Una nueva amenaza pone en peligro la familia que Zero y Milo han construido trás dieciséis años de una vida pacífica. Antiguos amores regresan del pasado, secretos celosamente guardados salen a la luz, y aquellos que creyeron, jamás volverían a ver...
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Un estruendoso sonido se expande por la habitación. Dos cuerpos desnudos se remueven entre las cobijas intentando acallar el molesto ruido. El sonido se detiene, y Shiburaki se acurruca aún más entre los brazos del vampiro que la abraza con fuerza, pero el silencio no dura mucho, una vez más aquella música vuelve a interrumpir el plácido descanso bien merecido de una intensa noche de pasión.
Kaname todavía adormilado, estira su brazo y toma el teléfono sobre la mesita de noche junto a él, Shiburaki vuelve a acurrucarse a su lado mientras afianza su agarre en el torso desnudo del sangre pura.
-Espero que lo que tengas que decirme sea importante.
-Se trata de Yuuki -dice Takuma del otro lado de la línea con un tono de voz, que obliga a Kaname a separarse de la vampiresa junto a él y a levantarse de la cama, a la espera de la devastadora noticia, aquella de la que todavía no logra acostumbrarse.
-¿Volvió a abortar?
-No Kaname.
El sangre pura suspira con alivio, al mismo tiempo que se cubre el rostro con una mano y cierra los ojos.
-¿Entonces?
-Lo que pasa es... -Takuma no sabe cómo continuar, el que Yuuki haya desaparecido de aquella forma tan repentina...
-Takuma, ¿qué ocurre con Yuuki? -junto a Kaname, Shiburaki frunce el ceño ante aquel nombre, se levanta de la cama y se acerca a Kaname al mismo tiempo que sus manos comienzan a acariciar la piel del vampiro. Después le siguen sus labios que se posan en la mejilla de Kaname y comienzan a bajar hasta su cuello. Kaname cierra más los ojos, tentado a colgar la llamada y comenzar otra ronda de placer entre los brazos de la sangre pura.
-Yuuki ha desaparecido -al fin informa Takuma, suficiente para que el vampiro detenga las sutiles caricias de su amante y se levante de la cama.
-¿Cómo qué desapareció? Se supone que Aidou y los demás la están vigilando.
-A lo que los sirvientes me han informado, ellos salieron junto con Yuuki ayer por la tarde, justo después de que tú te marcharas, y desde entonces, ninguno ha regresado.
Kaname sacude la cabeza. "¿Desde ayer por la tarde?" Aquello debía de ser una broma, Yuuki no tenía por qué salir de la mansión, cualquier cosa que necesitara, Ruka se lo conseguía, y si no era Ruka era Kain o los demás.
-Envía a Serien a que la busque.
-Ya lo he hecho, pero creo que es conveniente que regreses, la situación ya se ha filtrado al consejo de ancianos.
