ひとめぼれ (Hitomebore): Amor a primera vista.
Izuku Midoriya, un reconocido médico de Japón, a su corta edad de 20 años. No sólo ayuda a las personas en su hospital, también las ayuda con su pasatiempo, siendo un gran músico pero anónimo. ¿Será que este...
Escuchaba voces a mi alrededor. Ninguna de ellas importaba.
-Todoroki-san, ¿puede acompañarme?
Me dirigí inmediatamente por donde la compañera de Izuku, la doctora Naoki Hiroto, me indicaba.
-Antes que nada, debe retomar la calma.
Al parecer mi cuerpo emanaba un poco de fuego y escarcha de hielo. Jamás me había sentido así. Sentía un hueco junto con dolor en mi corazón. Tenía miedo. No lo podía creer, pero así era.
-Izuku está bien, pero necesito que se usted lo esté igualmente antes de entrar.
-Si. Lo siento.
Sentía aquel dolor en mi interior aún, pero necesitaba ver a mi pequeño. Me tranquilicé, pero eso no duró nada. Al entrar, mi corazón solo se rompió más.
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-Izu...- mi voz se quebró.
-Permitame explicarle. La razón por la que Izuku cayó inconsistente es debido a que tiene un resfriado.
-¿Qué?- de todas las cosas que mi mente estuvo pensado, esa fue la última en mi lista.
-Bueno, principalmente eso es lo que tiene, pero me temo que justo ahora se encuentra muy débil. Sus estudios demuestran que su cuerpo carece de nutrientes.
-¿Quiere decir que no ha comido bien?
-Así es...
-Pero eso no- quisiera decir que eso no era cierto, pero fue ahí cuando pensé mejor.
En las noches, yo he sido el último en llegar, encontrándome con Izuku dormido. En las mañanas, él es el primero en irse, él me deja el desayuno, pero...
-¿Cómo no me di cuenta?
-No es su culpa... Izuku, ya ha pasado por esto.
-¿Qué quiere decir?
-Estos días, han sido muy ajetreados. Y él, siempre pone a los demás por encima. Como médicos, tenemos malos hábitos cuando estamos bajo presión. Pero Izuku, bueno él se excede más que nadie- hizo una pausa, como si estuviera recordando algo- Hace unos años, cuando el hospital recién había abierto, él tenía mucha más presión. Hubo un día... tuvimos un evento de caridad. Atendimos por 24 horas a todas las personas que se acercaran. En las últimas horas, se exigió así mismo mucho más. Atendió a varias personas al exterior, era de noche, y el viento soplaba muy fuerte. Además, durante todas esas horas, no se detuvo para comer algo. Fue ahí que se desmayó.
