Podrías olvidar el gran amor que en algún momento sentiste, para darle lugar a uno nuevo, podría alguien conquistar el corazón, que alguna vez le perteneció o perderlo para siempre.
El amor es un sentimiento dulce, cruel e infranqueable, que nos p...
Dicen que el corazón es caprichoso, pero la realidad es que el amor pertenece a quien realmente logra conquistarlo, hacerlo soñar, latir y vibrar de una manera que no pueda olvidarse tan fácilmente, sin importar las promesas de alguien más.
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Namjoon tocó tres veces en la habitación que ocupaba Taehyung, al abrirse la puerta tragó grueso al ver al chico sentado en la silla de ruedas, la luz del ocaso lo bañaba haciendo resaltar sus hermosas facciones y aquel traje rojo que le entallaba a la perfección junto a esa camisa blanca transparente en cuello V que dejaba al descubierto parte de sus clavículas, su voz se había quedado atorada en su garganta, por lo que tuvo que fingir una leve tos para recomponerse, el chico en la silla de ruedas le sonrió apretando un botón para que la silla avanzara acción que lo hizo sólo dar vueltas.
— Ay, no, espera, no, no, me doy por vencido, no puedo controlar esto. Se rindió después de que la silla avanzara para un lado dando vueltas.
El médico soltó una risa por lo tierno que parecía el chico al fruncir el ceño. — Ven, déjame ayudarte. Namjoon lo levantó en brazos. — No necesitarás eso, yo seré tu transporte personal.
El castaño enredó sus brazos en el fuerte cuello del más alto, dejándose llevar. — Te arrepentirás de eso, soy bastante pesado.
— Por supuesto que no, eres muy liviano, deberías comer más.
Taehyung hizo un puchero. — La verdad es que estar solo me deja sin apetito.
Namjoon sintió que su pecho se oprimía. — Lo siento, no debí traerte a esta casa tan grande y solitaria, lo lamento.
— No digas eso, agradezco todo lo que haces por mí, por mantenerme a salvo a pesar de que no tienes una obligación, yo me encuentro solo y no sé qué haría sin ti.
Por un momento, Namjoon sintió la necesidad de abrazar al chico para consolarlo, pero sólo le regaló una ancha sonrisa. — No estás solo, ya no más, puedes apoyarte en mí, prometo no darte la espalda jamás.
— No puedes estar seguro, Nam.
— Lo estoy confía en mí.
—...
— Sé que tal vez él destruyó tus ilusiones, pero aún existen hombres de palabra.
Taehyung le sonrió y, sin poder detener sus pensamientos, soltó. — ¿Y qué hubiera pasado, si lo que aquella psicóloga dijo aquella vez resultara cierto? Tal vez haya vivido sufriendo de cómo dijo que era.
— Trastorno de Personalidad Antisocial, esa aflicción es complicada de diagnosticar y por lo regular los síntomas aparecen antes de los quince años, y por lo que sé, tú no tienes, ni tuviste problemas graves con la ley a esa edad. Alexandra era una gran doctora, con una sed muy grande por llegar lejos, pero era una psiquiatra inexperta, así que esa sed por ayudar y descubrir, en ocasiones le hacían ver cosas donde no las había, no debes dejarte influir en eso. Sí, es verdad que ocasionalmente hay personas con ese trastorno que no comprenden el por qué de su falta de afecto, empatía y remordimiento, es muy raro que un psicópata no sepa que algo no anda bien con su mente.
