Capítulo 19

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Tres días habían transcurrido desde que llegaron a Australia. Con documentos falsos asegurados gracias a un contacto de Aiko, los cuatro amigos se encontraban en el aeropuerto, listos para embarcar en un vuelo directo hacia Cuba. Habían planeado meticulosamente su escape: un año en Cuba, luego a Finlandia, donde esperaban establecerse permanentemente.

Jack, Sophie, María y Aiko caminaban por el aeropuerto con una mezcla de nerviosismo y excitación. Vestidos con ropas nuevas y discretas adquiridas con lo poco que habían podido conseguir, se mezclaban entre la multitud, tratando de pasar desapercibidos.

-Esto parece surrealista -murmuró Sophie, ajustándose nerviosamente la gorra que ocultaba parte de su rostro.

Jack le sonrió con tranquilidad. -Lo logramos. Estamos a punto de empezar una nueva vida juntos.

María asintió, mirando a su alrededor con cautela. -Es increíble lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos.

Aiko, siempre pragmática, revisaba constantemente sus documentos falsos. -No podemos bajar la guardia. Tenemos que asegurarnos de que todo salga según lo planeado.

El vuelo fue llamado y los cuatro amigos se dirigieron hacia la puerta de embarque con pasos firmes pero apresurados. Subieron al avión con corazones acelerados, sabiendo que cada minuto que pasaban más cerca de Cuba era un paso hacia la libertad que tanto ansiaban.

***

Ya en el avión, Jack miró por la ventana mientras despegaban de Australia. El sol se ponía en el horizonte, iluminando el cielo con tonos dorados y naranjas. A su lado, Sophie tomó su mano y le dio una mirada de complicidad.

-Estamos haciendo lo correcto, ¿verdad? -preguntó Sophie, sus ojos reflejando una mezcla de emoción y nerviosismo.

Jack asintió con determinación. -Sí, estamos dando un paso hacia nuestro futuro. No hay vuelta atrás ahora.

***

Durante el vuelo, compartieron risas nerviosas y conversaciones tranquilizadoras. Planearon cómo pasarían su tiempo en Cuba, qué lugares querían visitar, cómo adaptarse a una nueva cultura y nuevas personas.

María, con una sonrisa en el rostro, les habló de sus sueños para el futuro en Finlandia, imaginando una vida tranquila junto a sus amigos.

Aiko, siempre pensativa, les recordó la importancia de mantenerse discretos y vigilantes. Repasaron una y otra vez los detalles de su historia falsa, asegurándose de que coincidieran en caso de ser cuestionados.

***

Al llegar a Cuba, desembarcaron con alivio y cautela. Atravesaron el aeropuerto con nerviosismo, cada uno consciente de que estaban un paso más cerca de su objetivo final.

En un taxi rumbo al lugar donde se hospedarían temporalmente, observaron las calles de La Habana con asombro y curiosidad. Era el comienzo de una nueva aventura, llena de incertidumbre pero también de esperanza.

***

Al caer la noche, se encontraron en un pequeño apartamento que habían alquilado por adelantado. Sentados alrededor de una mesa, compartieron una cena sencilla pero reconfortante.

-Estamos aquí -afirmó Jack, mirando a sus amigos con una sonrisa-. Juntos podemos hacer cualquier cosa.

Sophie asintió, sus ojos brillando con determinación. -Estamos más cerca de nuestra libertad. Solo tenemos que seguir adelante.

María y Aiko asintieron en acuerdo, sintiendo una conexión más fuerte que nunca entre ellos. En medio de las sombras de su pasado, vislumbraban un futuro brillante y lleno de posibilidades.

***

Esa noche, en el silencio reconfortante de su nuevo hogar temporal en Cuba, los cuatro amigos durmieron con sueños de un mañana mejor. Estaban unidos por la adversidad, fortalecidos por la esperanza y listos para enfrentar los desafíos que el destino les tenía preparados en su búsqueda de una vida libre y segura en un nuevo país.

Sobrevivír.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora