Capítulo 12

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El amanecer bañaba la isla en una luz dorada cuando Sophie, Jack, Aiko, María y Mateo se reunieron en la entrada de la cueva. La noche había sido larga y llena de discusiones, pero finalmente habían formulado un plan.

-Primero, necesitamos entender todo lo que hay en esta isla -comentó Sophie, señalando un mapa improvisado que habían dibujado en la arena-. Debemos explorar cada rincón para encontrar algo que podamos usar a nuestro favor.

Aiko asintió. -Si encontramos alguna tecnología, podríamos intentar hackearla. Tal vez haya algún equipo de comunicación que podamos manipular.

-El segundo paso será asegurarnos de tener suficiente comida y agua -añadió María-. No podemos permitirnos debilitar por hambre o sed mientras ejecutamos el plan.

Jack miró a sus amigos con determinación. -Y finalmente, necesitaremos encontrar o fabricar una señal que llame la atención de algún barco o avión. Sabemos que estamos en una isla, pero no puede estar completamente fuera del alcance del tráfico marítimo o aéreo.

Mateo levantó la vista hacia el cielo despejado. -Así que el primer paso es explorar. Dividámonos en dos grupos para cubrir más terreno, pero mantengámonos en contacto constante.

-¿Listos? -preguntó Sophie, recibiendo asentimientos firmes de todos.

Primera Parte del Plan: Exploración y Reconocimiento.

Sophie y Jack se dirigieron hacia el norte de la isla, mientras que Aiko, María y Mateo exploraban el sur. Caminaban con cautela, atentos a cualquier detalle que pudiera ser útil.

-Este lugar es extraño -comentó Jack, apartando las ramas de los árboles que bloqueaban su camino-. Todo parece tan... diseñado.

-Como si hubieran creado un ambiente controlado -respondió Sophie, su mirada fija en el horizonte-. Esto no es natural. Debe haber algo aquí que podamos usar.

Mientras avanzaban, encontraron una estructura metálica parcialmente oculta por la vegetación. -Mira eso -enunció Sophie, señalando la estructura.

-Parece una torre de comunicaciones -Jack observó con atención-. Si aún funciona, podríamos intentar enviar una señal de socorro.

Se acercaron con cautela, inspeccionando la torre. Estaba dañada, pero no completamente destruida.

-Necesitaremos herramientas para repararla -concluyó Sophie-. Veamos si encontramos algo en el edificio del que escapamos.

Mientras tanto, al sur de la isla, Aiko, María y Mateo se adentraban en la selva. -¿Qué es eso? -preguntó Mateo, señalando una pequeña cabaña en la distancia.

Se acercaron con cuidado, encontrando la cabaña llena de suministros básicos: comida enlatada, agua embotellada y algunas herramientas.

-Esto es un hallazgo -declaró María, recogiendo un martillo y un destornillador-. Podríamos necesitar estas herramientas para reparar la torre.

Aiko miró alrededor, buscando cualquier otra cosa que pudiera ser útil. -Hay una caja de señales aquí. Podríamos usar las bengalas para llamar la atención de algún barco o avión.

-Perfecto -Mateo asintió-. Regresemos a la cueva y pongamos en marcha la primera parte del plan.

Reparación de la Torre de Comunicaciones.

De vuelta en la cueva, los dos grupos se reunieron y compartieron sus hallazgos. -Encontramos una torre de comunicaciones al norte -informó Sophie-. Necesita reparaciones, pero con las herramientas que encontraron, podríamos hacerlo.

-También encontramos bengalas -añadió Aiko-. Si logramos reparar la torre, podríamos usar las bengalas para señalar nuestra ubicación.

-Es un buen plan -concluyó Jack-. Vamos a la torre y comencemos a trabajar.

Llegaron a la torre al mediodía. El sol brillaba intensamente mientras trabajaban juntos para reparar la estructura. María y Aiko utilizaron las herramientas para arreglar los componentes dañados, mientras Sophie y Jack inspeccionaban los cables y conexiones.

-Parece que esto va a funcionar -dijo Sophie, ajustando un panel-. Necesitamos asegurarnos de que la antena esté alineada correctamente.

Mateo subió a la parte superior de la torre, ajustando la antena con cuidado. -¡Listo! -gritó desde arriba-. Está alineada.

Con todos trabajando en armonía, la torre comenzó a cobrar vida. Las luces parpadearon y un zumbido constante indicó que estaba funcionando.

-¿Cómo vamos a enviar una señal? -preguntó Aiko, mirando el panel de control.

-Podríamos intentar enviar un SOS en todas las frecuencias -sugirió Jack-. Alguien tiene que escuchar.

Sophie ajustó los controles, enviando un mensaje de socorro en todas las frecuencias disponibles. -SOS, necesitamos ayuda. Estamos en una isla, atrapados. Por favor, respondan.

Esperaron en silencio, cada segundo parecía una eternidad. Finalmente, un débil chirrido se escuchó a través del altavoz.

-Aquí estación de guardacostas. Recibimos su señal. ¿Cuál es su ubicación?

Los ojos de todos se iluminaron de esperanza. -¡Nos escucharon! -exclamó Mateo.

-Estamos en una isla, no conocemos la ubicación exacta -respondió Sophie, tratando de mantener la calma-. Por favor, ayúdennos.

La voz del guardacostas volvió a sonar. -Mantengan la señal. Intentaremos triangulizar su ubicación. Permanezcan en línea.

Mientras esperaban, Sophie se volvió hacia los demás. -Lo logramos. Esta es la primera parte del plan. Ahora tenemos que asegurarnos de que nos encuentren.

-¿Y después? -preguntó María, su voz temblando ligeramente.

-Después, seguimos con la segunda parte del plan -afirmó Jack con firmeza-. Pero por ahora, hemos dado un gran paso. No podemos rendirnos.

Con la torre de comunicaciones reparada y el mensaje de socorro enviado, sintieron una renovada esperanza. Sabían que el camino sería difícil, pero estaban dispuestos a luchar por su libertad. La primera parte del plan había sido un éxito, y ahora estaban un paso más cerca de escapar de la pesadilla en la que se encontraban.

Mientras esperaban la respuesta del guardacostas, se prepararon para lo que vendría. Sabían que no sería fácil, pero juntos, sabían que podían enfrentar cualquier desafío.

Sobrevivír.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora