo amado, pero no te atormentarás preguntando qué hubiese pasado si luchabas, si no te rendías como lo piensas hacer ahora.

Los ojos de Yoongi demostraban una advertencia, además de una postura rígida al levantarse a enfrentarlo.

— Terminamos.