ひとめぼれ (Hitomebore): Amor a primera vista.
Izuku Midoriya, un reconocido médico de Japón, a su corta edad de 20 años. No sólo ayuda a las personas en su hospital, también las ayuda con su pasatiempo, siendo un gran músico pero anónimo. ¿Será que este...
Ya había pasado casi una semana desde el incidente que tuvo Shoto con su familia. Para ser exactos, ya habían pasado cinco días. Las cosas estaban retomando su curso con normalidad. Los heridos de la última batalla ya habían sido de alta. Todos excepto uno. El rehén. A pesar de que ya habían pasado varios días, él aún no había despertado. Terminamos asumiendo que tenía que ver con un kosei de un villano que era aún desconocido, pues no parecía estar en coma ni nada por el estilo.
Durante la semana, Kacchan había ido al hospital para seguir revisando sus oídos. Teníamos la esperanza de que su sordera profunda fuera sólo por ese mismo día de la explosión, así que estuvo viniendo para lograr ver si había una mejora. Lamentablemente, no la hubo. Kacchan necesitaría sus aparatos auditivos para poder escuchar, sin embargo, ya había avanzado mucho en la técnica de leer los labios, gracias a la ayuda de Kirishima-san.
En cuanto a Shoto, él había mejorado su ánimo luego de haber visto a su padre en la cena familiar de los Todoroki. Tenía el apoyo de sus hermanos, en especial el de Touya-san, quien comprendía exactamente como se sentía. Quedando en que en un futuro podrían aceptar una cena con su padre, pero que sean avisados con tiempo.
Las cosas entre nosotros también estaban más que bien. Cada día sentía más amor por Shoto, y como él me lo decía, él también sentía más amor hacia mía. No podría ser más feliz junto a él, sin embargo, esos días había estado un poco raro. Pero no raro de algo malo, sino lo contrario. Sentía que estaba tramando algo, y la curiosidad me estaba matando.
Hace menos de un mes había conocido a Shoto. A pesar de que fuera tan poco tiempo, sentía que llevaba una vida junto a él. La forma en la que me cuidaba, me daba caricias, abrazos, besos... Aunque fuera tan poco tiempo, habíamos pasados por muchas cosas ya, y ambos sentíamos mucho amor por él otro.
La luz matutina se estaba haciendo presente en mi habitación. Seguía con los ojos cerrados, pero podía sentir como mi cuerpo era rodeado cariñosamente por el de Shoto.
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-"Tengo que levantarme"- dije en mi mente, pero en contra de mi voluntad- "Quisiera quedarme justo así todo el día con Shoto, pero tengo que ir a trabajar"-
Abrí mis ojos lentamente, acostumbrándome a la luz. Amaba que cada vez que despertara lo primero que viera era a Shoto. Me alejé un poco de él, le di un suave beso y me iba a levantar. Cuando estaba a punto de sentarme, Shoto tomó mi muñeca con suavidad.
-Oh, buenos días, Shoto. Perdona no quería despertarte.
-Buenos días, Izu- seguía con sus ojos cerrados, pero me regalaba una hermosa sonrisa.
-Quisiera quedarme todo el día junto a ti.
-Entonces, hazlo- jalaba mi muñeca para acercarme a él.
