La SeCcIóN "B"

ℙ𝕣𝕠𝕓𝕝𝕖𝕞𝕒𝕤 𝕖𝕟 𝕔𝕚𝕦𝕕𝕒𝕕 𝕔𝕒𝕟𝕕𝕪

—¡Atención niños!—grito Holly para que todos lo escucharán—hoy no iremos en changarro, sino que la directora Ashley nos acaba de prestar esto—dijo haciéndose a un lado para enseñarles un camper grande de color rosa. Contiene detalles de hojas salvajes en colores turquesa, blanco y rosa oscuro. Al frente posee un dispositivo GPS para navegación, aire acondicionado, televisión. Estufa, lavamanos, horno, un mini refrigerador. Además de una pequeña “calculadora” que mide toda la comida del lugar.

—¡Asombroso! ¿Por qué le daría algo así a usted?—preguntó Melanie con algo de sarcasmo.

—Eso es porque debemos ir de visita a un lugar que no veía hace muchos años—suspiro—¡Vamos a ciudad Candy!.

—Y ¿para qué vamos allá?—fue el turno de Bonnie para preguntar.

—Eso es porque hoy vamos a cumplir servicio comunitario,—dijo para el asombro de sus alumnos—Recuerden qué la última vez nos multaron por uso excesivo de velocidad, así que por eso debemos ir sin llevar el otro vehículo ¿ok?—explico de mala gana.

—¡¿Pero por qué nosotros?! ¡Solo somos niños!—se defendió Azul.

—¡Querían una explicación no! ¡Entonces guarden silencio y vámonos ya!—grito molesto causando que su piel se volviera azul—¡Sparking! ¡Tú conduces!.

—Maldición—susurro molesto—Susy tú vienes conmigo, pero como veo que son asientos grandes. Supongo que también puede venir Caramel.

—¡Sii!—asintió contenta la pequeña panda subiéndose al camper.

—creo que fue un mal día para venir de visita—pensó Nil sintiendo como un escalofrío recorría su cuerpo.

Así sin esperar más tiempo, los 23 alumnos (incluido Holly) se fueron con rumbo a ciudad Candy. Durante el transcurso hubo algunos que se quejaron ya que se sentían algo incómodos, esto debido a que en la parte de atrás no habían asientos.

—Esto no es bueno, croac—dijo Frog sobre la cabeza de Jake.

—Oigan, ¿cuándo vamos a comer? Muero de hambre—se quejo Jesse seguido de Ballerta.

—Rayos—susurro Frank cruzándose de brazos, vaya que ese día había comenzado mal.

Finalmente llegaron hacia la dichosa ciudad, este contaba con edificios altos y grandes generalmente en color rojo. Habían cientos de pancartas y anuncios coloridos, que fueron lo primero que llamó la atención de los niños. Habían otros edificios más pequeños los cuales parecían centros de oficinas, donde podían verse marcas como coca cola, Pepsi etcétera.

El erizo celeste estacionó al frente de una pequeña casa de cartón, donde un misterioso sujeto salió a atenderlos.

—Bienvenidos sean todos, necesitaré que hagan varios grupos para hacer el trabajo más fácil—les indicó sonriendo.

—Vale entonces hagamos esto—explicó Holly bajando del apretado camper.—haremos cuatro grupos de seis, así ganaremos más terreno para hacer la limpieza, y los que van conmigo son… Teresita, Maggie, Bonnie, Frog y Vanesa. Los demás pueden elegir con quien ir—dijo sonriendo.

—¡¡siii!!—gritaron los demás para comenzar a formar los equipos.

Con estos listos cada uno fue a los siguientes sitios: el vertedero de aguas coloridas, depósito de malvavisco. Zona de gomitas de gusanos, y el mercado de monedas doradas.

Fue difícil organizar cada sitio, ya que estaba hecha un completo desastre. Pero eso si, cada equipo era supervisado por un policía, para evitar que no cumplieran con lo que se les había dicho. Después de comer volvieron a trabajar, siguieron con esto hasta que pudieron notar como se estaba escondiendo el sol.

—Hicieron un buen trabajo,—dijo su encargado—ahora que todo está en orden al igual que su expediente, pueden irse a casa. Espero volverlos a ver algún día.

—Si, yo espero que no—mencionó Holly con una gota bajando por su cien.

Ya con todo resuelto los estudiantes y Holly, subieron al camper para irse de regreso a casa. Frank noto como todos sus alumnos (excepto Sparking) estaban dormidos.

Con una sonrisa formándose en sus labios los observo unos segundos, para después fijar su vista al frente. Vaya que ese día estaba aprendiendo más de lo que imaginó.

Continuará.