9. ¿Real o no real?

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"Y"
Kiribaku

Después de que Izuku Midoriya había abandonado la habitación 420, Eijiro Kirishima se quedó completamente solo con la persona que más amaba en el mundo, Bakugo Katsuki.

-Ay Blasty...- decía mientras besaba su frente y con una mano acariciaba sus rubios cabellos y con la otra sostenía firmemente su mano- Todo va a estar bien. Te lo prometo.

Kirishima podía ver como de vez en cuando pequeñas lágrimas salían de las mejillas del otro, pero el pelirojo se las quitaba con pequeños besos. Pasaron unos minutos más en silencio hasta que su celular sonó. Eran sus suegros.

-Hola, Eijiro. Nos informaron sobre lo que pasó con Katsuki ¿Cómo se encuentra? ¿Cómo te encuentras tu?- hablo Masaru Bakugo.

-Hola...- contestó con una leve voz, tratando de que no se notará que había estado llorando hace un rato- Um, Kat se encuentra aún anestesiado, después de lo que pasó la primera vez que despertó. Estoy a su lado, esperando a que despierte y explicarle que nada de lo que vio fue real... Lo lamento mucho. -dijo lo último sin poder controlar las lagrimas.

-¿Por qué te estás disculpando?- habló ahora la señora Mitsuki.

-Porque está sufriendo por mi culpa. Él cree que me lastimó. Yo fui su mayor temor y ahora tiene miedo de acercarse a mi, no quiere lastimarme pero el ni siquiera lo hizo, él-

-Basta. -Mitsuki lo interrumpió seriamente- Nada de esto es tu culpa Eijiro. Y no vuelvas a pensar que lo es. Tu no tuviste nada que ver y se que mi hijo jamas te culparia de cosas así.

-Pero...

-No. No vuelvas a culparte. No es culpa tuya que mi hijo te ame mucho.

Es cierto que Kirishima estaba llorado por ver de esa forma a Bakugo, pero también lloraba por culparse. Pero en el momento que la madre de su novio le dijo eso, lloró incluso más.

-Lo siento. Lo siento- decía entre lágrimas.

- ¿Qué te dije de disculparte?

-Perdón por decir perdón.- tomó un respiro, sorbió su nariz y siguió- Gracias.

-Te amamos Eijiro, y nuestro hijo aún más- hablaba ahora Masaru- Él te ama más que nada, y sabemos que tu igual. Van a salir de esto juntos, como siempre lo han hecho.

Lágrimas y más lágrimas caían por sus ojos, pero ahora eran de gratitud, por tener a los mejores suegros del mundo. Lo que Masaru Bakugo había dicho era cierto. A lo largo de sus años como héroes se habían apoyado mutuamente, tanto como mejores amigos como novios. Ambos se amaban eternamente, eran felices juntos y hayaba soluciones a sus problemas. Este problema no podría ser la excepción. Eijiro Kirishima estaría siempre para Bakugo Katsuki, afrontando todo juntos.

-Gracias. Gracias, de veras- sonreía aunque no pudieran verlo- Gracias a ustedes tres por estar en mi vida. Yo cuidare de Blasty siempre.

-Lo sabemos. Gracias por estar junto a nuestro hijo. Ahora ve y cuida a ese demonio. Te va a querer a su lado cuando despierte.

Entre pequeñas risas por el apodo que usó la mujer para referirse a su hijo finalizaron la llamada. Kirishima ya se sentía medianamente bien, sentía que se había quitado un poco de peso encima. Pero fue ahí cuando Bakugo se estaba despertando.

-¿Amor?- veía como fruncia un poco su frente, le dio un pequeño beso y continuó- Todo está bien amor. Estoy aquí, contigo.

Tal y como había dicho Izuku, ahora Bakugo no se despertaría de golpe, y vaya que ayudó mucho. El rubio intentaba abrir sus ojos lentamente, mientras sentía besos al rededor de todo su rostro y escuchaba la voz de su novio.

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