Tu'ub ~𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒~ 𝐿𝒮

☆ƖƖų۷ıą☆

─ Siempre se van molestas. No es mi culpa que El Espiral muestre la verdad.

Jesfe asintió. ─ Por supuesto, no es su culpa. Para nosotros sería inapropiado ir en contra del Espiral, sería ir en contra de lo que mandan los dioses.

Harry suspiró. ─ Lo sé... pero tal vez debería quedarme con una de ellas. Cada que una se va, dejo de tener amigos, dejo de ser visto solo por lo que soy.

─ Los amigos de verdad, siempre van a estar a su lado, Majestad, sin escuchar esos sucios rumores. Seguramente hay alguien en todos los Clanes que lo ve por lo que es y no por una familia o las princesas que ha conocido.

─ Lo peor es que no creen que solo las conozco... .─ Cabizbajo mencionó. ─ Creen que me he acostado con cada una de ellas... desde los cinco años es así, es de lo único que hablan. ─ Levantó su rostro y le sonrió. ─ Pero, son lindas tus palabras, gracias Jesfe.

─ E-es un honor Majestad... yo... yo solo digo la verdad. Quien lo moleste delante de mí, recibiera el peor castigo.

Harry rió y se dio la vuelta, el carruaje de los reyes de Kira, ya estaba lejos. ─ Gracias Jesfe. Tú eres mi amigo, ¿cierto?

Jesfe se dejó caer de rodillas a la tierra, haciendo una reverencia con su rostro en el suelo. ─ Por la diosa Vina, Majestad... e-eso es un honor gigante, no sé si sea digno de eso.

─ Vamos Jesfe. ─ Se inclinó para tomar sus manos. ─ Ponte de pie, no tienes que hacer eso. Yo te considero mi amigo, y no quiero que bajes hasta el suelo así.

Jesfe se puso de pie. ─ Lo siento, Majestad. Es que realmente es un honor.

─ Pues, para mí también es un honor ser tu amigo. ─ Le dio una pequeña palmadita en su hombro, para después seguir su camino.

Jesfe cubrió sus labios dando pequeños saltos y gritando internamente.

Al estar dentro del reino, ambos fueron a la cocina. Todas las cocineras estaban gustosas de poder tener al joven príncipe con ellas. Así que al verlo entrar, lo saludaron animadas.

─ Príncipe, ¿cómo se encuentra?

─ ¿Qué tal le fue en la despedida?

Las siete cocineras se acercaron.

Harry se sentó sobre un barril. ─ Lo mismo de siempre. Lial se fue molesta, sus padres un poco, pero al menos no conmigo como ella.

─ No puede creer que alguien se enoje con usted, Majestad. Es una gota de amor de la diosa Vina.

Harry sonrió. ─ Gracias Mua, es algo hermoso que escuchar.

─ ¿Quiere probar los bocadillos, Majestad? ─ Una de las alfas se acercó con una charola.

─ Gracias Siet.

A Jesfe también le acercaron los bocadillos. Mientras los probaban, Siet habló. ─ El pan tiene más condimentos, el queso está recién hecho y la carne es de caballo.

─ ¿Caballo? Sabe... bien. Felicidades.

─ Lo hicimos por nuestra reina.

Las alfas se miraron y después a él con sus sonrisas emocionadas y curiosas.

─ ¿Es verdad lo qué anunció la Madre Guía con ese humo?

Todas esperaron la respuesta de Harry con atención.

─ Sí. Es verdad. ─ Asintió. ─ La Madre Guía anunció la vida de mi hermana.

Todas hicieron ruidos sorprendidas.