22. Estoy para ti

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"I.M"

Me dirigí hacia mi apartamento luego de terminar con mis revisiones de los pacientes del accidente. Tenía que volver a ir al día siguiente, específicamente para terminar de examinar a Kacchan.

Shoto se había llevado mis llaves para que él pudiera entrar, así que al llegar, le tuve que pedir ayuda a uno de los porteros con una llave extra. Al entrar, fui recibido por Hikari, quien inmediatamente se acostó en el piso en busca de caricias.

Mi hogar estaba con las luces apagadas, intenté llamar a Shoto por su nombre, pero no tuve respuesta. Encendí las luces de la sala y el corredor, y en mucho silencio me dirigí a mi cuarto. Al entrar, el lugar estaba también oscuro, sin embargo, las únicas luces que habían, eran las de mis mesitas de noche.

Al entrar completamente, vi la imagen más hermosa del mundo. Shoto estaba profundamente dormido en mi cama. Su rostro reflejaba una gran tranquilidad, y verlo así me hacía sentir muy feliz. -"Shoto es muy hermoso"- fue imposible no pensar eso, y también, fue inevitable no tomarle una foto.

 -"Shoto es muy hermoso"- fue imposible no pensar eso, y también, fue inevitable no tomarle una foto

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-"¿Será mucho ponerlo de fondo de pantalla?"- regresé mi vista hacia su rostro. Aparté unos mechones de su cabello, logrando ver la sutura que le había hecho hace unas horas. Le dí un besó justo ahí, y luego le di uno en su mejilla, justo abajo de su cicatriz.

Me alejé de él por un momento, pero luego de comer algo y ponerme la pijama, regresé a la habitación. Apagué las luces para luego acostarme a su lado. A pesar de que él estuviera dormido, sintió mi presencia, rodeándo mi cuerpo con sus brazos.

El sueño se estaba apoderando de mí, pero antes de quedarme dormido, levanté mi rostro para mirarlo una última vez.

-Te amo, Shoto.

Dije en un susurro para luego besarlo. Al haber dicho esas palabras que nunca pensé decirle a nadie, mi corazón y mi alma tenían una combinación de nervios y alegria. Quería tener el valor para decírselo en voz alta, y sin que él estuviera dormido. No sabía cuándo, pero sabía que quería decírselo una vez más, muchas veces más.

Volví a besarlo en los labios, ante eso, él sonrío inconscientemente, haciéndome sonreír a mi también. Abracé con más fuerza su cuerpo, oculté mi rostro entre su cuello y su hombro y me quedé completamente dormido junto a él.

 Abracé con más fuerza su cuerpo, oculté mi rostro entre su cuello y su hombro y me quedé completamente dormido junto a él

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