La SeCcIóN "B"

Una cena para ¿siete? parte 2

Luego de haberle echado agua en la cara a Holly para que despertara, esté de un salto se levantó para ver directamente a la cara de la peli negro quien, estaba igual de confundida que los demás.

—¡Mia! ¡¿Pero cómo?! ¡¿Cuándo?! ¿¡Por qué?!.

—¿Podrías terminar alguna de tus preguntas?—le siguió Mía con algo de burla.

—Lo que quiero saber es, ¿cómo fue que llegaste aquí?—dudo nervioso.

—Digamos que fue una coincidencia—respondió de lo más tranquila—no entiendo que tiene de raro.

—Pues vaya susto que me diste, por un momento pensé que me daría un infarto jejeje—bromeó Holly rascando su cabeza, por su parte el grupo de cinco niñas observaba atentamente la conversación.

—Me gustaría seguir conversando, pero ya tengo que irme—dijo acomodando la bolsa que llevaba a un costado—¡Nos vemos mañana!—se despidió para continuar su camino.

—Vaya—suspiro Frank—este reencuentro no salió como yo pensé.—así tomando sus cosas continuo su camino para ir a casa, y descansar de ese largo y sorpresivo día.

—Definitivamente esto no puede quedarse así—dijo Chelsea decidida—tenemos que hacer algo.

—¿Así? ¿Cómo qué?—preguntó Susy con su seriedad de siempre.

—¡Yo tengo una idea!—grito Melanie de pronto haciendo que las demás dieran un pequeño salto—Pero tienen que hacer todo lo que yo haga, ¡Y no cuestionen nada! ¡¿Quedo claro?!.

Reasignándose a ello, las otras cuatro chicas se acercaron al escritorio donde Melanie estaba, para así oír su plan.

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Otro día de clases había llegado a la escuela Arts Note, todos los niños estaban recibiendo sus clases con Holly hasta que tocó la campana del almuerzo, todos felices salieron hacia la cafetería excepto cierto grupo de niñas quienes esperaban atentas, a que el plan de Melanie funcionará.

—Toc toc, ¿se puede entrar?—preguntó Mía estando a un costado de la puerta.

—Claro, puedes pasar—respondió Holly con una sonrisa.

—Sabes ya recibí tu carta y si, si quiero salir contigo—soltó de repente la oji azul haciendo que Holly se paralizará por unos segundos.

—¿Qué dijiste?—susurro aún en shock.

—Lo que oíste, te veo esta noche en tu apartamento—dijo sin más cherry para irse del Salón más que contenta. Por su lado Frank estaba que no lo calentaba el sol, jamás en todo lo que recordaba tenía en mente de que Mía y él tendrían una cita… ¡¡ESO NO TIENE NADA DE LÓGICA!!.

Las niñas al escuchar todo, decidieron irse aprovechando que Holly estaba con su miraba fija al suelo, cuando reaccionó de su trance decidió tomar sus cosas he ir a hablar con la directora, tenía que buscar cualquier excusa para poder irse temprano a casa.

Después de haber tomado el autobús y llegado a el complejo de apartamentos, el peli verde subía las escaleras más que asustado… No pensó ni por un segundo que todo se le saldría de las manos tan rápido.

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En cuanto abrió la puerta se había quedado con sus ojos completamente abiertos, ya que habían cambiado sus cortinas por unas de terciopelo rojo; diversas velas encendidas dando un ambiente más romántico, un camino de pétalos de rosa que iniciaban desde la puerta hasta llegar al sofá. Y al finalizar habían dos copas de vino servidas y al lado de estas estaba la botella abierta…

—¡¿Quién hizo todo esto?!—grito el oji verde con algo de desesperación.

—Fui yo—habló Melanie saliendo detrás del sofá junto con las otras cuatro chicas—esté lugar le hacia falta más romanticismo, de nada por cierto.

—Como sea, ahora será mejor que se vayan. Ya suficientes problemas he tenido por un día—les pidió Holly guiándolas hacia la puerta, sin embargo tocaron a la misma haciendo que los seis dieran un pequeño grito; Frank se asomo a ver por el pica porte notando que del otro lado estaba Mia.

—¡Hay que escondernos!—grito Azul desesperada saltando hasta cruzar al otro lado del sofá, las demás viendo esta como la última opción que les quedaba, imitaron su acción para la sorpresa de Holly.

Así con eso “solucionado” Holly abrió la puerta atendiendo con una sonrisa a la chica de la cual aún permanecía enamorado.

—Vaya Holly, todo esto es hermoso—suspiro la peli negro maravillada por todo lo que estaba a su alcance.

—P-pues no te quedes ahí, vamos a sentarnos—pidió el peli verde caminando hacia el sofá, siendo seguido por Cherry. Por su parte las cinco niñas observaban en silencio lo que estaba sucediendo…

—No logró ver bien—susurro Susan arrastrándose por el suelo, intentando no ser vista. Sin embargo esto no le funcionó ya que por accidente desactivó uno de los cables de la luz, haciendo que todo el apartamento quedará en oscuridad. Asustadas las niñas comenzaron a gritar mientras que Rosita buscaba el cable para conectarlo donde debía.

Cuando la luz regreso tanto Mia como Frank las miraban un tanto molestos, ya que estás habían hecho un gran escándalo por nada.

—Niñas será mejor que vuelvan a casa, esto no les incumbe a ustedes—dijo Holly cruzando sus brazos, sin más que hacer las niñas cabizbajas salieron de ahí, mientras que tanto la oji azul como Holly tenían algunos asuntos que atender.

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A la mañana siguiente tanto Melanie como Rosita, Azul, Chelsea y Susy sacaban conclusiones sobre lo que pudo haber ocurrido con esos dos. De repente la puerta del salón se abrió apareciendo por ahí Holly quien, para esa ocasión llevaba unos anteojos con borde negro.

—Niñas, ya me entere de la carta falsa que le dieron a Mia—comentó en tono serio—pero, gracias a ese impulso tome el valor suficiente para volver a hablar con ella.—respondió ya más tranquilo.

—Entonces, ¿nuestro plan funcionó?—preguntó Chelsea algo emocionada.

—Bueno si lo que quieren es saber—mencionó Frank sonriendo con algo de burla—la respuesta es si, si estamos saliendo ahora.

—¡¡¡ASOMBROSO!!! ¡¡GANAMOS!!—gritaron las cinco al mismo tiempo, haciendo que ahora Holly las viera con cariño, vaya que se sentía orgulloso de ser su maestro.

Continuará.