1. ¿Qué está pasando?

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"I.M"

-"Ya cállate"- dije en mi mente en el momento en que mi alarma sonó. Otra vez ya eran las 6:00 de la mañana, no había dormido nada, me había quedado en el hospital revisando a los pacientes hasta tarde.

Intentaba encontrar mi celular para poder apagar la alarma, -aún con los ojos cerrados- cuando lo conseguí, esperé unos minutos para estirarme, pues si me paraba de golpe me iba a marear. Por fin logré abrir mis ojos, el sol que entraba por la ventana de mi cuarto me hacía querer volver a cerrarlos, hasta que una pequeña patita me dio palmaditas en mi cara, haciéndome sonreír, -"Hikari, basta, me haces cosquillas"- le dije a mi lindo gatito, tiene ya 3 años pero sigue siendo un bebé para mi. Por fin abrí mis ojos y lo ví enfrente de mi, le dí un besito en la cabeza y lo acaricié un rato, pero ya era tiempo de levantarme.

Me dirigí hacia el cuarto del baño dando pequeños bostezos -"Tengo que lavarme la cara o me voy a quedar dormido"- me dije entre otros bostezos.

Después de tomarme una ducha rápida y de vestirme, me preparé el desayuno y le serví la comida a Hikari. Desayunamos los dos en un silencio agradable, hasta que ví en mi reloj que ya eran las 6:45, -"Definitivamente ya es hora de irme"-. Me despedí de mi gatito dándole otro besito, -es un gato muy consentido- agarré mi bolso del trabajo y las llaves de mi apartamento y me fui hacia el hospital.

Cuando llegué al hospital, ya se encontraban ahí mis colegas y amigos, quienes eran jefes de sus especializaciones

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Cuando llegué al hospital, ya se encontraban ahí mis colegas y amigos, quienes eran jefes de sus especializaciones. La primera vez que llegaron al hospital fui muy feliz, me sentía tan honrado de tener a tan excelentes médicos en mi hospital, y a tan importantes amigos que se convirtieron para mí.

-Buenos días, Izuku-kun- me saludaron tres voces, haciendo una pequeña reverencia.

-Buenos días, Kazuo-kun, Azami-chan, Naoki-chan- les devolví el saludo y la reverencia a mis colegas.

- Otra vez te quedaste hasta tarde, ¿verdad?- me preguntó mi amigo Kazuo-kun.

-¿Acaso es tan obvio?- contesté con una pequeña risa.

-Izuku-kun ya te has quedado toda la semana hasta tarde. Si sabes que no eres el único en este hospital, ¿cierto?- me dijo Azami-chan entre risas.

-L-lo se -sentí un poco de vergüenza- No lo digas así, claro que cuento con todos ustedes, es solo que no puedo evitar revisar a todos mis pacientes antes de irme.

- Ay pequeño amigo mío, ¿qué haremos con tu bondadoso ser?- contestó esta vez Naoki-chan, haciéndonos reír- Muy bien chico, hoy te vas temprano a casa, y nada de peros.

-Pero- traté de decir algo pero me tapó la boca.

-Nada de peros dije.

-Está bien- contesté algo triste, pero tienen razón. No he dormido nada bien estos días, ya era viernes, y durante toda la semana me había quedado hasta la media noche en el hospital, y llegando a mi hogar como a la 1:30 de la madrugada- Tienen razón, chicos, hoy me iré temprano.

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