𝐋𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐦𝐨𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞 𝐀𝐬𝐡𝐥𝐞𝐲

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Suerte o coincidencia ella no lo sabía, pero cada vez que intentaba herir a Holly o a Mía siempre algo tenía que salir mal. Llegó a sospechar que los responsables de que sus planes fallaran eran esos niños… Esa bola de mocosos que de alguna u otra manera interferían en algo.

—ya me canse de que todo salga como tú quieres—susurro la rubia dejando abierto un pequeño cofre donde tenía toda la información sobre Holly—pero hoy le pondré fin a eso.

Decidida tomó unos palos de hockey y se fue hacia una de las partes altas de la montaña, sin embargo y por casualidad Susy andaba caminando cerca. Con cuidado entró a la habitación y revisó con rapidez toda lo que había dentro de esa caja. La tomó con cautela y salió corriendo hacia el cuarto donde estaban algunas de las chicas.

—¡no puedo creerlo! ¡¿Quién haría algo como esto?!—exclamó sorprendida Azul leyendo una de la cartas.

—No lo se, pero se nota que es alguien desquiciado—comentó Rosita.

—¿Dónde encontraste esto?—preguntó Mia a la pato.

—estaba en uno de los cuartos para los trabajadores, no se como llegó ahí pero—mencionó con su voz neutral de siempre—debo admitir que me da miedo.

—¿Deberíamos llamar a la policía?—intervino Ballerta.

—primero debemos saber ¿quién es el responsable de todo esto?, no podemos agarrar a cualquiera solo porque si—dijo Maggie acomodando sus lentes.

—tienes razón, vamos con Holly él mejor que nadie tiene que saber esto—indicó la peli negro saliendo con la caja en manos hacia el cuarto de los chicos. Cuando llegaron y le contaron todo al peli verde, esté se puso con la piel azul mientras leía el contenido de cada carta.

—¡¡esto es horrible!! ¡¿Quién cree que el acoso y la obsesión es amor?!—grito alarmado el pobre de Frank.

—intente explicarle eso a las morras de diez años fanáticas de Ladybug—soltó Bonnie con indiferencia mientras cruzaba sus brazos.

—buen punto—dijo Holly reflexionando sobre lo dicho por el conejo.—¡pero eso no importa ahora! ¡Lo que importa en verdad es saber quién hizo todo esto!.

—yo tengo una sospecha, no puedo afirmar nada pero creo que si—mencionó Melanie colocando una mano en su mentón de forma seria—la directora Ashley.

—¡¿Es una broma?!—gritaron los dos adultos al mismo tiempo sorprendidos.

—ella tiene razón, miren esto—dijo Vicktor enseñándoles lo que parecía ser un reporte—lo hizo ella la semana pasada, y si se dan cuenta la letra coincide con la de esas cartas—indicó el peli negro y era cierto, eran iguales.

—oh por dios, que mujer más enferma nos tocó como directora—expresó Teresita.

—¿eso quiere decir que ella está aquí?—dudo Frog, a lo que un enorme silencio se había formado debido a que los “accidentes” de los últimos días coincidían con lo que Ashley había escrito en esas notas.

—¡De estar aquí debemos hacer algo!—dijo Lucky.

—¡hagamos lo que Ballerta dijo!—habló Nil—llamemos a la policía antes de se que escape.

—exacto, y yo tengo un plan—mencionó Holly haciendo una señal con sus dedos para que los demás se acercaran a oírlo… La batalla para cazar a la directora había comenzado.

En lo más alto de la montaña Ashley estaba cortando un pino enorme el cual cayó al suelo, lo colocó cerca de una bajada y decidió revisar que su plan no tuviera errores… Consistía en que todos harían un falso tour por esa zona, y cuando Holly y Mia estuvieran cerca arrojar el pino, el cual los pasaría aplastando a ambos.

Comenzó a reír de solo imaginar cómo iban a terminar, pero un golpe de conciencia la hizo reflexionar… ¿Qué ganaba con hacer eso? ¿Acaso era una asesina serial? ¿Y si Holly todo el tiempo la vio como una amiga y ella mal interpretó todo lo que hizo y dijo?... ¡No! ¡No! ¡¡Y mil veces no!! ¡Este plan era perfecto y no podía fallar! ¡No había tiempo para comportarse como una tonta enamorada!.

De repente unas sirenas comenzaron a sonar, Ashley se dio cuenta de que unos policías habían llegado a escena, un oficial bajó de la patrulla y con ayuda de un megáfono grito:

—¡¡la tenemos rodeada!! ¡Será mejor que se rinda!.

—¡no se de que me habla! ¡Yo no estoy haciendo nada malo!—grito la rubia sujetando con fuerza un hacha dando algunos pasos hacia atrás.

—¡Sabemos que es Ashley Blade! ¡Directora de la escuela primaria Arts note! ¡Baje el arma y entréguese!, ¡esta detenida por el delito de acoso e intento de homicidio en primer grado!.

Viéndose atrapada y sin esperanzas, Blade salió corriendo en medio del bosque a lo que varios policías tuvieron que subir, para poder ir tras de ella. Por otro lado en la cabaña el administrador del lugar estaba disculpándose con Holly y los demás, ya que por culpa de sus descuidos pudo haber ocurrido una tragedia.

—descuide, lo importante de todo es que esto no pasó a mayores—suspiro Mia ya más tranquila.

—eso es verdad, ahora podemos pasar el año nuevo ya más tranquilos—indicó Frank metiendo una mano en su bolsillo, dándose cuenta que tenía algo más ahí—¡oh es verdad!, Mia, yo, yo tengo algo que decirte—dijo nervioso el oji verde—se que este no es el momento indicado pero—se arrodilla al frente de ella—¿quieres casarte conmigo?.

—¡¡Diga que si!!!—gritaron todos los niños emocionados por la propuesta.

—y-yo, yo pues—habló nerviosa Mia—¡si! ¡Si aceptó!—grito feliz lanzándose a los brazos de su ahora prometido, para abrazarse felices por su nuevo compromiso.

—creo que esto es un final feliz—indicó Adam.

—¡aun no! ¡Tenemos una boda que preparar!—dijo Chelsea emocionada.

Y efectivamente así era, aun había planes antes de año nuevo.

Continuará.

La SeCcIóN "B"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora