Mala y Grosera Vieja Poesía

Cabronadas III

Los gritos de la perra vecina
como si pariera piedras
y partiera con cada una un techo
de la casa donde se oculta
el mafioso que llora y reza
que mató para salir de la pobreza
y al que el infierno le compró el alma
como una limosna en la iglesia
al milagro de los santos.

Dalí del Exilio